Hace muchos años acudí a un sarao académico en Granada donde el general de división al frente de la Dirección de Investigación Doctrina, Orgánica y Materiales (DIDOM) del Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC) del Ejército de Tierra dio una conferencia magistral sobre la transformación en curso de la guerra. Sujetando un ejemplar del libro The Utility of Force del general (ret.) británico Rupert Smith, dijo «está todo aquí». El general habló de cómo siendo un joven teniente había participado en la elaboración de una publicación de Orientaciones sobre contra-insurgencia en el que, según él, aparecían ideas que se manejaban en los debates de aquel momento. El general consideraba que España, a pesar de los debates sobre el tema, no tenía nada que envidiar en materia de doctrina, siendo un referente dentro de la OTAN. Era, en definitiva, el típico discurso español sobre que somos estupendos, todo lo que se escribe nuevo fuera en el fondo ya lo sabíamos y no tenemos nada que aprender de nadie.
En el turno de preguntas expuse que los grandes programas en marcha del Ejército de Tierra eran el carro de combate Leopard 2E, el vehículo de combate de infantería Pizarro y el helicóptero de ataque Tigre. Aquellos tres grandes programas eran el equivalente español al «Big Five» del U.S. Army (M-1 Abrams, M-2 Bradley, AH-64 Apache, UH-60 Blackhawk y misil Patriot) en el marco de la doctrina Air-Land Battle 2000 para enfrentarse a los soviéticos en Europa Central. Cuando pronuncié «Air-Land Battle 2000», los generales de brigada y coroneles que ocupaban la primera fila del auditorio se dieron la vuelta para ver mi cara. Como si el que yo usara la expresión «Air-Land Battle 2000» hubiera activado un resorte en todos ellos. Mi pregunta fue que si, como decía el general, la guerra había cambiado, el Ejército de Tierra iba a tardar otra vez 30 años en adoptar los materiales necesarios. El general se revolvió en su silla y dijo algo así como «pregúntele al ministro de Defensa».
Lancé la pregunta porque en aquel entonces vivíamos en España el debate sobre la conveniencia de comprar vehículos a pruebas de minas que incluyó una campaña de Internet. Yo, que crecí leyendo sobre las «Bush Wars» del África meridional en colecciones de fascículos como Comando y Armas de Guerra, estaba totalmente de acuerdo en la necesidad de vehículos a pruebas de minas tipo MRAP, que algunos en España todavía no terminaban de entender. Finalmente se compraron los RG-31Mk5E sudafricanos.
En 2021 el programa estrella del Ejército de Tierra español es el Vehículo de Combate de Ruedas 8×8 «Dragón», un desarrollo español del vehículo Piranha V de General Dynamics. La compra de un vehículo de combate de ruedas se hacía necesaria para dar el relevo al veterano y ya mítico Blindado Medio de Ruedas (BMR), que ha sido el caballo de batalla del ejército español en sus despliegues más importantes (Bosnia, Iraq, Afganistán y Líbano). Se trata de un vehículo 6×6 diseñado en los años 70. Pesa 15 toneladas y está dotado de una ametralladora M2 de 12,7mm como único armamento principal.
El Ejército de Tierra lanzó un programa de adquisición en el que se presentaron como candidatos el estadounidense General Dynamics Piranha V, el francés VBCI, el alemán BOXER, el finlandés Patria AMV y el italiano Freccia. Considerando que General Dynamics compró la Empresa Nacional Santa Bárbara tras su privatización en el año 2000, todo apuntaba que sería la ganadora del concurso para garantizar puestos de trabajo en España. Así, en la primera edición de la feria de defensa FEINDEF, celebrada en Madrid en 2019, no apareció ningún candidato a mostrar su vehículo. Para confirmar el tongo, el concurso fue anulado y se decretó como ganador el vehículo de General Dynamics por decreto de necesidad aludiendo a razones industriales y estratégicas. En aquel entonces, parecía que sólo iba a haber competencia reñida para elegir la torreta del vehículo y por FEINDEF2 2019 pasaron varias empresas enseñando sus desarrollos. Se elegirían dos modelos. Ambos con un cañón de 30mm como armamento principal, pero una tripulada y otra no. A última hora, la española Escribano Mechanical and Engineering desarrolló una torreta y ganó el concurso. Todo quedó en casa. El «Dragón» no será un Piranha V, sino una versión modificada para introducir componentes españoles. Entre las modificaciones del diseño y la torreta desarrollada a toda prisa, sospecho que las posibilidades de que aparezcan problemas de fiabilidad son altas.
