La Nueva Guerra Fría

Russian servicemen, dressed in historical uniform, take part in a military parade rehearsal in Red Square in Moscow

El concepto «Guerra Fría» se convirtió en un cliché. Basta buscar en Internet la expresión «fantasmas de la Guerra Fría» para encontrar repetidamente su uso. «Rusia pide al G8 que “entierre los fantasmas de la guerra fría, «El conflicto sirio desempolva los fantasmas de la guerra fría«, «Tensión en Ucrania despierta fantasmas de la Guerra Fría en Europa del Este»… Los «fantasmas de la Guerra Fría» despiertan viejos demonios. Siempre que se invoca la Guerra Fría se hace en el fondo con ánimo de reproche. Como si desconfianza, recelo o rivalidad con Rusia fuera una actitud reprochable, digna de una época felizmente superada. La Guerra Fría terminó para siempre. Y el mundo entró en una nueva era postmaterial y postheroica. Pero esa insistencia en considerarlo algo superado, ¿no sería contraproducente en caso de aparecer una nueva Guerra Fría? ¿Y si en vez de «fanstamas de la Guerra Fría» estuviéramos directamente ante una Nueva Guerra Fría?

La primera Guerra Fría no fue un conflicto que surgió de un día para otro, como una guerra convencional que tiene una fecha de comienzo. Es más, existe un cierto debate académico sobre la fecha de comienzo de la Guerra Fría. Por ejemplo, en España se publicó en 1996 el libro La paz simulada. Una Historia de la Guerra Fría, 1941-1991 de Enrique U.Da Cal, Ángel Duarte y Francisco Veiga. Dos años más tarde Ronald E. Powaski publicó The Cold War: The United States and the Soviet Union, 1917-1991. Ambas obras coinciden en señalar 1991, año de la disolución de la Unión Soviética, pero discrepan en el año de comienzo. .

1c8ab9827af5b2226eeb1d5ae847e7fbLa idea es que la Guerra Fría fue un período histórico de discutible fecha de comienzo que sólo tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, con el discurso de Churchill donde habló del «Telón de Acero» y el Telegrama Largo de Kennan, se tomó conciencia en Occidente de haber entrado en una fase muy diferente a la alianza temporal con la URSS para luchar contra Alemania y Japón. De hecho, fue después de la Segunda Guerra Mundial cuando el término «Guerra Fría» para referirse a la nueva era de rivalidad geopolítica con la Unión Soviética fue puesto en circulación por varios autores, entre ellos George Orwell.

LA HIPERPOTENCIA CANSADA.
En el año 2011 cayeron los regímenes egipcios y tunecino además de empezar las guerras civiles de Libia y Siria. El 2 de mayo, una operación de fuerzas especiales acabó con la vida de Osama Bin Laden. En noviembre, durante la cumbre del Foro  de Cooperación Económica Asia-Pacífico celebrada en Hawái, el presidente Obama afirmó:

«Creo que pasamos una década en que, comprensiblemente, tras el 11-S, estuvimos muy enfocados en asuntos de seguridad, particularmente en la región de Oriente Medio. Y continúan siendo importantes. Pero hemos vuelto nuestra atención de vuelta a la región Asia-Pacífico».

A ese giro del foco estratégico se le conoció como el «Pivot to Asia». La idea nada disimulada era hacer frente al ascenso de China. Tras una década de operaciones contrainsurgencia en lugares como Afganistán e Iraq, se empezó a trabajar en una nueva doctrina de guerra aeronaval para una hipotética guerra convencional de alta tecnología en el Índico o Pacífico. Un mes después de la cumbre de Hawái, las últimas fuerzas estadounidenses abandonaron Iraq. 2011 fue el año en que empezó a hablarse de un mundo post-post-11S.

enhanced-buzz-wide-14770-1378904868-17Con operaciones especiales, drones y ciberguerra, el presidente Obama, premio Nobel de la Paz, quiso entrar en una era de intervenciones en el exterior discretas. Se implicó a regañadientes en la guerra civil libia, vista en Washington como un problema europeo, arrastrado por Reino Unido y Francia. Pero la evidencia de que el «momento unipolar» anunciado por Charles Krauthammer al término de la Guerra Fría concluía y que la «hiperpotencia» de la que el ministro francés Hubert Vedrine habló en 1999 estaba cansada tras más de una década de guerra, se presentó con el ataque con armas químicas llevado a cabo en agosto de 2013 por fuerzas del régimen sirio.

