Ayer jueves, como es habitual, salió publicada mi colaboración semanal para la sección Defensa en El Confidencial. Esta vez hablé de una unidad experimental del ejército israelí, preparada para la guerra tecnológica, cuyo coronel jefe murió el día 7 de octubre luchando con un puñado de militares que se lanzaron a rescatar a la población de un kibbutz en un contraataque improvisado. El hecho encierra una trágica metáfora del brutal choque contra la realidad de todos esos planes que hacen los ejércitos de países avanzados.
La Unidad 888 había sido presentada a principios de 2020 y había nacido dentro del impulso de renovación de las Fuerzas de Defensa de Israel dirigido por el teniente general Aviv Kohavi y su plan multianual Tnufa, conocido en Occidente como «Moméntum«. Las FDI habían absorbido las ideas israelíes sobre guerra multidominio, al que Guillermo Pulido ha dedicado el libro La guerra mosaico y multidominio, por lo que la Unidad 888 se conocía en Israel también como Unidad Multidimensional. Cuando se anunció su creación, sus características y sus objetivos enseguida reconocí ideas que había encontrado en mis lecturas y que los lectores veteranos de este blog reconocerán. Por eso decidí que sería interesante hacer un recorrido de mis textos sobre las Fuerzas de Defensa de Israel, sus experiencias, sus desarrollos teóricos y sus planes.

Todo arrancó de pura casualidad, al encontrar el librillo A través de los muros (2012), en realidad una adaptación española de un capítulo del libro Hollow Land del arquitecto israelí Eyal Weizman y publicado originalmente en 2007. Aquella obra me descubrió el Operation Theory Research Institute, uno de los laboratorios de ideas más heterodoxos que haya tenido un ejército de un país avanzado. A los militares que pasaban por él les hacían leer obras de filosofía posmoderna, arquitectura, biología y otras disciplinas. De hecho, el librillo A través de los muros se subtitulaba «Cómo el Ejército israelí se apropió de la teoría crítica postmoderna y reinventó la guerra urbana». Como si la filosofía posmoderna fuera el fuego de los dioses que el ejército israelí había robado. Varios años después, en marzo de 2020, hice una reseña propiamente dicha a aquel librillo.

Ordené todas las ideas en mi primer acercamiento al tema en La perspectiva israelí de la guerra en red (enero de 2015). Allí mencionaba el Operation Theory Research Institute, la experiencia israelí en la Segunda Intifada, la figura del general Aviv Kochavi y el libro Diffused Warfare: The Concept of Virtual Mass de Yedidia Groll-Yaari y Haim Assa con el concepto de guerra en red de fondo. Al libro, también le dediqué una reseña propia años más tarde.

Autores como Eyal Weizman habían puesto énfasis en el manejo por parte de los miembros del OTRI de autores como los filósofos Giles Deleuze y Félix Guattari, que en su obra Mil mesetas hablaban de guerra nómada y de organizaciones distribuidas, pero resultaba evidente también la influencia de los autores estadounidenses John Arquilla y David Ronfeldt y su concepto de netwar. Véase al respecto Breve historia de la teoría de la guerra red (mayo 2015).

