El pasado viernes 5 de junio hice un viaje relámpago a Gran Canaria para asistir como público a la jornada #ÁfricaEsNoticia: Conflictos en África. Presencia española y nuevos retos para la seguridad del continente que coorganizaban Casa África y el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE). Hablé ya aquí del evento porque es un reflejo que a día de hoy está totalmente asumida la relevancia de África para España.

Arrancó la mañana con el general de brigada Ballesteros, director del IEEE, que habló de Canarias desde un visto de vista geopolítico en una línea muy parecida a la charla que impartió aquí en Tenerife en 2013 y que en su momento me sorprendió favorablemente por emplear un punto de vista geoeconómico. Lejos de mensajes alarmistas ante la situación en África Occidental, según el general Ballesteros, la posición de Canarias proporciona más oportunidades que amenazas.
Los contenidos de aquella charla quedaron reflejados en un artículo publicado por el IEEE. En la segunda parte abordó las amenazas para España y el conjunto Magreb/Sahel. Cerró con una idea que evidentemente me hizo sonreír. Según el general Ballesteros, la «frontera de seguridad» de España ya no es el Magreb sino el Sahel. Es decir, la idea del Flanco Sur Profundo ha sido plenamente asumida.

A continuación tuvo lugar una mesa presentada por Joan Tusell, jefe de prensa de Casa África. Arrancó el profesor Óscar Mateos hablando sobre la naturaleza de los conflictos armados en África. Se refirió a la importancia de los actores no estatales, el carácter transnacional de los conflictos y cómo se insertan en la dinámica de la globalización. Es decir, habló de la esencia Guerras Posmodernas. Hizo, cómo no, una crítica al modelo de «paz liberal», que es una constante de los africanistas españoles. Y terminó repasando las limitaciones de la Arquitectura de Paz y Seguridad Africana, base de las famosas «soluciones africanas para los problemas africanos». Por el camino, habló de la emergencia en África tras la Primavera Árabe de una nueva generación de activistas políticos formados por jóvenes urbanos que identificó con los «nuevos movimientos sociales en red» de Manuel Castells. La suya fue una intervención muy densa en contenido y cada tema hubiera dado por una charla en sí misma. Es un autor al que seguirle la pista.
El siguiente en intervenir fue el periodista Ignacio Cembrero, que fue corresponsal del El País en Marruecos y luego trabajó para El Mundo. Es el autor de Vecinos Alejados, una de los pocas crónicas periodísticas de la realidad marroquí que conozco y que en su momento alcanzó notoriedad por desvelar el papel de Francia en la crisis del islote de Perejil. Con ese bagaje, su intervención se centró en el Magreb. Hizo un recorrido desde la fallida «primavera argelina» de 1992, que identifica como el origen de los actuales problemas de la región, al actual caos en Libia. Segun Ignacio Cembrero, a lo que estamos asistiendo es a una fase de inestabilidad en la región que durará décadas.
Por último, en esta mesa habló el teniente coronel Jesús Díez Alcalde, investigador del IEEE. Habló del papel de las fuerzas armadas españolas en África, aportando datos como que actualmente más de la mitad de las misiones exteriores españoles se ubican en África y que España ha estado presente en todas las misiones europeas en África. Allí hay hoy más de 800 militares españoles, lo que convierte al país en el segundo contribuyente de misiones europeas de la actualidad. El teniente coronel Díez Alcalde remarcó que esta reciente vocación africanista no es temporal. «España está en África para quedarse», dijo. Y que allí se juega la seguridad española.

La segunda mesa abordó la cuestión de Boko Haram en Nigeria. Habló primero el profesor Jesús Núñez Villaverde, que acaba de sacar libro sobre el tema: Boko Haram. El delirio del califato en África occidental. Presentó la idea de que la aparición del grupo es la respuesta a una serie de problemas estructurales del país (subdesarrollo, corrupción y desigualdad interregional, etc.) de los que se nutre el yihadismo en el noreste del país. Contó además cómo el grupo logró apoyos populares en su comienzo en la espiral de acción-reacción que la respuesta de violencia indiscriminada de las fuerzas de seguridad. El profesor Núñez no dejó a un lado la necesidad de medidas de fuerza contra Boko Haram, pero señaló que la solución definitiva no será militar.
La segunda intervención en la mesa fue la de Pepe Naranjo, periodista canario radicado en África Occidental que actualmente ejerce de corresponsal para El País. Vivió la Operación Serval en Mali y antes de eso fue un pionero en el periodismo canario cubriendo la llegada de inmigrantes a nuestras costas. La suya fue una mirada a ras de suelo, tras haber visitado el noreste de Nigeria. Encontró un enorme contraste entre el norte y el sur del país, donde se ubica la riqueza petrolífera. Y que la falta de servicios del Estado empuja a los residentes en las zona fronterizas del norte a buscar asistencia sanitaria en la vecina y paupérrima Níger. Describió los horrores sufridos por la población a manos de Boko Haram, tras haber recabado testimonios.

