Lecciones de geopolítica para la fallida República de Cataluña

Los criterios que generalmente se emplean en derecho internacional público sobre qué constituye un Estado Nación se toman de la Convención de Montevideo, aunque yo como sociólogo prefiero emplear a  Max Weber. Vean por ejemplo esto que escribí en 2014: «Palestina como Estado fallido». Cataluña cumplía los tres primeros requisitos: Población, territorio y gobierno claros y definidos. Después de la Declaración Unilateral de Independencia del viernes 27 de octubre sólo faltaba una cosa: reconocimiento internacional. Pasaron las horas y ningún país soberano reconoció la República de Catalunya. Nadie quería establecer relaciones bilaterales con el nuevo país. Pasaron los días y tampoco. Alguno sigue esperando.

Recuerdo cuando los tiempos que políticos de otros países europeos anunciaban que apoyarían la independencia de Cataluña. Juraría que más de uno de las repúblicas bálticas y otros países ex-comunistas cuya soberanía quedó limitada durante la Guerra Fría. Por evidentes razones de memoria histórica, esos países parecían dispuestos a acudir en ayuda de la futura naciente república catalana, ofreciendo el necesario reconocimiento diplomático que permitió el éxito de las declaraciones de independencia de países como Lituania o Eslovenia.

Pero lo que se sucedieron en las primeras horas tras la Declaración Unilateral de Independencia catalana fueron declaraciones oficiales de apoyo a la unidad de España. Sergio Maydeu Olivares se dedicó a recopilar esas declaraciones y compartirlas en su perfil de Twitter. Su criterio fue no hacer caso a declaraciones de políticos a la prensa, sino sólo compartir enlaces a las comunicados oficiales surgidos de los gobiernos. O en su defecto, enlaces a los tuits lanzados por los dirigentes de cada país. Repasé la lista desde el principio y entre los primeros gobiernos en manifestarse encontré algo curioso. Aparecían los países cercanos a España (Portugal, Francia, Italia y Marruecos), países hispanoamericanos y un tercer grupo. Se trataban de Noruega, Finlandia, Lituania, Letonia Estonia, Polonia, Ucrania, Rumanía, Moldavia y Kazajistán.

Me llamó la atención ese tercer grupo porque no son países que uno tenga en mente cuando piensa en los lazos fraternales e históricos de España. No recuerdo mucha literatura sobre la «tradicional amistad hispano-kazaja». Pero el patrón me pareció evidente. Eran todos países preocupados por la Nueva Guerra Fría y la actitud de Rusia tras los acontecimientos de Ucrania en 2014. No es difícil imaginar la poca gracia que hace en esos países los movimientos separatistas, con el recuerdo presente de los «hombrecillos verdes» rusos en Crimea y la posterior acción rusa en Ucrania oriental. En esa lista de países, cada cual tiene su historial de problemas con Rusia, minorías rusas o ambos. Y no sólo hablo de los casos evidentes de las repúblicas bálticas o Kazajistán. Hablo de las conexiones con Rusia del nacionalismo en Gagauzia, la región de Moldavia.

Capítulo aparte merece el rechazo generalizado en Europa a un continente fragmentado en paisitos, lo que haría imposible el funcionamiento de la Unión Europea. Pero añadamos algo más que señalé en su momento y que más de uno tomó a guasa. España había mostrado claramente su compromiso en la defensa colectiva de las repúblicas bálticas. Primero, participando con cazas en el programa Air Policing de la OTAN. Y este año, participando con un destacamento mecanizado en Letonia el despliegue multinacional Enhanced Force Presence. Escribí sobre él en «Rumbo a Letonia. Y España entró en la Nueva Guerra Fría«. Aposté entonces que no veríamos reconocimiento diplomático alguno desde las repúblicas bálticas a Cataluña.

Las cabezas pensantes del Procès pasaron por alto las transformaciones geopolíticas en Europa en el contexto de la Nueva Guerra Fría. Marta Pascal, coordinadora del PDeCAT, decía el otro día que, el ver que no llegaban los reconocimientos diplomáticos, «ha generat una sensació de ‘ostres, què ha passat aquí’?» Alguien en Cataluña no hizo los deberes y la Generalitat se lanzó a un salto al vacío.

17 comentarios sobre “Lecciones de geopolítica para la fallida República de Cataluña

  1. Las declaraciones oficiales no siempre recogen la verdadera postura, expresada a través de otros cauces y a veces respaldada con acciones hostiles. El caso más evidente es el de Rusia.

    Sergio Maydeu recoge como apoyos a la unidad lo que no son sino declaraciones de neutralidad o apelaciones al diálogo, que en realidad son declaraciones soterradas de hostilidad. Creo que es el caso de Israel o de Ecuador.

    Llama la atención el apoyo unánime y rotundo de los países musulmanes, en especial el de Marruecos. La Autoridad Palestina no se ha quedado atrás.

    1. Es decir, que en realidad hay un apoyo unánime a la independencia de Cataluña en todo el mundo. Sólo que lo hacen en plan ninja.

