El ataque con armas químicas de Goutha: Un caso de desinformación

El 21 de agosto de 2013 se combatía en Goutha, un distrito al este de Damasco que forma parte del cinturón agrícola de la capital de Siria, cuando saltó la noticia de que había aparecido civiles con síntomas de un ataque con armas químicas producido cerca de las tres de la mañana. Médicos Sin Fronteras informó de que colaboraba con tres hospitales en la zona que habían recibido un total de 3.600 pacientes con «síntomas neurotóxicos», de los cuales 355 habían fallecido. Los ataques se habían producido sobre territorio controlado por los rebeldes sirios.

Naciones Unidas fue capaz de enviar al país una misión que recogió muestras in situ, entrevistó a personal médico y realizó pruebas médicas a los pacientes. La conclusión de la comisión de investigación de Naciones Unidas fue que en el ataque se había empleado gas sarín, un tipo de arma química empleada como agente nervioso y que provoca la  muerte por asfixia al paralizar los músculos que ayudan a respirar. Los miembros de la comisión de investigación pudieron, con ciertas restricciones por los combates en curso, moverse por la zona e inspeccionar dos lugares afectados por los ataques en las localidades de Moadamiya y Zamalka. Encontraron en cada lugar un tipo diferente de cohetes con cabeza química. Uno de ellos era del tipo M-14 de 140mm. y diseño soviético que había sido adquirido en su momento por las fuerzas armadas en Siria. Hasta ese momento no se había visto nunca en manos de los rebeldes sirios, que emplean otros modelos de la misma categoría como el Tipo 63 chino de 107mm. y el croata RAK 12 de 128mm. El otro cohete era de un tipo, desconocido entonces, formado por una cabeza de guerra cilíndrica impulsada por un motor cohete de 122mm. Este segundo tipo de cohete fue identificado más tarde como un cohete tipo «Vulcano», desarrollado por el régimen sirio después del inicio de la guerra e inspirado en los desarrollos de la insurgencia iraquí con apoyo iraní del tipo Improvised Rocket-Assisted Munitions.

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Foto vía Syria Direct

La identificación del desconocido cohete «Vulcano» se convirtió en una tarea para Eliot Higgins, un desempleado británico que dedicaba su tiempo a rastrear vídeos de la guerra de Siria y contar los hallazgos en su blog «Brown Moses». Higgins fue el primero que señaló la aparición de armas croatas en manos de los rebeldes sirios apoyados por Arabia Saudita. Pronto empezó a ser consultado por medios de comunicación y organizaciones convertido en un referente internacional hasta convertir sus habilidades en una profesión al frente de Bellingcat. Según Eliot Higgins, el responsable del ataque con gas sarín fue el régimen de Assad. Enumera varias razones: No hay evidencia del uso de cohetes BM-14 por parte de ningún grupo rebelde y los cohetes tipo «Vulcano» han sido empleados exclusivamente por las fuerzas del régimen de Assad. Hay además pruebas del uso de cohetes «Vulcano» en otros ataques químicos que pasaron desapercibidos para la prensa internacional  y su complejidad es tal que sólo pueden haber salido producidos de forma industrial y no artesanal.

El 29 de agosto de 2013 una publicación estadounidense llamada MintPress puso en circulación una noticia firmada por Dale Gavlak y Yahya Ababneh en la que se afirmaba que las víctimas del gas sarín en Goutha habían sufrido los efectos de un accidente en un almacén de armas químicas de las fuerzas rebeldes que luchan contra el régimen de Assad. Las armas habían sido proporcionadas por Arabia Saudita. Dale Gavlak es una periodista freelance que había vendido reportajes a Associated Press con anterioridad por lo que muchos medios elaboraron noticias sobre el texto de MintPress contando que la agencia Associated Press había corroborado sobre el terreno que eran armas químicas de los rebeldes sirios los que habían provocado la matanza. Por ejemplo, en España el diario español ABC informaba el día 2 de septiembre de 2013.

Según Dale Gavlak, corresponsal «freelance» de la agencia norteamericana Associated Press, de sus múltiples entrevistas de estos días pasados con residentes y rebeldes en el barrio de Ghouta y en otras zonas de Damasco, se desprende una conclusión sorprendente y escandalosa: las armas químicas que explosionaron hace diez días, matando a centenares de personas -entre ellos muchos niños- estaban en manos de los rebeldes y procedían de Arabia Saudí. Las fuentes utilizadas por Gavlak afirman que se produjo “un accidente” cuando fueron erróneamente manipuladas.