La última mesa del día fue dedicada al periodismo y la información sobre África. Arrancó con Gema Parellada, que esta vez nos contó su experiencia en la guerra civil de Costa de Marfil. El suyo fue un testimonio cargado de emoción tras haber vivido allí experiencias bastante intensas con muertes muy cercanas. Quizás para dejar buen sabor de boca, la siguiente y última intervención del día tuvo un registro totalmente diferente.
Lola Huete Machado habló de la presencia de África en los medios y los problemas que se encuetran los periodistas para colocar sus reportajes en redacciones donde sólo interesa África si hay algo tremebundo. Así nació «África no es un país» en El País, para mostrar esas noticias que no tienen cabida normalmente en las páginas del periódico. Contó el esfuerzo para incluir más voces africanas en el periodismo sobre África. Y también nos habló de «Planeta Futuro», que se dedica, dentro de El País también, a hablar de derechos humanos, medio ambiente, desarrollo, etc. y todas las iniciativas innovadoras y emprendedoras en países no desarrollados que pasan desapercibidas para la prensa general.
El balance para mí fue positivo. Vi caras conocidas, se acercó un lector del blog, tuve tiempo de hablar con algunos de los ponentes y me lo pasé estupendamente. Recuerdo cuando me quejaba que en Casa África no se tratasen esos temas. Supongo que el Jesús Manuel que fui en 2005 alucinaría al escuchar al director del IEEE hablar del Flanco Sur Profundo con otras palabras. Diez años ha tardado desde aquellas dos entradas de blog (en marzo de 2005 y en noviembre de 2005) donde acuñé y expliqué el concepto respectivamente. Fue en 2007 cuando hablé del Sahel, palabra en boca de todo el mundo hoy, rematando con un «el que avisa no es traidor». Y en 2009 llamé la atención acerca de cómo en un número monográfico de la revista Atenea sobre África no había una sola mención a la importancia de África Occidental para España, quedándose en AFRICOM y la presencia española en el Congo. Así que lo que en aquel entonces era locura, hoy es sentido común.
Lola Huete Machado ha hecho también una crónica de las jornadas: «La seguridad de África es la nuestra».
Me alegro de tener una referencia acerca del desarrollo de esta jornada. Por lo que comentas, todos centraron sus charlas en los distintos problemas que tienen los paises africanos y las amenazas actuales (bien por tu visión y tus conceptos adelantados, Jesús), pero sólo uno, el General Ballesteros, hizo referencia a las oportunidades de negocio que ofrece Africa. No solo para Canarias, sino para España. Pero nunca hemos aprovechado nada. Si, tenemos militares ayudando en distintas cosas, pero apenas hay presencia española en el ámbito de los negocios. Eso se lo reparten entre los franceses, ingleses y americanos, principalmente, con creciente presencia china.
Sería muy deseable que el gobierno de España, sea del color que sea, tomase conciencia de la importancia de apoyar a los empresarios españoles allí. Claro que para eso deberíamos tener una clara política exterior y un Ministerio de Exteriores con un buen servicio de apoyo al comercio, como hacen los demás. Ese apoyo debe ir más allá de informar acerca de las líneas oficiales; tambien deben ser capaces de proporcionar los contactos necesarios en los distintos ámbitos, amén de informar sobre cómo se mueven realmente las cosas sobre el terreno. Como hacen los demás paises. Nosotros tenemos servicios en el exterior, los demás tienen un servicio de exteriores. No se si me explico, que creo que sí.
Está bien visitar paises africanos para ver in situ como están las cosas, pero sirve de poco cuando vas a ver lo que quieres ver, sobre lo que vas a escribir porque eso es noticia, o porque quieres hacer una tesis llena de datos estadísticos que se ajusten a tu idea. Pero hay que bajar a la arena empresarial, al dia a dia para darse cuenta de que a España nunca le ha interesado realmente Africa más allá de las pateras. Y así nos va. tenemos 800 militares, y eso es bueno por distintas razones que no voy a enumerar, pero si nos fijamos bien lo que están haciendo de manera indirecta es ayudar a consolidar el terreno para que las empresas extranjeras puedan operar sin problemas. Con la agravante de que luego esas empresas son las que le ponen la proa a las españolas cuando estas intentan introducirse en el mercado.
Un saludo
¿Para cuándo un análisis de la influencia de las inversiones chinas en el continente?
Aunque no está directamente relacionado con Guerras Posmodernas, se echa en falta en todos los sites de geopolítica.
Enhorabuena por verlas venir: hacen falta más analists como tú,
Un saludo
Me consta que Casa África tiene una sección dedicada a negocios en ese continente. Aunque la implantación española allí depende del ICEX, que supongo que funciona como todo en España. Yo me quejé en su momento de que Casa África se centrara en montar eventos de gastronomía africana o encuentros de mujeres africanas emprendedoras sin abordar los problemas y conflictos africanos. Así que no me quejaré de que ahora organice actos centrados en esos temas.
Escribí en su momento sobre la entrada de empresas chinas en América Latina. No he abordado la entrada de empresas chinas en África a pesar de que hay una abundante bibliografía al respecto. Todavía estoy tratando de entender los conflictos armados. Hay temas importantes que se me escapan porque no doy abasto.