      Es acojonante como se niega la realidad. Es totalmente surrealista.

    2. @Gondomar Reinterpretar la politica internacional en la clave que nos interesa siempre es sencillo, pero resulta en el mismo error que ha llevado al desastre la estrategia actual. El autoengaño sirve hasta el momento en que la realidad te rompe los dientes de un mazazo. Una nueva republica requiere de reconocimientos explicitos que no se han dado. «rotundo apoyo de marruecos»?? … donde esta? … «apoyo unanime de los paises musulmanes» … cuales? … donde estan sus declaraciones?

      La nueva republica no es tal. su president ha huido al extrajero, no hay decretos ni elecciones constituyentes, la bandera de España continua ondeando, se aceptan las destituciones, …

      Algunos lo han hecho terriblemente mal, suicidamente mal, y han causado un daño a Cataluña que llevara tiempo reparar guiando al pueblo hacia un espejismo. Los responsables deberan cargar con las consecuencias.

      1. Me habéis entendido al revés, pero quizá es porque yo me he expresado de manera incorrecta.
        Países musulmanes => apoyo unánime a la unidad de España
        Europa => ídem
        Hispanoamérica => ídem
        Países que tienen problemas con los rusos => ídem

        Excepciones:
        – Los que no se mojan (Israel);
        – Los que no se mojan a nivel oficial pero por detrás, o no tan por detrás, hacen todo lo posible para ayudar a los separatistas (Rusia);
        – Los que emiten comunicados muy flojitos donde principalmente se habla de diálogo (Ecuador y otros).

  2. Una vez que sabemos que el reconocimiento internacional brilla por su ausencia. El problema está en buscar una solución para no encontrarnos con un conflicto enquistado durante años entre, no lo neguemos, un par de millones de catalanes y el resto de España.

    Tenemos a Puigdemont en Bélgica, la extradición directa no creo que pueda ser posible por lo delitos que se le imputan, por lo cual la justicia belga evaluará la pertinencia de la acusación, ya tenemos la injerencia externa y subsiguiente sainete durante meses.

    La justicia belga no es el gobierno belga podemos encontrarnos con una sorpresa desagradable, y el problema se extenderá en el tiempo, lo peor que puede pasar.

  3. A la situación geopolítica actual hay que añadir que el llamado procès ha sido de todo menos legal. En las elecciones de 2015 los partidos independentistas obtuvieron casi un 48 % de los votos en unas elecciones con una participación de casi el 75 %. Eso supone que apoyaban la independencia el 35 % de los electores catalanes, muy lejos de lo que supone un respaldo mayoritario a una independencia.

    El referéndum del día 1 de octubre era ilegal, la presidenta Forcadell se llegó a saltar el propio reglamento del Parlament y su mesa a la hora de convocar el referéndum. El desarrollo mismo del referéndum fue un fraude, se vieron imágenes de gente votando en la calle, personas que votaron varias veces y en lugares diferentes, un recuento dentro de una iglesia, etc.

    ¿Qué país mínimamente serio apoyaría una independencia cuyo proceso ha tenido semejantes irregularidades y deficiencias?

  4. Dos cosas gustaría comentar
    aparte del supuesto apoyo de Israel, también circulaba el rumor que financiaria a la naciente República durante sus turbulentos primeros años. Como si Israel tuviera esa capacidad…….a no ser claro, que se insinue que los judíos controlan el sistema financiero mundial y que si Israel apoya a Cataluña la financiación llegaría. Es decir, una conspiranoia antisemita para justificar un supuesto apoyo israelí, delirante y surrealista.
    El segundo es el apoyo de Rusia. Quiero pensar que no es mas que un cierto apoyo en forma de trolls de Internet. Pero ojo que como de verdad decidan que es la forma mas rapida de implosionar la.UE…….vamos a entrar en la premier league de la politica internacional de la forma más terrible.

    1. ¿Trolls de internet? RT y Sputnik están volcadas en favor de los separatistas catalanes, lo mismo que los partidos de ultraderecha de la internacional putiniana. La consigna viene de arriba.

      Lo de Israel es muy feo. No ha apoyado sino que se ha declarado neutral. Pero declararse neutral en estas circunstancias es un acto de hostilidad. Bélgica también muy mal, desde el principio. Esperemos que lo enmienden ahora que están a tiempo.

      1. Me referia a que espero que el apoyo Ruso se limite a la creación de bulos y noticias. Por que como decidan ir a más, se cumplirá eso que decía el paisano del este durante un corte de carreteras «vereis armas, no teneis ni puta idea……»

  5. A parte de la falta de reconocimiento internacional,los separatistas catalanes explicaban a la población que una vez lograda la independencia se quedarían dentro de la Unión Europea,dentro del euro y que en Bruselas harían la vista gorda con respecto al gasto público,o sea que no les aplicarían el Pacto de Estabilidad

  6. Nos os perdáis la entrevista al coronel Pedro Baños en El Confidencial. Menuda salida del armario. Ya resulta evidente de quién cobra este hombre.

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