El presidente Obama dudó tras haber fijado previamente una «línea roja» con el uso de armas químicas. Y la situación fue aprovechada por Rusia, que acudió al rescate de su único aliado en el Mediterráneo Oriental mientras arreciaba la desinformación sobre la autoría del ataque. Se hizo patente los intereses compartidos por Rusia con el «Eje de la Resistencia» (Irán, Siria y aliados en Oriente Medio). Sus órganos de propaganda tuvieron bastante eco en Occidente gracias a los críticos del «imperialismo yanki», dispuestos a difundir cualquier información contraria a las políticas de Washington en Oriente Medio aunque estuvieran cocinadas en Moscú, Damasco o Teherán.

El momento definitivo llegó en febrero de 2014 con la invasión rusa de Crimea y la posterior agitación desde Moscú de una insurgencia separatista en Ucrania oriental. Que Ucrania se colocara en el área de influencia occidental fue una alteración del status-quo geopolítico para Moscú, que había visto como la OTAN y la Unión Europea había ido incorporando antiguos países soviéticos y antiguos aliadosEn 1996 Samuel P. Huntington planteaba en su libro El Choque de Civilizaciones que la inclusión de Ucrania en el área de influencia rusa era vital para Moscú porque le permite crear un núcleo de países eslavos que le anclan a Europa. Mientras que Zbigniew Brzezinski afirmaba en 1998 en El Gran Tablero Mundial  cómo la exclusión de Ucrania del área de influencia rusa haría de Rusia “una entidad más asiática y más distante de Europa”.

Los intereses geopolíticos de Rusia en Ucrania en abstracto estaban acompañados de asuntos más mundanos. Ucrania se había convertido en los últimos años en vía de salida del tráfico de armas rusas del que se nutría una red de oligarcas con conexiones con el Kremlin mientras que la industria de defensa rusa mantenía fuertes lazos de dependencia con la industria de defensa ucrania, establecida principalmente en la parte oriental del país. Los misiles balísticos rusos emplean sistemas de control ucranianos y los helicópteros rusos vuelan con motores ucranianos.

La crisis de Ucrania marca el regreso de Rusia, lejos ya de la docilidad mostrada ante la intervención de la OTAN en Kosovo en 1999.  Ahora Moscú construye su propia comunidad económica dentro de los límites de la Unión Soviética y ha incremento el gasto de defensa para modernizar sus fuerzas armadas realmente por primera vez desde la disolución de la Unión Soviética.

PROXY WARS
La Guerra Fría evoca la idea de una constante elevada tensión entre las dos superpotencias. No en vano, el mundo estuvo al borde de la catástrofe en ocasiones como la Crisis de los Misiles en Cuba. Así que se instaló en la imaginación colectiva occidental el miedo a un apocalipsis nuclear. Pero la realidad es que el enfrentamiento directo y abierto entre Estados Unidos y la Unión Soviética fue puntual. Se cuentan las excepciones, como los combates aéreos en el «Mig Alley» sobre Corea del Norte y algunas misiones clandestinas de espionaje.

Sostiene Noam Chomsky en Deterring Democracy que la Guerra Fría, aunque tuviera su escenficación más visible en Europa, fue en realidad una pugna geopolítica por el control de territorios en Hispanoamérica, África, y Asia. Cada bando de la Guerra Fría realizó intervenciones militares directas, como por ejemplo Estados Unidos en Vietnam, Reino Unido en Malasia, Francia en Chad, la Unión Soviética en Afganistán, China en la Península de Corea y Cuba en Angola. Pero principalmente financiaron, entrenaron y armaron a fuerzas armadas y grupos armados mientras se dedicaban al espionaje, subversión y propaganda.

