Errando el blanco

Podrán creer ustedes lo que quieran sobre el Mossad y sus capacidades legendarias. Pero el verano pasó se armó mucho ruido por un mal movimiento de la Embajada de Israel en España. El día 31 de agosto la periodista Yolanda Álvarez anunció en Twitter que abandonaba la Franja de Gaza, donde estaba en calidad de reportera de RTVE, por “motivos personales”. Me resulta imposible encontrar el tuit pero sirva de prueba este artículo de opinión que recoge sus palabras. Pudo ser una excusa ante la existencia de otras causas. A saber.

El día 1 de agosto la Embajada de Israel publicó un comunicado criticando su trabajo, donde decían que se había convertido «desde el primer momento en correa de transmisión de los mensajes, cifras, imágenes y datos de Hamás».  ¡Ardió Twitter! Todo el mundo atribuyó una relación causa-efecto a los dos comunicados y nació una nueva mártir del periodismo español. Personalmente sus crónicas nunca me parecieron a la altura de ninguno de los dos extremos que se le atribuían. Ni terribles ni brillantes. Revista de Medio Oriente realizó un análisis de la cobertura informativa realizada por los corresponsales españoles en Gaza. Pueden juzgar ustedes mismos.

Ayer se supo que RTVE no le renueva el contrato a Yolanda Álvarez junto con otros corresponsales. Volvió a arder Twitter. Me resultaron divertidos los piropos que le lanzaron muchos como periodista. Sospecho que muchos de aquellos entusiastas de su trabajo encajarían en el perfil español típico de inglés «nivel medio», por lo que dudo de su capacidad de juzgar el trabajo de una periodista cubriendo un conflicto si no se informan y contrastan con la prensa internacional. En el caso de Gaza, pienso que «periodismo es todo aquello que Hamás no quería que se mostrara, el resto es propaganda». Y nunca vi a ningún periodista español contar que su trabajo sufría las presiones y cortapisas de Hamás.

Casualidades de la vida, esta madrugada el diario israelí Haaretz publicaba las conclusiones de un informe de Amnistía Internacional sobre las acciones palestinas durante el conflicto del pasado verano, como por ejemplo el uso de hospitales, templos e instalaciones de Naciones Unidas como almacén de armas. El informe menciona que murieron más palestinos que israelíes por culpa de los cohetes palestinos. Además, cuenta que las organizaciones de derechos humanos vieron su trabajo impedido en la zona. Un detalle curioso. El informe confirma mis conclusiones sobre la explosión en Al Shati del 28 de julio de 2014 en la que murieron varios niños. Fue un proyectil palestino. Hablé de aquel caso aquí en mi blog. Sin embargo, Yolanda Álvarez informó aquel día que las víctimas habían muerto por culpa del ataque de un dron israelí. Pero a estas alturas ya lo deben saber. La cobertura del periodismo español sobre Israel es como la tostada de la ley de Murphy. Siempre cae del mismo lado.

4 respuestas a “Errando el blanco

  1. En muchos casos se ve que los periodistas que elaboran las crónicas y/o reportajes no conocen bien el tema del que escriben. No es raro ver como meten con calzador en sus textos términos como drone, o misil (aunque se trate de un cohete), etc, sin saber muy bien de lo que están hablando. Parece que quieren dar la impresión de que saben del tema, consiguiendo lo contrario. No cuesta nada pedir consejo a expertos sobre el tema antes de aventurarse a decir inexactitudes o meteduras de pata. Si no haces bien tu trabajo te expones a perderlo.
    Desde ayer he visto algunas reacciones al cese de Álvarez y creo que es el típico corporativismo (que se da en muchas, muchas profesiones) que hay en el periodismo y que contrasta con los codazos y puntapiés entre unos y otros (que se dan en muchas, muchas profesiones) que se ven en el día a día cotidiano.

  2. Yo opino lo mismo sobre la falta de profesionalidad de muchos periodistas. No les pido un conocimiento de especialista, pero hay cosas que claman al cielo. Lo de llamar «Armada» al US Army, o hacer una crónica delante de unos aviones Tornado diciendo que eran aviones norteamericanos preparándose para bombardear Irak, o el típico «fragata» para cualquier cosa gris a flote. Leches, no les pido un nivelazo, simplemente que se informen un poco antes de hacer su reportaje. Que es lo que se supone que debe hacer un periodista,

    Luego hay otras cosas como del BMP destruído de «Fátima» Rodicio diciendo que era un «tanque» (sic) americano que claman al cielo. Aquello fué una clara maniobra de propaganda. En las antípodas de lo que se supone debe ser un periodista. Pero eso ya entra dentro del activismo político travestido de periodismo que, desgraciadamente, abunda en nuestros días.

  3. El nivel universitario español daría para un hilo entero pero, en especial, el nivel del periodista universitario medio español, solo tiene como dogma ser básicamente anti-americano y anti-capitalista, así les les luce el ridículo en cada crónica.
    La universidad es un vivero de ello, lo digo con conocimiento de causa, tengo dos hermanos «periodistas».

    Muy buen blog, felicidades por los análisis.

  4. Si ella está en Gaza empotrada, veo normal que cuente lo que dicen allí y lo que hay desde ese punto de vista.

    Lo que quizás falta, es el contrapeso del otro lado, de otro que informe desde Isarel. Aunque ya lo hacen con comunicados de prensa y demás, cosa que por otro lado, no se le da misma credibilidad.

    En la prensa española lo que falta es reconocer errores. Por ejemplo, que esta corresponsal dijera que el cohete era de Israel no es grave, puesto que por dónde estaba y en ese momento quizá era la versión más verosimil y la que más se repetía. El problema es que una vez que se confirma, o cuando hay dudas al respecto, no se informa sobre ello ni se rectifica lo anterior.

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