Repensar las Guerras Posmodernas

Hubo una época en que este blog me servía de cuaderno de apuntes para ir construyendo el modelo de las Guerras Posmodernas. En el verano de 2009 entregué mi libro y en 2010 fue publicado. Hoy ya no está disponible en librerías y he perdido la cuenta de la gente que me ha preguntado dónde conseguirlo. Durante un tiempo pensé en que debería trabajar en una segunda versión bastante corregida y bastante ampliada. Hoy las partes en la que hablo de ciberguerra y empresas militares privadas me dan bastante vergüenza, por ejemplo. Necesita más que un lavado de cara.

Por el camino se cruzaron dos proyectos. Uno fue el de guerra en red, que en un principio iba a ser mi segundo libro y que vendría a complementar al primero. Pero según me acerqué a la realidad, fui encontrando pocas redes realmente distribuidas. Por ejemplo, el discurso de Jason Burke sobre Al Qaeda resultó ser minoritario. La verdad es que la auténtica naturaleza del grupo no se sabrá a ciencia cierta hasta que los archivos relevantes incautados en Abottabad estén desclasificados. Pero todo apunto en que Al Qaeda había mucha más jerarquía y burocracia de la que creemos. El asunto de la guerra en red requirió volver a darle un par de vueltas y a eso me dediqué una temporada.

Además, en «Swarming en la selva» (8 marzo 2015) hice una reseña de un libro sobre la campaña birmana durante la Segunda Guerra Mundial. De paso habría que recordar «Swarming en el desierto» (3 enero 2011).

Sobre la guerra en red me queda escribir lo que he sacado en claro de Jean Baudrillard y Félix Guattari en Mil Mesetas por un lado y por otro lado de Antonio Negri y Michael Hardt en Multitud. Hay mucho de farfolla en la obra de los primeros, algo que ya sabíamos desde Imposturas Intelectuales. Mientras que los segundos sorprendentemente tienen unas cuantas cosas que aportar a la perspectiva de las Guerras Posmodernas. Por último tendré que hacer un comentario sobre el artículo «Los ejércitos como redes. El dilema entre jerarquía y descentralización» que un lector me ha señalado apareció en el número de mayo de 2015 de la revista Ejército. Como ven, el asunto está ahí fuera.

El segundo proyecto que me planteé fue sobre la Nueva Guerra Fría y me atasqué con el conflicto de Ucrania, que esta semana parece que eleva su temperatura. La cuestión es que hay ahora mismo está surgiendo tal avalancha de información sobre el aparato de propaganda y la implicación rusas que el esquema de trabajo pide a gritos una reorganización. Creo que ahora mismo la parte geopolítica del asunto es menos relevante que la ideológica y propagandística.

La guerra en Ucrania es una cuestión después de la cual no es posible seguir hablando de Guerras Posmodernas de la misma manera. En el libro quise insistir en la idea principal del fin del Estado como actor fundamental en los conflictos actuales aunque tuviera en cuenta la perspectiva de crecientes rivalidades en Asia Pacífico dentro de la lógica de las «guerras modernas». Incluso me impuse la condición no mencionar ni una sola vez el 11-S para no tentar al lector de simplificar las Guerras Posmodernas y quedarse con la retórica de la Global War On Terror.

La invasión rusa de Ucrania nos lleva a plantear las formas no tradicionales en la que los Estados participan en conflictos armados. El empleo de tropas sin identificar, milicias, contratistas etc. ha puesto de moda el término Guerras Híbridas, que en la década pasada planteó Frank G. Hoffman e introdujo en España el desaparecido Jorge Aspizua. No es el único término empleado para describir las acciones encubiertas rusas. John R. Schindler propone el término «guerra especial» y sus ideas nos llevan a repasar lo planteado por Robert D. Kaplan en 1998 en «Special Intelligence». Oportunamente el año pasado el general Valery Gerasimov puso en circulación el término «guerra no lineal». Y el abuso hecho en Venezuela con términos y conceptos referidos a nuevas formas de conflicto no debería hacernos olvidar que sí hubo un intento serio de reconsiderar el concepto de Guerras de Cuarta Generación (4GW) para plantear dónde podría llevarnos el siguiente paso. Me refiero al libro The Handbook of Fifth-Generation Warfare (5GW) editado por Daniel H. Abbott (tdxap) y en el que entre otros participaron Mark Safranski (Zenpundit) y David Axe (War is Boring)

Es decir, tenemos debate y reflexión para rato. Porque aunque la atención se haya puesto en Rusia, tenemos que pensar que Estados Unidos lleva tiempo empleando la triada drones/ciberguerra/fuerzas especiales en guerras no declaradas contra Irán y en las zonas tribales de Pakistán. En estos caso la tentación es despreciar cualquier intento de implantar un neologismo por considerarlo una forma de esnobismo intelectual o bien caer en el adanismo de creer que cada uno de estos fenómenos por separado es absolutamente novedosos. En cualquier caso habrá que acotar términos, ver qué aportan y estudiar qué nuevas formas tienen los Estados de recurrir a la violencia o implicarse en conflictos.