13Rusia ha desplegado en Crimea y Ucrania oriental a miembros de unidades de operaciones especiales de las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia, a voluntarios a sueldo reclutados entre veteranos de guerra, milicianos cosacos, milicianos chechenos y últimamente a soldados regulares cuyo fallecimiento en combate se disimula como un accidente durante maniobras o permisos. Todo con tal de disimular la intervención rusa en el conflicto que ya pocos niegan. Estados Unidos, por su parte, ha entrenado a rebeldes del Ejército Sirio Libre en las instalaciones del King Abdullah Special Operations Training Center (KASOTC) a las afueras de Ammán mientras dudaba si proporcionarles armas, creando un vacío que propició el ascenso del Frente Islámico, el Frente Al Nusra y el actualmente llamado Estado Islámico.

Georgia en 2008, Siria desde 2011 y Ucrania desde febrero de este año son los puntos calientes de la rivalidad rusa con Occidente. Pero no sólo hemos de esperar conflictos armados con participación encubierta de Rusia y Occidente. La Nueva Guerra Fría se juega en otros ámbitos como Internet y los medios de comunicación, como anticipó la oleada de ciberataques rusos contra Estonia en 2007. Por aquellas fechas arrancaba la organización Wikileaks, que se presentó en sus comienzos como una plataforma para que ciudadanos de países sin democracia en lugares como África y Asia publicaran de forma anónima informaciones sobre corrupción y abusos. Tras obtener una gran cantidad de información secreta de las fuerzas armadas y la diplomacia estadounidenses, Julian Assange afirmó que «su próximo objetivo era Rusia». De aquella promesa nunca más se supo. Julian Assange terminó presentando un programa de televisión en un canal ruso y un personaje tan cuestionable como el ruso Israel Shamir cobró relevancia en la organización. Cuando en junio de 2013 Edward Snowden huyó de Estados Unidos rumbo a Hong Kong con grandes cantidades de información secreta de organizaciones de inteligencia estadounidenses, Wikileaks fue quien le facilitó el contacto con el gobierno ruso y su traslado a Moscú.

EURASIA CONTRA OCCIDENTE
El último y definitivo elemento que definió la Guerra Fría fue la rivalidad ideológica. En principio, Occidente y Rusia comparten las formas democráticas y el sistema capitalista. Los millonarios rusos se encuentran cómodos en «Londongrado» y Putin esconde una inmensa fortuna vía testaferros que podría convertirlo en el hombre más rico de Europa. Pero el conflicto ideológico de Rusia con Occidente tiene otra dimensión.

190492_100360273307355_1265586_nEn el vacío ideológico provocado por el colapso de la Unión Soviética reapareció el Euroasianismo, una vieja corriente nacionalista surgida en el exilio que negaba el anclaje ruso en Occidente. Rusia sería entonces una entidad singular a caballo entre Occidente y Asia. Su figura más visible es Alexander Dugin. En su obra, rara de encontrar en español pero no en portugués, presenta el mundo como el gran escenario de una confrontación entre dos cosmovisiones. Por un lado, tenemos las democracias liberales occidentales con economías de mercado, donde el individuo es el sujeto de los derechos y libertades. Dugin considera que el Imperio Británico primero con su poder naval como gran sustentador primero y luego los Estados Unidos son los grandes representantes de esos valores, que asocia con la modernidad y la globalización, e identifica como potencias del mar («talasocracia»). Por otro lado, tenemos los gobiernos autoritarios implantados en sociedades con valores tradicionales y colectivistas dentro de la gran masa continental euroasiática y que rechazan los valores occidentales y la globalización. Dugin considera que Rusia e Irán son los dos grandes representantes de eso valores y que él identifica como potencias de la tierra («telurocracia»). Las conclusiones de Dugin son obvias. Rusia se tiene que enfrentar a Occidente, cerrándose a la globalización y aliándose con Irán.

Dugin propone una alianza de Rusia con fuerzas de izquierda que defiendan la «justicia social», lo que justificaría la alianza con la Venezuela chavista, y con fuerzas de derecha que defiendan la «Tradición». Las ideas de Dugin tienen resonancia en la Nouvelle Droite francesa y otras ultraderechas europeas que se renovaron renegado del nazismo. Todos comparten el sueño de una Europa que rompa lazos con Estados Unidos para formar un bloque desde «Dublin a Vladivostok», en palabras del belga Jean-François Thiriart.

