«A través de los muros» de Eyal Weizman

En mayo de 2012 cayó en mis manos un librito lanzado el mes anterior en España por la editorial española Errata Naturae: A través de los muros de Eyal Weizman, que llevaba el llamativo subtítulo «Cómo el ejército israelí se apropió de la teoría crítica postmoderna y reinventó la guerra urbana«. Creo que no tenía ninguna referencia previa de la obra y que fue una compra impulsiva. No estoy seguro del todo. Pero su lectura puso en marcha un montón de cosas en mi cabeza. Alimentó mi interés en las perspectivas sobre la guerra urbana actual planteadas por urbanistas, arquitectos y sociólogos, lo que me llevó a acumular una buena pila de libros sobre el tema. Por el camino, escribí el artículo «El futuro urbano de la guerra irregular» que me publicó la revista Ejército del Ejército de Tierra español en abril de 2018 y que resultó finalista a los premios anuales de la revista. Pero sobre todo, despertó mi interés por un centro de estudios vinculado a las Fuerzas de Defensa de Israel, el Instituto de Investigación de Teoría Operacional, conocido generalmente por las siglas en inglés de su nombre: OTRI.

En realidad, este librito es una traducción al español de un capítulo del libro Hollow Land, publicado por la editorial Verso en el año 2007 con ciertas variaciones, como algunas notas que se incorporan al contenido del texto original. Eyal Weizman es un arquitecto israelí bastante crítico con las políticas de su país y que recientemente encontró que le denegaron el visado de entrada en Estados Unidos. En su libro estudia el control del territorio realizado por Israel desde una perspectiva que combina la arquitectura, el urbanismo y los estudios posmodernos. Desde hace unos años dirige el proyecto Forensic Architecture, donde un equipo multidisciplinar estudia asuntos como la arquitectura de centros de detención de inmigrantes o comprueban la veracidad de vídeos grabados en Siria que muestran cómo instalaciones hospitalarias han sido bombardeadas por la aviación rusa y/o siria. Evidentemente asuntos como este último no le ha interesado al sector de la intelligentsia española que consume ávida la otra vertiente de su trabajo. De hecho, el paso por el MACBA de Barcelona en 2017 de una exposición del grupo sólo interesó a medios especializados en arte o arquitectura y periódicos como el ABC o La Vanguardia.

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El séptimo capítulo de Hollow Land, «Urban Warfare: Walking Through Walls«, transformado en el libro A través de los muros, cuenta cómo en el seno de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se creó un centro de estudio, el OTRI, que familiarizó a sus oficiales alumnos con los textos de filósofos, arquitectos y urbanistas. Aquellos militares tuvieron luego un papel protagonista en operaciones militares contra bastiones de los grupos armados palestinos en lugares como la ciudad de Yenín y el campo de refugiados de Balata después de una cadena de atentados terroristas que produjeron un total de 138 víctimas mortales israelíes en marzo de 2002.

El texto de Eyal Weizman muestra una mezcla de sorpresa y cierta contrariedad al contar cómo el OTRI convirtió en habitual que en sus seminarios se leyera y discutiera textos de autores posmodernos que son un referente para cierta izquierda occidental como son Gilles Delleuze, Félix Guattari y Guy Debord. La cabeza de Weizman trata de encajar cómo en el ámbito castrense tuvieron acogida ideas que él relaciona con una crítica del poder establecido y el statu quo. Para ello, entrevista al director del OTRI, el general retirado Shimon Naveh, además del que era en 2002 coronel jefe de la 35ª brigada paracaidista, Aviv Kochavi.

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Las ideas del OTRI y su aplicación práctica en aquellas operaciones militares, junto con el desarrollo de dos de sus miembros del concepto de guerra en red, los traté en este blog allá por 2015 en «La perspectiva israelí de la guerra en red«. Eyal Weizman mantiene en el libro siempre esa distancia propia de los académicos que viven en la torre de marfil respecto a todo lo militar y al final se apunta al carro de los lugares comunes de que los errores del ejército israelí en la Segunda Guerra del Líbano de 2006 fue culpa de la aplicación de las ideas del OTRI. Se trata de un malentendido que Raphael D. Marcus aclara en Israel’s Long War with Hezbollah: Military Innovation and Adaptation Under Fire, libro altamente recomendable que reseñaré próximamente.

Una de las aportaciones de este libro es que deja bien clara la influencia intelectual en los miembros del OTRI de la teoría de guerra en red desarrollado por John Arquilla y David Ronfeldt en la RAND Corporation. Aunque al final, el autor cuestiona si el pensamiento militar que teoriza sobre un mundo de nodos combatientes conectados en una red distribuida no es una descripción superficial que esconde una estructura fuertemente jerárquica. Se trata de un debate interesante que traté aquí al contar cómo mi proyecto original de libro sobre la guerra en red se fue cayendo a pedazos al encontrar que detrás de las estrategias en red no habían organizaciones que fueran ejemplos de modelos puros de redes distribuidas. En cualquier caso, conocer la influencia de Arquilla y Ronfeldt ayuda a entender que la obra del OTRI es más sustanciosa que el pensamiento vaporoso de Deleuze y Guattari.

Eyal Weizman sentencia que las ideas sobre combate urbano del OTRI aplicadas por las FDI en 2002 no fueron tan innovadoras. Ciertamente uno encuentra antecedentes de la guerra en red urbana, como la Rattenkrieg en Stalingrado (véase el capítulo sobre esta batalla urbana de Eric M. Walters en el libro City Fights), o del concepto de «geometría inversa» en el trabajo de los zapadores del grupo Irgún el 25 de abril 1948 (relatado por Benjamin Runkle en un capítulo aparte en el mismo libro). Pero quizás lo novedoso del OTRI no sea tanto las tácticas empleadas en marzo de 2002 por la FDI como el desarrollo de una metodología de planificación de campañas: el Diseño Operativo Sistemático, que terminó siendo adoptado por el ejército de EE.UU. y que este libro no cubre.

La conclusión que parece calmar la zozobra de Eyal Weizman es que el OTRI pervirtió el sentido de las ideas de autores que parecen tan queridos para él para usarlas como herramienta de lucha contra el establishment dentro de las FDI.  De ahí que el libro lleve como subtítulo «cómo el ejército israelí se apropió de la teoría crítica postmoderna y reinventó la guerra urbana». Yo personalmente considero discutible que las ideas de Deleuze y Guattari sean el sagrado fuego prometeico que alumbra un camino de la emancipación. Precisamente su carácter de verborrea vacía (véase el affair Sokal) es para mí la mayor debilidad del trabajo intelectual del OTRI, que arriesga a jugar a veces en la fina línea que separa la genialidad y el fraude intelectual. Y Eyal Weizman demuestra en su libro formar parte de esa izquierda occidental que prefiere quedarse en un análisis literario de los símbolos y significados, entreteniéndose en comparar los centros de formación en combate urbano con esculturas de artistas contemporáneos. Su trayectoria personal posterior con Forensic Architecture prueba que afortunadamente siguió otro camino.

2 respuestas a “«A través de los muros» de Eyal Weizman

  1. Cuando encuentro en algún escrito algo relacionado con Deleuze o Guattari ya me pongo en alerta. A estos, como a otros filósofos franceses del siglo XX, los veo como pura verborrea. No sé qué puede ver de interesante alguna izquierda en estos autores, no me lo explico.

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