El programa español de un vehículo 8×8 seguía la tendencia generalizada en el contexto de la OTAN de incorporar vehículos 8×8 (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Polonia, República Checa, Portugal, Rumanía, Lituania, etc). Pero la idea le debía mucho a la incorporación de un vehículo 8×8 por el ejército estadounidense a principios de siglo y el desarrollo del concepto de «Brigada Media». El ejército de Estados Unidos adoptó el vehículo de ruedas 8×8 «Stryker«, un desarrollo a partir de la versión canadiense del Piranha, a propósito de las lecciones de la guerra de Kosovo en 1999. La firma de la paz con el gobierno de Belgrado incluyó el despliegue en Kosovo de una fuerza de paz multinacional, la KFOR. Tras la firma de la paz, unos 200 militares rusos, que en aquel entonces formaban parte en Bosnia de la fuerza de paz militar multinacional SFOR, se desplazaron por tierra hasta el aeropuerto de Pristina, adelantándose a las fuerzas de la OTAN [*].
Mientras tanto, Estados Unidos desplazó fuerzas mecanizadas con base en Alemania. Descubrió entonces la limitada movilidad estratégica de carros de combate y vehículos de combate de infantería [Véase «Ruedas y cadenas«], que requieren vehículos góndola o trenes para desplazamientos a larga distancia. El desplazamiento de fuerzas pesadas estadounidenses desde Alemania a Kosovo se vio complicado además por el ancho de vía y límites de peso de los puentes balcánicos.

A finales de 1999, el general jefe del Ejército de Estados Unidos, Eric Shinseki, propuso un plan llamado «Fuerza Objetivo» que introducía de forma provisional un vehículo de ruedas («Interim Armored Vehicle») que sirviera de paso intermedio entre las fuerzas mecanizadas con carros de combate y las fuerzas ligeras con vehículos Hummer 4×4. El propósito era que las brigadas dotadas con el nuevo vehículo fueran fácilmente desplegadas. Así, por ejemplo, un C-130 Hércules es capaz de transportar el «Stryker».
La familia del vehículo Stryker incluía también el Mobile Gun System, un vehículo con un cañón de 105mm en un montaje no tripulado con la función de proporcionar apoyos de fuego («Fire Support Vehicle»). El MGS nunca fue un vehículo muy popular. No hay más que ver cómo se sacude el vehículo con cada disparo para entenderlo. Será retirado en 2022.
La introducción del vehículo «Stryker» vino aparejado con la creación de las Brigadas Medias («Stryker Brigades«) y generó toda clase de debates doctrinales. Los vehículos 8×8 efectivamente pueden moverse rápidamente a lugares de conflicto en caso de necesidad. Pero una vez allí, no dejan de ser vehículos de 18 toneladas con una simple ametralladora como armamento principal. El ejército de Estados Unidos terminó con un vehículo aplicando las lecciones de una guerra de 1999 y luego el mundo cambió.El «Stryker» nació como un vehículo para ser desplegado rápidamente en crisis remotas y terminó rodando por las carreteras de Iraq y Afganistán envuelto en guerras irregulares. Señalaba Robert Citino con sorna que el ejército estadounidense terminó con un vehículo como el «Stryker» y adaptó su doctrina por culpa del ancho de los puentes de los Balcanes.