En España, el discurso antioccidental ruso ha tenido eco no sólo en la ultraderecha, Dugin fue invitado el año pasado a dar una charla en Madrid por el Movimiento Social Revolucionario, sino que encontramos a medios de izquierda en Internet reproduciendo el discurso ruso sobre los conflictos de Siria y Ucrania. La confusión ideológica es tal, que encontramos artículos de la Nouvelle Droite francesa en Tercera Información o que el diario «republicano y obrero» La República informa sobre el conflicto ucraniano reproduciendo el punto de vista de Moscú. Por no hablar de la páginas webs «antifascistas» españolas que ofrecen información para incorporarse a luchar en Ucrania con las milicias de Lugansk y Donetsk, nutridas de ultraderechistas rusos.

Es difícil, por tanto, encuadrar directamente el conflicto ideológico en el eje tradicional de izquierda-derecha si repasamos los aliados y amigos de Rusia: La teocracia revolucionaria de Irán, el socialismo árabe de Assad, el nacionalismo popular kirchnerista y el chavismo venezolano. Es más, el propio Dugin participó en los años 90 junto con otra figura peculiar del panorama ruso, Eduard Limonov, en la creación del Partido Nacional Bolchevique que proponía una síntesis del fascismo y el socialismo soviético.

26213A la confusión ideológica ha contribuido el gobierno de Putin, que ha puesto en marcha la trituradora histórica para rescatar símbolos, personajes y discursos del pasado ruso que incorporar a su discurso nacionalismo. Así, la región sudoriental de Ucrania es referida como «Nueva Rusia», el mismo nombre que le dio el imperio zarista en el siglo XVIII. De aquella época data la Orden de San Jorge, una condecoración zarista reinventada por la URSS y reinstaurada por Putin en 2010 para convertirse de paso en un símbolo patriótico que emplean los milicianos secesionistas en Ucrania Oriental para identificarse. La reivindicación de las glorias zaristas y del stalinismo caben en el mismo discurso en Rusia. Pero el revisionismo histórico de Putin no es tanto nostalgia en Rusia por el pasado imperial soviético en Rusia, como la última manifestación de la continuidad histórica del imperialismo ruso que pasó de los zares a Stalin.

CONCLUSIONES PROVISIONALES
La cuestión que queda por debatir no es si la rivalidad con Rusia puede considerarse o no una Nueva Guerra Fría, sino cuándo será una realidad asumida  en Occidente. No se trata evidentemente de una repetición de la Guerra Fría anterior, sino que tiene elementos más difusos. Las fronteras están abiertas, el euroasianismo es sólo instrumental para la oligarquía rusa y el posicionamiento de terceros, como Argentina, es ambivalente. El conflicto de Ucrania ya ha refortalecido ciertos vínculos trasatlánticos, mientras que la OTAN parece que ha despertado del sueño de la Postguerra Fría. Posiblemente junto con la irrupción del Estado Islámico, habrá que ir despertando en Occidente del letargo de la sociedad postmaterial y postheroica.

Hablar de una Nueva Guerra Fría no supone que de pronto los conflictos armados protagonizados por actores no estatales en la era de la globalización y la sociedad de la información (las Guerras Posmodernas) pasen a segundo plano. La violencia seguirá en lugares como México y el Sahel. Seguiremos viendo terroristas, piratas, contratistas privados y ciberactivistas. Lo que cambiará serán los escenarios y las dimensiones de la Nueva Guerra Fría. Habrá que hablar de Stuxnet como un arma diseñada conjuntamente por Estados Unidos e Israel, de empresas militares privadas rusas y de los bulos que circulan por Internet que dejan malparados a Estados Unidos o Israel con un origen trazable hasta Moscú. Las guerras híbridas, proxy wars, InfoOps, ciberguerra, etc. son las Guerras Posmodernas de los estados nación en el siglo XXI.

Para seguir leyendo:
No soy el primero que habla de Nueva Guerra Fría. Lo hizo primero Mark MacKinnon en un libro de 2007. Edward Lucas lo hizo al año siguiente en un libro que tuvo en el pasado mes de julio una nueva edición. Ambos están en mis estanterías a la espera de ser leídos. Mientras, les recomiendo Mafia State del antiguo corresponsal de The Guardian en Moscú y Putin’s Wars: The Rise of Russia’s New Imperialism, un libro que tuvo la genial ocurrencia de llegar a las librerías mientras las tropas rusas invadían Crimea. Hice una reseña  de estos dos últimos en «Trípico ruso«.