Dave Gavlak volvió a aparecer en una noticia del diario ABC del día 10 de septiembre de 2013 sobre Siria:

Recientemente la periodista Dale Gavlak, corresponsal freelance de la agencia norteamericana Associated Press, señaló que las armas químicas que explosionaron hace diez días, matando a centenares de personas -entre ellos muchos niños- estaban en manos de los rebeldes y procedían de Arabia Saudí.

La noticia tuvo en su momento una amplia repercusión. La Voz de Rusia reprodujeo la noticia, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov apuntó a la culpabilidad de los rebeldes en el ataque de armas químicas. Los medios oficiales iraníes hablaron de la pista saudí e hicieron referencia a Dale Gavlak. La noticia de Mintpress tuvo bastante eco en Twitter, donde el buscador Topsy muestra cómo la noticia fue tuiteada muchas veces asociando el nombre de Gavlak al perfil de la agencia Associated Press (@ap).

Al poco de circular la noticia el responsable de la relación con los medios de la agencia informó [*] que Gavlek era sólo una freelance con el que la agencia había mantenido tratos con anterioridad pero que la agencia no tenía nada que ver con la elaboración y difusión de la noticia. La agencia decidió desvincularse de su antigua colaboradora y a día de hoy el perfil de Gavlek como autora en la página web de Associated Press está vacío. Pero si es comprensible que Associated Press quisiera distanciarse de una colaboradora que aparecía como coautora de una noticia donde se dejaba entrever una relación estable con la agencia, el asunto dio un giro sorprendente cuando la propia Dale Gavlak se puso en contacto con Eliott Higgins primero y con el New York Times después para aclarar que ella se había limitado a ayudar a redactar en inglés a Yahya Ababneh y que en absoluto era coautora de la noticia ni había elaborado ninguna de las entrevistas sobre el terreno que se le atribuían. Es más, había solicitado a Mintpress que borrara su nombre de la noticia sin que su petición hubiera sido atendida hasta entonces. La noticia era por tanto obra exclusiva de Yahya Baraskat Ababneh, ciudadano jordano que simultaneaba trabajos como profesor de árabe, guía turístico y actor, como desveló el blog Al Bab y confirmó Ammannet. Tirando del hilo, la periodista Laura Rozen encontró un perfil de Yahya Baraskat en la red social rusa V Kontakte donde figuraba San Petersburgo como su lugar de residencia y que, a pesar de ser privado, permite ver una foto hecha en Rusia y subida en febrero de 2013. Jessica Testa y Rosie Gray de Buzzfeed lograron contactar con él mientras preparaban un artículo sobre Mintpress, publicado en octubre de 2013, y les contó que se encontraba entonces en Irán.

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Yahya Baraskat en Rusia en febrero de 2013.

La noticia de Mintpress sobre un accidente de armas químicas entregadas por Arabia Saudita a los rebeldes sirios apareció en pleno debate sobre la masacre de Goutha. El presidente Barack Obama había afirmado que en 2012 que el uso de armas químicas en la guerra de Siria constituía una «línea roja» que una vez traspasada obligaría a su gobierno a intervenir. Pero la opinión pública estadounidense estaba en contra de una nueva intervención para derrocar un régimen hostil, como había sido el caso de Afganistán, Iraq y Libia. Esta vez la oposición a una operación militar contra el régimen sirio vino de izquierda y derecha. Peor aún, el uso de armas químicas como razón para intervenir en Siria resultaba un argumento parecido al de la armas químicas usadas como excusa para la invasión de Iraq. Y que la autoría del ataque resultara confusa sólo añadía leña al fuego del debate.