6 comentarios sobre “Repensar las Guerras Posmodernas

  1. Resumen chusco. Tienes que trabajar más rápido para que los acontecimientos no dejen anticuados tus escritos antes de publicarlos jajajaja
    Ya verás, acabarás dedicandote a los sumerios jajajajajaja
    Y fuera bromas; el adanismo es muy típico en estas cosas porque la historia no es lineal, o mejor dicho el desarrollo. Pero muchos de los estudiosos suelen estar cojitos en conocimientos de historia, con lo que acaban considerando nuevo algo que en realidad ya había existido. A mismos problemas mismas soluciones………. Ejemplo; cipayos.

    1. Dani, hablamos de dos cosas. Una son los acontecimientos. Que van rapídismos. Y otras son la teorías para interpretarlos. Ahí hay algunas novedades, pero por ejemplo «Guerras Híbridas» lleva en circulación por parte de Frank G. Hoffman desde hace diez años.

  2. Buenas
    Yo creo que a comienzos del siglo XXI la guerra es la Guerra Mesiánica. La Guerra mesiánica, lo impregna todo y lo justifica todo. Te pongo el ejemplo de cómo el estado islámico, que práctica la yihad, yihad, que cómo nos han contado comunistas y socialistas y moros y árabes, durante los últimos 20 años, a través de los medios de comunicación, significa el esfuerzo por ser bueno, bueno a lo que iba, el ejemplo te decía, es que el estado islámico justifica la decapitación y quema de cristianos vivos, debido a que el Mahdi, está a punto de llegar, y le favorecen el camino, pues en el tiempo del Mahdi todos los no musulmanes serán exterminados.Es muy interesante, observar los argumentos de los chiíes, contraponiendo el Mahdi chií, al Mahdi Suni.
    En general en Occidente, la izquierda proislámica y fumeta, y ultimamente adoradora de la PachaMama, que no tiene ni puta idea de la importancia de la revelación y de la religión, en la configuración del espíritu humano, se le va a caer, ya no el muro, sino el cielo en sus cabezas, partiéndoles la crisma, y van a morir sin tan siquiera comprender.

    Yo focalizaría en 2015, mi atención en las Guerras Mesiánicas, y lo subscribe alguien, que en 2005 era de los pocos, por no decir el único, que usaba la palabra yihad en sus publicaciones, cuando el resto usaba «Terrorismo Internacional».
    Hoy se puede observar en todos los informáticos, incluidos los del alegre rojerío, presentados por alegres progras de alegre clítoris proislámico, que ellas, las del alegre clítoris proislámico, también hablan de Yihad.
    En fin las mismas y los mismos militantes de la izquierda proislámica, que han usado los mas media, durante el primer decenio del siglo XXI, para convencernos de que el Islam es paz y amor, al parecer en el islam se folla mucho y eso al alegre rojerío siempre le pone, pues esos y sobre todo esas, las del alegre clítoris proislámico, en sus informativos, nos advierten de los peligros de la yihad.
    “Guerras Mesiánicas”, sin duda esa en la tendencia en el tiempo histórico en el que estamos, y ¡qué cosas!, las antiguas profecías están cumpliéndose.
    Y tú hijo de hombre, profetiza contra Gog. Dirás: Así dice el Señor Yavé: Aquí estoy contra ti, Gog, príncipe supremo de Mesech y Túbal. (Ezequiel 39,1)
    Cuando se terminen los mil años, será Satanás soltado de su prisión y saldrá a seducir a las naciones de los cuatro extremos de la tierra, a Gog y a Magog, y a reunirlos para la guerra, numerosos como la arena del mar. (Apocalipsis, 20,7 8)
    Por cierto la tierra de Magog, es identificada por los estudiosos del antiguo testamento con la tierra de los escitas, la actual Ucrania, ¡qué cosas!

    1. Apesta Vd. a machismo derechiano ultracatólico. No he visto en ningún medio en España, ni de izquierdas ni de derechas, justificando las atrocidades de Boko Haram o el Daesh. A título personal, bueno, chalados hay en todas partes, y es cierto que de forma generalizada la izquierda más radical, considera que el poder judeo-cristiano occidental pisotea a inocentes musulmanes. No creo que esto tenga connotaciónes bíblicas/coránicas, es más una postura anti-USA, anti-OTAN y anti-Israel. De ahí que esa misma izquierda sea la que se haya puesto -incomprensiblemente- de parte de Rusia en el conflicto ucraniano, por que consideran que ha sido un freno al expansionismo OTAN/UE, algo sobre lo que Jesús ha escrito extensa y sabiamente.

  3. La actualidad es tan convulsa y tiene tantos focos que llega a absorber buena parte del tiempo necesario para la reflexión y el análisis. Por todo esto me parece aún más encomiable tu esfuerzo y tu labor de difusión y análisis. Sin duda que es encomiable.

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