35 respuestas a “La Nueva Guerra Fría

  1. No pretendo subestimar su poder atómico, pero teniendo en cuenta que Rusia tiene el mismo PIB que Italia, no creo que esté capacitada para entrar en guerra con ningún país serio. La URSS era un desastre y la Rusia actual es el mismo desastre, solo que 20 años más oxidado. Rusia no es rival militar ni económico para EEUU o la UE.

    1. Es cierto que el PIB ruso es parecido al italiano, pero mientras Italia destina a defensa menos de un 2%, Rusia invierte más de un 10%. Tecnológicamente, la distancia sigue siendo muy grande, Rusia aún no ha puesto en servicio su primer caza stealth y EEUU ya dio de baja el F-117 y ya anda planteando el reemplazo para el F-22. Rusia sigue basando su capacidad militar en la disuasión nuclear y en la saturación por superioridad numérica (por cada tanque de la OTAN, Rusia tiene tres), aunque en la OTAN esto ha sido más un tema de recortes presupuestarios y vendido como superioridad tecnológica embadurnada con vaselina (ejércitos más pequeños pero más tecnificados).

      1. Fatal tu opinión sobre los aviones de guerra ruso y estadounidense que diste. Te sugiero te documentés mejor por favor. Además, en cuanto al análisis de los cazas que diste debés analizar los sistemas antiaéreos, y en este campo hay armas que tienen los rusos inclusive de la era soviética al cual los occidentales no pueden igualar. Y en mas campos te puedo decir lo mismo.

        Es imposible que a Rusia se le pueda vencer convencionalmente.

    2. La diferencia es que a Rusia no le temblaría el pulso a la hora de usar su armamento, mientras que los de aquí dudan mil veces de cualquier cosa.

  2. La relación Rusia/Irán llama mi atención especialmente cuando leo noticias sobre las negociaciones del grupo 5+1 (EE. UU., Rusia, RU, Francia, China y Alemania) con Irán a cuenta del programa nuclear iraní. Rusia ha aportado técnicos, equipamiento y conocimientos al desarrollo del programa nuclear iraní, de hecho, si mal no recuerdo, la central de Busher es una realidad gracias a la ayuda de técnicos rusos.
    Eso es lo que se llama jugar a dos bandas.

    Es una realidad ya el enfrentamiento entre Rusia/Occidente, es cada vez más patente. Rusia parece basarlo todo en una política de hechos consumados, de intimidación, a veces me da la impresión de que Putin tiene «prisa» por alcanzar ciertos objetivos a sabiendas de que la presión económica (como suministrador de gas, petróleo, etc) que puede ejercer contra la UE cada vez será menor según pase el tiempo y la UE busque otras alternativas. Creo que también es importante en esa «prisa» de Putin la posibilidad de que las sanciones económicas europeas y estadounidenses puedan intensificarse y que a medio plazo estas puedan hacer bastante daño, internamente, a Rusia. Aunque todo esto, como siempre, es solo mi opinión personal.

  3. Se me ha olvidado comentarlo antes. Otra posibilidad sobre Rusia en la que pienso es que quizás Putin esté sobrevalorando sus facultades propias y las de Rusia para sostener un pulso con Occidente. La economía rusa depende mucho de las exportaciones. El nivel de oligopolio y de corrupción política es muy elevado en Rusia, no son buenas cualidades para sostener un pulso.
    También hay que contar con el espejismo que crea el poder autoritario. Putin lleva muchos años ejerciendo un poder autoritario en el que no escucha críticas ni es contestado. Puede tener una visión de la realidad muy distorsionada y subjetiva que le haga pensar que es más fuerte de lo que es o, como dice el refrán castellano, que todo el monte es orégano.

  4. Aqui ya no hay ni izquierdas ni derechas. Solo hay ansias de poder. Y da igual que unos se alíen con otros y otros con los unos, si tienen que traicionar a quien sea para conseguir sus objetivos lo harán.
    Y seguramente luego se irán todos juntos a tomar un martini.

