El Océano Índico es el tercero en extensión del planeta. Históricamente fue atravesado por rutas comerciales de largo alcance mucho antes de la era de las grandes exploraciones gracias a la regularidad de los vientos monzónicos que permitieron el establecimiento de una Ruta de la Seda por mar. Está documentado el intercambio de mercancías ya entre los imperios de Roma y China. Mediante rutas marinas el Islam llegó a la isla de Zanzíbar a finales del siglo X y al sur de Filipinas a finales del siglo XI. Hoy las rutas comerciales que lo atraviesan conectan los países productores de hidrocarburos y materias primas de África y el Golfo Pérsico con las zonas industrializadas del Sudeste Asiático y los mercados de Europa. Como gran vía de comunicación entre Europa, África Oriental, el Golfo Pérsico y la región de Asia-Pacífico el comercio marítimo en el Océano Índico supone la la mitad del tráfico mundial de contenedores.
India, que le da nombre al océano, ocupa una posición central en su parte septentrional. Es el segundo país más poblado del planeta y es el cuarto mayor consumidor de energía del mundo. Las proyecciones estiman que el volumen de su población superará a la de China y ascenderá al puesto del tercer mayor consumidor de energía a mediados de la próxima década. Es bien conocido el interés que genera al ascenso de China como gran potencia asiática, a la modernización de su armada y cómo todo ello afectará a la hegemonía naval de de Estados Unidos en el Pacífico. Pero el ascenso de China e India plantea igualmente desafíos estratégicos. Las proyecciones estadísticas para las próximas décadas del siglo XXI de cualquier variable de estos dos países alcanzan cotas superlativas. El desarrollo económico de China e India se sustenta sobre un creciente consumo de materias primas y recursos energéticos que se acelerá según se expandan las clases medias de ambos países con patrones de consumo cercanos a los occidentales.
China se convirtió en un importador neto de hidrocarburos en 1993 y en el transcurso de una década multiplicó por dos su consumo. En 2003 era el tercer mayor importador del mundo de petróleo y el segundo mayor consumidor. El origen del 40% de las importaciones chinas es el Golfo Pérsico y en su transporte por mar hasta aguas del Pacífico han de cruzar el Estrecho de Malaca, por donde atraviesa el 80% de todas las importaciones chinas de hidrocarburos. En el caso de la India, el país es de la misma forma dependiente de una forma creciente de las importaciones de recursos energéticos. India cubre con importaciones el 80% de sus necesidades de petróleo de las que dos terceras partes proceden de Oriente Medio. India importa además carbón de varios países ribereños del Océano Índico: Sudáfrica, Mozambique, Indonesia y Australia.
El Océano Índico se ha convertido en la gran vía de comunicación por la que fluyen las vitales importaciones de recursos energéticos de India y China. Garantizar la libre navegación por sus aguas se ha convertido en una necesidad de primer orden para ambos países. Por ello ambos país están lanzados en una carrera de toma de posiciones y han lanzado ambiciosos planes de construcción naval que convertirán el Océano Índico en un importante tablero geopolítico en las próximas décadas.
[Esta es la introducción a uno de dos artículos que estoy preparando sobre la rivalidad geopolítica de India y China en el Océano Índico]
Siempre creo que se suele subestimar el rol de la India a la hora de contrapesar (aunque sólo sea mediante el rol de pequeño-grano-en-el-culo) el creciente peso chino en asuntos de geoestrategia.
La rivalidad en el Índico es también un reflejo de la rivalidad en África. Es para ellos un mercado de materias primas y un mercado para sus productos. La India parte con ventaja ya que en varios de esos países hay minorías de origen indio que llevadas por los colonizadores británicos, ahora se dedican al comercio. La presencia de chinos en África ha sido hasta ahora anecdótica.
Pd, totalmente off topic, en un viaje a Cuba me comentó mi taxista que a los chinos les gustaban las negras cuanto más prietas mejor jajajajajaj
Justo el día que sacaste este post me he encontrado con The Outlaw Sea de William Langewiesche, sobre astilleros y desarmaderos de barcos, comercio y piratas en el Océano Índico.
Hay edición española y la leí hace tiempo. Sobre piratería en el Océano Índico desde entonces han salido un montón de títulos. Pero el libro me pareció interesante por las otras historias, el hundimiento del «Estonia» y el desguace de barcos en la India.