La información de que rebeldes sirios habían confesado a un reportera de AP ser los responsables del ataque con armas químicas en Goutha fue recogido desde páginas páginas webs conspiranoicas como InfoWars o «alternativos» como el canadiense Global Research. Sobra decir que aquellos días, la noticia de segunda mano y vía terceros fue retuiteada, blogueada, meneada y comentada por todas partes porque encajaba en los prejuicios de cierta izquierda y cierta derecha: «Todo lo que nos cuentan los medios de masas sobre Siria es mentira». Muy pocos medios dieron cuenta de que Dale Gavlak se había desentendido públicamente del texto. Hay excepciones como AntiWar.com, que pidió disculpas a sus lectores. Pero el mal estaba hecho. La noticia circuló y a día de hoy es posible encontrar referencia a ella en medios como el ABC, como mostré más arriba y personas crédulas que sostienen el bulo que puso en circulación Mintpress. Y es que la idea de que se trató de un accidente de armas químicas en manos rebeldes no se sostiene porque no hubo un foco de dispersión del sarín, sino varios donde se encontraron restos de cohetes. Los dos lugares inspeccionados por la comisión de la ONU distaban 16 kilómetros. Según Human Rights Watch, los datos apuntaban a que el ataque había sido lanzado desde zonas controladas por el régimen sirio.

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La cuestión que queda por resolver es, ¿qué es y quién está detrás de Mintpress? El medio nació en enero de 2012 en Plymouth, una pequeña ciudad de Minnesota, de la mano de Mnar A. Muhawesh, que tenía entonces 24 años. Su experiencia previa, tras licenciarse en periodismo, fue unas prácticas en la emisora local de televisión KARE. En sus comienzos Mintpress lanzó en la zona una campaña de publicidad muy activa para contratar personal, lo que llamó la atención a la prensa local. Mintpress arrancó con seis trabajadores a jornada completa y planes para alcanzar pronto la quincena. Preguntada por la financiación de una empresa tan joven y ambiciosa, Mnar A. Muhawesh contestó que provenía de «hombres de negocio retirados» que no podía desvelar. La agenda de Mintpress era progresista con especial atención a cuestiones sociales en Estados Unidos. Mintpress se nutría fundamentalmente de noticias de agencia que eran editadas y ampliadas. Con la salvedad de que las noticias relacionadas con la comunidad LGTB eran desechadas y las relacionadas con Israel y Arabia Saudita eran editadas con acotaciones negativas. Por ejemplo, se añadía la coletilla «el mayor financiador del terrorismo mundial» a Arabia Saudita.

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La puesta en circulación de la noticia del ataque de Goutha se convirtió en la gota que colmó el vaso para algunos periodistas que percibían que habían cuestiones turbias en Mintpress. Algunos abandonaron la empresa y se mostraron dispuestos a hablar sobre su funcionamiento con los periodistas que investigaron cómo un pequeño medio de provincias se había convertido en el epicentro informativo de una crisis de escala internacional. Resulta que Mintpress funcionaba sin apenas generar recursos. Tras desaparecer las referencias a «hombres de negocios retirados» la explicación fue que la financiación provenía de «préstamos». A día de hoy, la portada de Mintpress muestra un banner solicitando donaciones que invita a apoyar el «periodismo independiente» junto con muy pocos banner de publicidad. La impresión de los ex-trabajadores es que alguien financiaba el medio para impulsar cierta agenda política. Y les llamaba la atención las visitas a la redacción de Odeh Muhawesh, suegro de Mnar A. Muhawesh, un jordano converso al Islam shií que estudió teología en Qoms (Irán) y que oficialmente no tenía ningún cargo en Mintpress pero dejaba la duda de quién era realmente la persona que estaba al mando.

A día de hoy Dale Gavlak aparece como coautora de la noticia de Mintpress, a pesar de sus peticiones de que su nombre fuera borrado. Y las afirmaciones sobre que el ataque con gas sarín del 21 de agosto de 2013 en Goutha fue ejecutado por las fuerzas rebeldes sirias con municiones proporcionadas por Arabia Saudita siguen circulando. Es el caso de otras afirmaciones del estilo «Estados Unidos creó/armó/financió el Estado Islámico». Son casos de propaganda en el contexto de la Nueva Guerra Fría que se pueden trazar hasta el origen. Su aparición, obviamente, no es casual.