En 2019 el general Kohavi, cuya figura había descubierto leyendo A través de los muros llegó a jefe de estado mayor (RAMATKAL) de las Fuerzas de Defensa de Israel. La prensa generalista se sorprendió, especialmente en Francia, con la figura del general licenciado en Filosofía que había debatido sobre autores posmodernos a su paso por el OTRI. Aquí celebré el nombramiento en «Cambio de guardia de Israel» (febrero de 2019).
Kohavi se puso pronto manos a la obra y lanzó su ambicioso plan Tnufa, también conocido como Moméntum, que alumbró la Unidad 888 «Multidimensional» que trato en mi artículo de El Confidencial. El asunto de fondo a abordar era evidentemente la amenaza de Hezbolá en su frontera norte. Un tema que yo había abordado en la revista El Medio en el año 2017 en «La próxima guerra contra Hezbolá» (primera y segunda parte). De su relectura seis años después me quedo con el dato de que el secretario general de la organización chií libanesa había anunciado que en la próxima guerra se combatiría en territorio israelí.
Mi interés por el Operation Theory Research Institute me había dejado con la inquietud de resolver un asunto unido inevitablemente a su historia. En Israel había quien culpaba a sus ideas heterodoxas de los problemas del ejército en la guerra de 2006, una guerra bastante incomprendida sea dicho de paso, tal como expliqué en «Guerra Israel-Hezbolá: la estupefaciente mirada española» (junio de 2016). Así que aproveché el confinamiento durante la pandemia para escribir un artículo que tratara esos temas: la trayectoria del OTRI, el papel de personajes como Kohavi en la Segunda Intifada y el desempeño del ejército israelí en la guera del Líbano. El resultado fue un texto de unas 14.000 palabras que publiqué, cómo no, en la revista Ejércitos: «El pensamiento militar israelí. De la Segunda Intifada a la Segunda Guerra del Líbano«(abril de 2020).
Como conté en «La biblioteca de los libros que nunca escribí» (diciembre de 2022) me mortifica la cantidad de proyectos (libros y artículos) que planifico y arranco con estusiasmo para abandonar por el caminar. Así que haber terminado aquel artículo me resultó muy satisfactorio pero enseguida me planteó un reto. Si fuera capaz de escribir uno o varios artículos que sumaran el mismo número de palabras sobre la experiencia de Israel en los sucesivos conflictos en Gaza y los planes de Israel para enfrentar a Hezbolá en la próxima guerra tendría material para un libro sobre «Las guerras de Israel en el siglo XXI».
Hace poco encontré un organigrama del proyecto en el que anoté «Las cuatro guerras de Gaza» en referencia a las operaciones «Plomo Fundido» (2008), «Pilar Defensivo» (2012), «Margen Protector» (2014) y «Guardián de las Murallas» (2021). Sobra decir que habría que añadir el enfrentamiento de Israel y la Yihad Islámica Palestina en 2022 y por supuesto todos los acontecimientos sucedidos desde el 7 de octubre de 2023. Así que ahora mismo me abruma la tarea. Primero porque es un trabajo considerable. Y segundo porque pienso que sería tedioso de redactar de forma amena e interesante para el lector varios conflictos que repiten el mismo patrón: provocaciones e incidentes, escalada, lanzamiento de cohetes y respuesta israelí. Supongo que la solución sería abordar el proyecto dedicando espacio a los temas transversales: la evolución de los cohetes palestinos, el desarrollo del sistema Cúpula de Hierro, la guerra de túneles, etc. Precisamente en The Political Room publiqué «La Cúpula de Hierro israelí» (mayo de 2021).
Documentándome para mi artículo para El Confidencial encontré que un articulista culpaba a los planes del general Kohavi, que concluyó su carrera militar en enero de 2023, de la debacle del ejército israelí el 7 de octubre. Y pensé que se volvía a repetir la historia del OTRI y la guerra de 2006. Ahí sí que hay una historia interesante. Contar la llegada de Kohavi al puesto de jefe de estado mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel y el desarrollo y puesta en marcha del Plan Tnufa (o Moméntum) para luego contar cómo se falló en anticipar el ataque del 7 de octubre y qué pasó aquel día. Pero pienso que merece la pena esperar a que termine el actual conflicto y que en Israel se lleven a cabo las investigaciones oportunas que seguro aportarán información que ahora nos falta. Por el camino seguro que tendremos una avalancha de lecciones aprendidas.


Comments
4 respuestas a “Israel y el desafío de la guerra futura”
«…seguro que tendremos una avalancha de lecciones aprendidas.»
Y otras que serán ignoradas porque no se querrán aceptar e incluso otras muchas de las que no llegaremos a tener idea porque no se verán aunque hayan estado delante de nuestras narices. 😀
Por cierto y no lo digo en broma ¿has probado a pedirle a ChatGPT que te eche una mano? A la de cuatro o cinco intentos, igual te da una base de trabajo mínimamente aceptable.
Cuando acabe el conflicto de Gaza la depuración de responsabilidades en Israel va a ser enorme, un terremoto político.
Será muy interesante saber que pasó realmente el primer día de la guerra. Que falló y que funcionó.
Que pseudo análisis tan poco profesional, un general israeli muere defendiendo a los indefensos civiles de un kibutz atacado por una orda de salvajes, fue lo único que faltó, sin embargo aparte de la evidente falrta de preparación de un ejercito de ocupación como lo es el israelita, (y la falta de imparcialidad de un pseudo periodista) lo mas evidente es la falta de ética de un perrodista que se esmera en justificar un genocidio, el HOLOCAUSTO PALESTINO, para salir en defensa de un pais asesino de bebes; y olvidando convenientemente dicho sea de paso, que la mayoría de los civiles del kibutz «atacado» a).- son veteranos del ejercito israeli pues en israel el servicio militar es obligatorio, dura varios años y TODOS LOS CIVILES ESTAN DENTRO DE LA RESERVA ISRAELI, si nuestro comentarista (pues analista no es) hubiese investigado un poco mas lo sabría, b).- ademas, el cuentista, porque analista nuevamente no lo es, OMITE señalar lo que afortunadamente ya es del dominio publico, Y RECONOCIDO POR EL PROPIO EJERCITO JUDIO DE OCUPACION, que LA MAYORIA DE LAS VICTIMAS DEL 7 DE OCTUBRE FUERON VICTIMAS DEL PROPIO EJERCITO SIONISTA, su incapacidad para reaccionar adecuadamente, su poca preparación y su salvajismo que los llevó a utilizar los helicópteros AH 64 y los tanques Mercava DENTRO DEL AREA CIVIL DEL KIBUTZ para disparar indiscriminadamente contra judíos y palestinos en un ejercicio de la DIRECTIVA ANIBAL, lo cual resulta muy conveniente para el matiz victimario israeli y heroico del genocida caido en combate (a diferencia de las miles de madres palestinas y miles de niños palestinos asesinados cobardemente desde el aire por el ejercito de ocupacion israeli) pues en el combate terrestre, el propio ejercito de israel reconoce habner perdido la guerra contra un simple grupo insurgente… si los lectores de este blog desean informacion fidedigna, seria mejor se dirigieran con analistas serios como ELECTRONIC INTIFADA o incluso CNN que también reconoció y que hizo un reportaje sobre la directiva Hanibal, medio estadounidense que para nada puede ser juzgado de pro palestino.