Las tensiones con Rusia hicieron protagonizar al «Stryker» operaciones de demostración de fuerza, atravesando Europa del Este hasta la frontera estonia con Rusia, en las llamadas «Dragon Ride» en 2015. De pronto, su armamento, una simple ametralladora de 12,7mm en un montaje controlado remotamente Kongsberg Protector, resultó insuficiente. Se decidió entonces modificar los vehículos con una torre MCT-30 también de Kongsberg dotada de un cañón de 30mm.

Tenemos así que la última versión del «Stryker» con torre de 30mm va a ser similar en concepto al futuro vehículo de combate del Ejército de Tierra. En el caso español, la introducción del «Dragón» se hacía necesaria para dar relevo al veterano BMR. Pero da que pensar que el programa estrella del Ejército de Tierra español en este momento sea un simple vehículo de combate 8×8. En circunstancias normales, el gran proyecto estrella del Ejército de Tierra debería ser la modernización de sus capacidades C4ISTAR, abarcando desde los sistemas de gestión del campo de batalla a vehículos avanzados de reconocimiento, pasando por enlaces de datos y drones. Si además, uno atendiera a las lecciones de los conflictos recientes, destacaríamos la importancia de modernizar la artillería (de tubo, de cohete y antiaérea) que en España ha sido totalmente desatendida y la modernización de los medios de guerra electrónica, expandiendo sus capacidades a la lucha contra drones.
Así que surge la duda. ¿El programa «Dragón» es el proyecto estrella del Ejército de Tierra por defecto, porque no hay recursos para otros sistemas y medios relevantes? ¿O se ha convertido en el programa estrella por inercia y nadie ha planteado que un proyecto estrella tendría que ser relevante para la forma de hacer la guerra esta década? El presupuesto del programa «Dragón» es de 2.100 millones de euros. Si pudiéramos retroceder en el tiempo, ¿qué otros usos se le podría haber dado a 2.100 millones de euros para hacer relevante al Ejército de Tierra español en los conflictos del futuro? Como veremos en la segunda parte, la sustitución de los BMR podría haberse planteado de otra manera. Y en posteriores publicaciones veremos hacia dónde apuntan los cambios tecnológicos y doctrinales en la guerra.
Continuará.
Personalmente pienso que, desde la crisis económica de 2008, no hay recursos para otros sistemas. Aunque no descarto que también pese en la decisión del Dragón que nadie haya planteado que un proyecto estrella.
Es que los discursos de los generales patrios siempre son una gran venta de humo que no van a ningún lado y son falsos, ya desde Annual demuestran lo que «saben » de su oficio estos señores…
Venga, Jesús, que aquí todos sabemos que la única razón por la que el programa VCR 8×8 sobrevive es la misma razón por la que se lanzó: intereses industriales. Se trataba de alimentar a cierta industria de defensa, no de cumplir con ningún requisito de las FAS ni de adaptarse a nuevos tiempos, ni de revolucionar la doctrina española, ni de nada parecido. Aunque industrialmente quizá sea un acierto -por más que sea pan para hoy y hambre para mañana-, lo cierto es que es la quintaesencia del armamento barroco, como ocurre con el S-80. Quizá, después de todo, el organismo más pernicioso para la defensa española sea la propia DGAM…
Si os inclináis a comentar sobre este asunto de semejante manera , pues decídles a nuestros profesionales militares de nuestro ejército que como la doctrina estratégica ha cambiado , pues que a partír de ahora irán a las misiones en vehículos ligeros todoterrenos y también a pie por temas seguridad y de asuntos doctrinales ; a ver que les parece la idea .
P. D. : no se lo digáis a una distancia muy cercana , no vaya a ser que tengáis que salír corriendo .
Vuestras conjeturas son alucinantes . Ese BMR tiene 40 años y está OBSOLETO . Se necesita otro vehículo que lo sustituya y que aporte lo que este ya no es capaz de ofrecer .