La voz de su amo

La primera pista de que algo nuevo y diferente se avecinaba me la dio Menéame en el verano de 2013. Las fuerzas gubernamentales de Siria habían usado armas químicas contra la población civil en al menos dos núcleos de población en el área de Damasco y en aquel agregador español de noticias, artículos y curiosidades con un sesgo progresista, republicano, anticlerical y pro-software libre veía repetidas alusiones a medios de comunicación rusos e iraníes.

En mi cabeza no cuadraba que gente de izquierda, con una supuesta mirada crítica hacia la realidad, no dedicara un segundo a cuestionar la veracidad e intenciones últimas de aquellas informaciones fabricadas en Moscú y Teherán. Era, en principio, la misma gente capaz de destriparte un titular del diario madrileño El País considerando los intereses económicos del Grupo PRISA, que sin embargo sufría una completa falta de perspectiva crítica con los medios gubernamentales rusos o iraníes.

Lo que en principio fue una intuición se convirtió en algo evidente por sí mismo tras la intervención rusa en Siria. La aviación de Estados Unidos llevaba meses machacando las fuerzas del Estado Islámico desde la desesperada defensa kurda de Kobane frente al Estado Islámico y con la espalda pegada a la frontera turca en enero de 2015. La contraofensiva kurda llevaría finalmente a la caída de la capital del efímero Califato, Ar Raqqa, en octubre de 2017, en una campaña en la que un batallón de artillería de los marines llegó a agotar la vida útil de los tubos de cañones M777 de 155mm disparando 35.000 proyectiles. Mientras todo eso sucedía, la intervención rusa fue aplaudida desde la izquierda alineada con Moscú y Teherán porque «por fin alguien hacía algo contra el Estado Islámico».

El fenómeno de las cámaras de eco y burbujas informativas tenía una dimensión alucinógena con Russia Today, HispanTV y TeleSur. Lo mismo un vídeo, salido no se sabe de dónde, de una caravana de todoterrenos con un helicóptero de diseño soviético Mil Mi-24 al fondo se convertía para el canal iraní HispanTV en «helicópteros estadounidenses Apache escoltando un convoy del Estado Islámico«, que TeleSur te ponía unas declaraciones de Hillary Clinton sobre Afganistán y se inventaba la traducción para hacerle decir que Estados Unidos había creado el Estado Islámico, como si se tratara de otro montaje más de la famosa escena de Hitler en su búnker de la película «El Hundimiento».

Aunque sin duda mis favoritas eran aquellas noticias que hablaban regularmente de la captura de un coronel israelí (siempre era un coronel, nunca un teniente coronel o general de brigada) en alguna base del Estado Islámico en Siria. O aquellas otras que decían que un centro de operaciones de la OTAN desde el que se dirigía a las fuerzas yihadistas en las montañas de Alepo había sido destruido por los misiles rusos, matando en su interior a oficiales de Estados Unidos, Francia Gran Bretaña, Alemania, Israel, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Marruecos, etc. Que países con agendas diferentes en la región trabajasen codo con codo era una fantasía que sólo captaban los entendidos en la geopolítica de Oriente Medio.

No se puede decir que los invents fueran muy sutiles. Hace poco me encontré a un tal Christian Nader que, desde México afirmaba que el Estado Islámico fue creado en 2009 por el gobierno de Obama. Que el Estado Islámico fuera fundado en 2006 es sólo un pequeño detalle sin importancia (Como diría Les Luthiers, «Que ya estaba fundado, ¡pero él no lo vio!»). También que en 2009 la Special Activies Division de la CIA, junto con las fuerzas especiales de Estados Unidos, lanzaran un raid en el interior de Siria, donde los yihadistas habían establecido sus bases logísticas ante la impotencia o indiferencia del gobierno sirio, que jugaba entonces al bombero pirómano permitiendo que su país se convirtiera en retaguardia de la yihad iraquí.

Todos estos disparates funcionaban porque apelaban a los prejuicios anti-estadounidenses, tan arraigados en España e Hispanoamérica, bajo la premisa de «cuestionar las narrativas oficiales». Como los terraplanistas y anti-vacunas, los defensores de estas perspectivas eran militantes con orgullo de los disparates aprendidos en Internet. Ellos se habían salido del Matrix otánico sionista sorosiano. Y si estos disparates tenían difusión, era porque la maraña de referencias cruzadas entre medios de Rusia, Irán, Venezuela, Siria y Líbano permitía a periodistas perezosos copiar y pegar, citando siempre fuentes de segunda mano. Bastaba arrancar la noticia con un «Según la agencia siria SANA…» Aunque el origen último era una cuenta de Twitter o un grupo de Facebook.

Como en el caso de los terraplanistas o anti-vacunas, que en nombre del escepticismo y el pensamiento crítico, terminan creyéndose cualquier cosa leída en Internet, la gran paradoja de todos estos librepensadores, cuestionadores de la versión oficial y mentes críticas en general es que han terminado reproduciendo de forma acrítica las campañas de desinformación de órganos gubernamentales. Se supone que la lección aprendida del fiasco de las armas de destrucción masiva que justificaron la invasión de Iraq en 2003 era que teníamos que ejercer un sano escepticismo con nuestros gobernantes [*]. No que había que convertirse en crédulo de los aparatos de propaganda de los enemigos de Occidente.

Concluyo con este maravilloso intercambio de tuits. «Karol en Red» comparte una noticia del Jerusalem Post, que cita fuentes iraníes, sobre un supuesto ataque contra una base de operaciones del Mossad en el norte de Iraq. Se decía que había bajas entre los agentes israelíes y que pronto habría imágenes.



«Karol en Red» echa en falta que medios «alternativos» de habla hispana como El Orden Mundial, Descifrando La Guerra y Misión Verdad se hagan eco de la noticia. Que a saber si se llegaron a enterar de su existencia. Pero «Karol en Red» tiene clarísimo que es porque están esperando confirmación de algún medio occidental. Aunque un tal @classic1879 apunta que no lo hacen porque están esperando instrucciones de Israel. Verdad verdadera. Cuestionar los medios y gobiernos occidentales para terminar creyendo cualquier cosa.


[*] Como ya conté allá por 2014 la lectura del libro «Guerra contra Irak», del que fue coautor un ex-inspector de armas químicas de la ONU, me convenció de que ese país no las producía. Participé en las manifestaciones contra la guerra. Hace poco encontré un volante de aquellas manifestaciones que conservé como marcador dentro de un libro.

4 respuestas a “La voz de su amo

  1. Para mí es un misterio por qué a personas, supuestamente de izquierdas, no les produce rechazo lo que viene (incluida la información) de un régimen como el iraní que discrimina a la mujer y a los homosexuales. Yo filtraría mucho cualquier información que me llegase de un régimen así.
    Y de Rusia tres cuartos de lo mismo.

  2. Llevo ya varios años leyéndolo —ahora también en The Political Room— y quiero simplemente mostrarle mi agradecimiento tanto por sus informaciones como por la forma de darlas. La geopolítica es un asunto demasiado olvidado, me temo. Un abrazo.

  3. Muy buen artículo. Nunca entendí esa fe respecto a Rusia, Irán e incluso China, por parte de la izquierda. Parece una forma de simplemente atacar a Occidente. Espero mucho de analistas lúcidos que pongan en evidencia esas maniobras de la confusión.

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