  5. Sinceramente, se menosprecia el poder militar «convencional» de Rusia, pero creo que visto lo visto lo que debemos empezar despreciar es el poder militar convencional de otan… Visto el «drama» del desarrollo del f-35, (por poner un ejemplo), y la incapacidad de destinar porcentajes altos del pib en defensa no se por qué nos sentimos tan seguros en ese terreno…. Además Rusia esta desarrollando su industria de armamento y dando carga de trabajo… y sigue además mejorando las exportaciones en ese terreno.

    1. La guerra de Chechenia dejo claro que Rusia no tiene el poder militar convencional de EEUU o la OTAN, por ejemplo. La crisis ucraniana ha dejado bastantes pruebas de lo que a día de hoy Rusia sigue dependiendo de occidente en determinados aspectos, como visores para los fusiles, gafas de visión nocturna, chalecos tácticos… Por no hablar de los Mistral franceses, los LMV italianos, o los equipos de aviónica israelí para las aeronaves rusas. La industria rusa sigue prometiendo mucho pero cumpliendo poco, ahí está su mejor carro de combate, el T-90, que no deja de ser otro refrito del T-72 (años de guerras han demostrado como terminan estos tanques, calcinados y con la torre boca abajo a diez metros del chasis), o la marina rusa, que a falta de nada mejor va a reemplazar los Su-33 por Mig-29K mientras EEUU sigue realizando exitosas pruebas con el X-47. En el pasado Rusia demostró una capacidad tecnológica increíble, a veces traída con grandes dosis de ingenio (Mig-21, AK-47, RPG, BM-21…), pero a día de hoy se limitan a sacar brillo a sus viejas glorias.

      1. Rusia ganó la 2da guerra chechena. En la primera mientras no matés duramente no lo ganaría cualquiera y eso fue precisamente lo que pasó.

        Y no te creás que en todas las armas convencionales se le gana a Rusia. Los sistemas Smerch rusos p.e no son igualados aún por occidente, y en esta lista están tb los antiaéreos S400 o los cazas pkfa. Las armas que enunciaste son muy antiguas aunque algunas siguen siendo la mejor opción para armar a sus aliados contra enemigos equiparables por ejemplo en siria contra islamistas.

  6. Por último en Rusia siempre ha habido una visión «idílica» y «estética» de cierto pasado zarista…. Al contrario que en España que hemos interiorizado la leyenda negra, y que creemos que el pasado campesino y de servidumbre es negativo.. Hay parte de la «intelligentsia» rusa que no desprecia ni su pasado imperial… Ni ciertos elementos del pasado agrario de la gran Rusia…

  7. Como dijo Bismark «Rusia nunca es tan fuerte como se temiera ni tal débil como se deseara».
    Desde la Guerra de Chechenia o incluso desde la guerra de Georgia, han pasado ya años que Rusia no ha dejado pasar en balde, y sus ejércitos han mejorado y mucho. No hay más que comparar las tropas enviadas a Crimea con las que se vieron en Georgia o Chechenia.
    Rusia no se va a poner de la noche a la mañana a atacar camino del Canal de la Mancha, sus ataques serán más sutiles. Presiones a las repúblicas del Báltico a cuenta de sus minorias, boicot a productos polacos etc Y siempre amagando para ver hasta donde llega la dejadez de la OTAN.

  8. Churchill dijo de Rusia que es “acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma”. Tengo la sensación de que se desconocen bastante las capacidades reales rusas, salvo que tu, Jesús, tengas datos concretos. Anímate a terminar ese artículo sobre el tema de la modernización de su ejército. Yo creo que han empezado la modernización por la tecnología y el uso de las llamadas Fuerzas Especiales y poco a poco irán renovando la parte convencional, aunque eso les llevará tiempo, cosa que no les preocupa porque ellos no pueden ser invadidos. Pero en el campo tecnológico pueden hacer mucho daño. Sería muy preocupante encontrar evidencias de colaboración entre China y Rusia dentro del ámbito del armamento digital.

  9. Creo que Rusia cometería un error si se acerca a China buscando aliados para una «confrontación» con Occidente, ya que el verdadero peligro para Rusia es una China en expansión. Lo del «peligro amarillo» puede que suene un poco peliculero, pero para una Rusia que pierde población a chorros, frente a una China superpoblada es una realidad.