17 comentarios sobre “El ataque con armas químicas de Goutha: Un caso de desinformación

  1. Se agradece este exhaustivo reportaje sobre la cuestión. Ésta es la forma de desmontar un bulo llegando hasta su origen. Ya vemos que en el origen de las teorías de la conspiración suele haber un conspirador que intenta venderte su propaganda.
    Ojo al papel de La Gaceta e Intereconomierda como difusores de bulos rusos e iraníes en los últimos tiempos. Tienen copada la Red y la extrema izquierda ya les cita sin tapujos. El pepero Julio Ariza ha puesto su empresa al servicio de Moscú.

  2. Como un reguero de pólvora se extienden este tipo de noticias. Se fabrican en un medio de propaganda y solo hay que soltarlas al «aire» para que se difundan y se redifundan durante mucho tiempo.
    Qué sencillo es difundir una mentira y lo que cuesta después poner las cosas en claro.

  3. Fantástico artículo. Muy bueno a la hora de desmontar el bulo. Espero como agua de mayo otro que desmonte esas informaciones que supuestamente demostrarían que los EEUU financiaron al ISIS, que Hillary Clinton admitió lo mismo, etc, etc.

    1. Empecé primero con Wikileaks, pero me va a llevar rato escribirlo por la cantidad de cosas que tengo que leer.. Así que posiblemente meteré mano a ese tema.

  4. En lugar de montarse pajas mentales sobre el tipo de proyectiles que se usó para lanzar los ataques (como si no se preocupasen de hacerlo verosímil si fuese un ataque de falsa bandera), habría que aplicar un principio elemental de primero de criminología: es.wikipedia.org/wiki/Cui_bono

    A ver, a que cerebro de mosquito le entra en la cabeza que con las ganas que le tenía EEUU, sabiendo que aprovecharía cualquier excusa para bombardear y con la lupa de medio mundo encima, se dedicarían Al-Assad a bombardear con armas químicas, dándoles el pretexto que necesitaban. ¿Somos tontos o qué?

  5. Buen artículo buceando en el hilo de dónde sale la noticia. Es una pena que con respecto a Mintpress no se aplique la misma exhaustividad, cosas como «dicen los antiguos emplados…» o as sospechas sobre quien controla el medio (el suegro que pasaba por allí) y de sus ideas porque estudió en no sé dónde. Desluce el artículo

    1. Se hace lo que se puede, y a veces no queda otra que reconocer que es solo una sospecha. Lo incorrecto hubiera sido decier que ese medio es un órgano de propaganda de los servicios secretos iraníes. Porque de eso no hay ninguna prueba ni si quiera sospechas.

  6. Sobre el caso de Ghouta juraria que el ultimo informe de la comision de la ONU de 2013 o uno de 2014 , general sobre todos los ataques en Siria , decia textualmente que el sarin de Ghotua procedia del arsenal del ejercito Sirio . Y algo sabran que recogieron los cohetes con los restos de sarin y despues colaboraron en el desmantelamiento del arsenal sirio

    1. Descubrieron un componente muy particular y atípico en las muestras de armas químicas, hexógeno creo. Luego, mientras destruían las armas químicas pudieron comprobar la presencia de ese componente en las armas sirias.

  7. Wikipedia citando a los informes de la ONU. Dice » probablemente»
    «The evidence available concerning the nature, quality and quantity of the agents used on 21 August indicated that the perpetrators likely had access to the chemical weapons stockpile of the Syrian military, as well as the expertise and equipment necessary to manipulate safely large amount of chemical agents.»[30] It also stated that the chemical agents used in the Khan al-Assal chemical attack «bore the same unique hallmarks» as those used in Al-Ghouta attack.[30][31][32]»

    Lo curioso es que Carla del Ponte en una entrevista a la TV suiza , dos meses antes del ataque , supongo que hablando del ataque de Khan Al – Assal , decia todo lo contrario, que los indicios indicaban a los rebeldes . Claro que del Del Ponte no era miembro de la comisión que investigaba los ataques con armas quimicas sino de la comision que investigada los crimenes de guerra ( que no suscribio la opinion de Del Ponte en su informe, que tambien la misma Del Ponte firmo )

    Aqui una mas de las intoxicaciones ( ejemplo de como se crean los bulos) que desde principios de año se tejieron alrededor de los ataques con armas quimicas . Esas declaraciones de Del Ponte a la TV se recuerdan mas , como no , que los propios informes de su comision o los de la comision especializada en la investigacion de los ataques con armas quimicas.

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