    Claro que ambos podrían madurar hacia una integración económica y una cooperación política (olvidando los caducos conceptos del «espacio vital», la «lucha por las materias primas» y demás). Pero, echando un vistazo a los grupos dirigentes de ambas naciones….no lo veo.

    A Rusia le convendría llegar a un equilibrio estable con Occidente (¿partición de Ucrania a cambio de aceptar el statu quo en las Rep. Bálticas?), para centrarse en desarrollar su economía y su sociedad en cooperación con Occidente, para enfrentar con mayores garantías su futuro frente a Oriente.

    Pero claro, luego tienes ideólogos como el Dugin que pretende que el futuro de las naciones es como una partida de Risk, y te la lía…

    1. Rusia no quiere una confrontación con Occidente, pero es Occidente (EEUU en concreto) quien no la deja en paz, empeñados en reducirla a la mínima expresión y arrinconarla.Y claro, ellos no se dejan. El peligro amarillo existe, pero ahora mismo son ellos, los chinos, lo que no quitan ojo a EEUU y a esto me refiero: ambos, China y Rusia tienen un enemigo común y saben que las batallas próximas se libraran en el cyberespacio en primer lugar y de su éxito o fracaso dependerá el resto. Ahí es donde pueden buscar cooperación mutua.

    1. Si, ya he leido lo del USS Donald Cook y también otros artículos semejantes, todos de voltaire.net y de actualidad.rt y similares, es decir, pro rusos. Puede ser verdad o no, yo no puedo comprobarlo, aunque me inclino a pensar que es cierto porque sé que uno de los puntos fuertes rusos y que mas han reforzado en los últimos años es en este campo de guerra electrónica-informática. Y lo mismo han hecho los chinos. ¡Figúrate lo que pueden hacer si llegan a acuerdos para desarrollos conjuntos!.

    2. Voltairent… ‘Nuff said. Esos artículos de medios cuestionables que te cuentan cosas que no concuerdan con nada que haya aparecido en otro lado y te ofrecen datos que de circular serían secretos…

      Hay una larga tradición de medios rusos contando entresijos fantasiosos de las operaciones militares estadounidenses con balances catastróficos. Por ejemplo, el famoso Venik y sus página sobre aviación rusa que durante la operación de la OTAN en Kosovo daba cifras de bajas aliadas enormes o aquellas famosas transcripciones de las comunicaciones estadounidenses en el asalto final a Bagdad en 2003 y supuestamente captadas por la antena del GRU en la ciudad…

      Si algo parecido hubiera sucedido, todos los medios del complejo militar-industrial estarían clamando más presupuesto, más I+D, menos reducciones de la flota, etc.

  10. ¿Crees que es un despropósito o una posibilidad real, como afirma el polémico David Icke, que el Estado Islámico es parte de una espiral de violencia que tiene como objeto polarizar al mundo islámico e involucrar a otros grandes actores regionales, como Israel e Irán, y por consiguiente a China y Rusia, con el objetivo de dinamitar la Tercera Guerra Mundial?

  11. Si es cierto lo que dice ese artículo seguro que hay una buena razón para ello. De todas formas en todos los sitios hay viejos cacharros en funcionamiento y a veces son muy útiles. Cuando comenzó la guerra de Afganistan los sistemas modernos de comunicaciones no llegaban a ciertos lugares y hubo que usar antiguas emisoras y código morse porque su penetración es mejor y más clara.
    Respecto a tu pregunta, no entiendo muy bien el sentido en el que usas el término «dinamitar», si lo haces en el sentido de desactivar o en el de comenzar. No obstante, quizá si te lees el Plan Yinon, y lo que se ha publicado sobre el Medio Oriente ampliado y el Gran Israel y lo comparas con lo que está ocurriendo verás las similitudes, por dónde van los tiros. Y para lograrlo estan dejando que se maten entre ellos, luego los reunirán como moscas a la miel y aplicarán el insecticida cuando les convenga.El Estado Islámico no es rival una vez le corten la financiación. Lo malo de los planes a largo plazo es que luego las cosas no salen siempre como habías planeado porque surgen variables impredecibles. ¿Alguien pensó hace unos años en los que ahora son los BRICS y lo que pueden modificar ciertos planes?. Ya hay una guerra fría, pero también una mundial por partes, como señaló el Papa: en Ucrania, en Oriente Medio y pronto en Asia-Pacífico habrá enfrentamientos. Al final las fronteras no serán las mismas, incluidas algunas del continente africano.

  12. Lamentandolo mucho tengo que decir que alguien se habia adelantado a Jesus en el tema de la guerra fria . Esto creo que es un analisis de los dias del derrocamiento de Yakunovich , anterior al 24 de febrero .

    «Los estadounidenses han estado recientemente desacreditando los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, Rusia, como un acto de propaganda. Estados Unidos ha estado demonizando implacablemente a Rusia y su Presidente. El apoyo financiero de Putin y la reacción de los manifestantes agitadores en Ucrania por Washington y Berlín no es un acto colateral de la propaganda, sino la prueba del pensamiento estratégico básico de Estados Unidos.

    La Secretaria de Estado, Victoria Nuland, confesó que los EE.UU. han invertido varios miles de millones de dólares en los últimos 20 años para la democratización de Ucrania y es bien sabido que los estadounidenses defienden sus inversiones en el extranjero y en particular los de importancia estratégica.

    Después de Libia y Egipto, donde la ayuda humanitaria de los EE.UU. y la OTAN creó situaciones caóticas e incluso la guerra civil en Libia, los EE.UU. planean con sus sionistas estadounidenses que Siria en las próximas semanas esté bajo la amenaza de una invasión por sus dispuestos aliados después de las conversaciones de paz en Ginebra. Estadounidenses y sus aliados militantes islámicos van a fallar.

    En cuanto a Siria, la posición de Rusia es coherente y clara: Van a hacer lo que sea necesario para mantener la ventaja, lo que significa que si es necesario van a actuar militarmente, porque Rusia sabe que cualquier retirada en Siria desencadenará una ofensiva sobre Irán por parte de los sionistas estadounidenses. Hasta ahora, Siria fue una victoria diplomática y estratégica de Rusia. En la actualidad existe un deseo de Washington de hacer una jugada sobre el tablero geopolítico y obtener una victoria en Ucrania. La política estadounidense en Ucrania, empezando por la llamada revolución naranja en 2004, la financiación de cientos de organizaciones no gubernamentales y la acción de propaganda anti-rusa para instalar el llamado escudo antimisiles en los países que limitan con Rusia, todos tienen por objeto integrar este país en la Unión Europea y la aceptación de la hegemonía de Estados Unidos. El último plan urdido por los sionistas estadounidenses para este país es la historia de una Ucrania buena y una mala. Es innecesario decir quién creen los sionistas estadounidenses que son los ucranianos malos

    Para los Estados Unidos, Ucrania, (la palabra significa frontera en ruso) es una piedra angular de su estrategia en Eurasia. La alianza de ese país con Rusia para ellos es equivalente a que Texas rompa con Estados Unidos. Por desgracia para los sionistas estadounidenses, los esfuerzos por integrar a Ucrania en la UE están condenados al fracaso. Moscú tiene muchas, muchas, oportunidades de ejercer influencia económica en este país y convertirlo en un aliado, al mismo tiempo de tener acceso a una buena inteligencia, debido a su pasado soviético. A diferencia de los aliados de Washington en este país, que no son más que alborotadores anarquistas en su nómina. Una minoría ruidosa no puede socavar la voluntad y la decisión de la mayoría del pueblo ucraniano.

    Washington no abandonará su rumbo estratégico y hará todo lo que esté en su poder para dañar los intereses económicos y estratégicos de Moscú. Todas estas cosas hacen eco de la confrontación entre el Imperio británico y la Rusia zarista por la supremacía en Asia Central , principalmente por la soberanía de Afganistán en 1839 y 1878. Se sabe que ese entonces los sionistas anglosajones no alcanzaron su objetivo. La versión moderna del juego es un conflicto por la supremacía en Asia Central, el Cáucaso y Eurasia entre Estados Unidos-Unión Europea-OTAN y Rusia-China –Unión Eurasiática junto con la Cooperación de Shanghai

    Una nueva guerra fría ya está en marcha.»

    ¿Quien hacia este analisis ? Bueno, el original estaba en idioma griego . Dire que es el analisis de un partido emergente en Grecia…

    http://www.elministerio.org.mx/blog/2014/02/amanecer-dorado-ucrania-comunicado/

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