Europa: lo peor está por llegar

Desde hace tiempo veo que se repite un fenómeno en Europa. Encuentro una fuente de información de dudosa reputación alertando de un problema tremebundo en algún país. Ese problema me resulta totalmente novedoso porque los medios tradicionales no hablan de él. Y me surge la duda de cómo puede ser que algo tan tremebundo no esté siendo tratado por los medios. La explicación más sencilla es que se trata de un bulo porque la información encaja perfectamente en la narrativa apocalíptica de esa fuente de información. Es lógico que si fuera verdad, si estuviera pasando algo tan grave en Europa, los medios estarían abordándolo para que hubiera un vivo debate público sobre el tema y las autoridades competentes se hicieran cargo. Es más, para tranquilizarnos los medios tradicionales publican de vez en cuando algún artículo donde se menciona el problema pero se identifica como un bulo creado por partidos políticos radicales y medios de comunicación marginales, todos con dudosas intenciones.

Tiempo después, el fenómeno estalla. Y descubro que el problema era real. Entonces, los medios tradicionales abordan el asunto desde la más absoluta perplejidad porque les cuesta creer que algo así suceda en la próspera y democrática Europa. Los opinadores profesionales alertan entonces del peligro que supone para la democracia europea los partidos políticos que ofrecen soluciones contundentes y simplistas a problemas complejos.

El ciclo se ha repetido varias veces. Así descubrí que si uno quiere conocer la realidad de determinados fenómenos en Europa no puede acudir a los medios de comunicación tradicionales. Los medios de comunicación europeos ocultan la realidad y tergiversan la realidad. Y en ocasiones, directamente inventan la realidad. Creo que hacen todo eso porque llegaron en su momento a la conclusión de que la opinión pública europea no es suficientemente madura para enfrentarse a ciertos problemas sociales y es preciso orientarla hacia las ideas correctas.

La falta de credibilidad de los medios de comunicación no es algo que yo haya descubierto porque dedique mucho tiempo a informarme en Internet. No hay de especial en ello. Lo sabe todo el mundo. Los medios de comunicación se han convertido en un chiste, vendiendo personajes como Greta Thunberg, recomendando a la gente que no tenga hijos para evitar el calentamiento global y presentando como tendencias de moda prácticas que reflejan la precariedad laboral y los pocos ingresos de las nuevas generaciones.

El resultado es que, tal como reflejan las encuestas, la gente se forma de manera creciente una opinión sobre la realidad a partir de las cosas que comparte su círculo de contactos en redes sociales. Abundan los medios alternativos, los creadores de opinión en Twitter y las páginas de Facebook que pretenden contar todo eso que “lo que los medios de comunicación no quieren que sepas”. Y abundan las noticias y las historias falsas. Trump ganó las elecciones en Estados Unidos con toda la prensa escrita, a excepción del National Enquirer, en contra. La campaña de Bolsonaro se vio impulsada por informaciones sensacionalistas que circulaban por Whatsapp. Por supuesto, los mismos medios de comunicación que dejaron de cumplir su papel fundamental en las sociedades democráticas publican columnas de opinión y organizan debates sobre la democracia en crisis.

En la ciudad de Dijon la unidad especial RAID de la policía francesa ha desplegado sus blindados MRAP 6×6 Nexter Titus y los más pequeños Panhard PVP, como si una zona de guerra se tratara. Todo comenzó con la paliza que un checheno de 16 años recibió a manos de una banda argelina y desde la ciudad de Niza se organizó una caravana de vehículos para tomarse la venganza, lo que degeneró en disturbios que duraron varios días. Las bandas implicadas se congregaron en Dijon con armas de fuego como fusiles AK y AR-15, además de escopetas y armas cortas, sin que se pueda confirmar cuántas eran reales y cuántas eran réplicas detonadoras o de airsoft. Sí circulan vídeos de columnas de humo elevándose sobre Dijon con el sonido de tiros de fondo.

Según el periodista Vincent Glad, ambos bandos emplearon profusamente las redes sociales para convocar a los suyos y lanzar mensajes de amenaza al contrario, pero sin que hubiera verdaderos choques frontales al quedarse todo al final en demostraciones de fuerza. Su recuento parece tener sentido, porque de haber ocurrido batallas campales tendríamos un número elevado de muertos y heridos. Por su parte, la investigadora Yéléna Mac-Glandières explicaba cómo el sentido de identidad chechena y los códigos morales tradicionales actuaron para que el llamamiento a la venganza fuera respondido por una colectividad amplia. Como curiosidad, esto último, por lo visto, generó simpatías en cierta ultraderecha francesa cuya postura es habitualmente contraria a las minorías inmigrantes musulmanes.

Me he encontrado noticias como la siguiente del diario barcelonés La Vanguardia: “La crisis de orden público pone en jaque al Gobierno francés”. El enfoque de la noticia es que lo sucedido en Dijon no es preocupante que suceda en un país desarrollado y democrático por sí mismo. Es preocupante porque deja en mal lugar al gobierno y refuerza la narrativa de cierta oposición, especialmente el de fuerzas políticas como la que dirige Marine Le Pen. Como ven, el principal problema para la intelligentsia europea es evitar que la gente piense mal y vote al partido equivocado. Supongo que así seguiremos los próximos años. Hasta que nada tenga remedio.

9 comentarios sobre “Europa: lo peor está por llegar

  1. Los medios tradicionales, en mi opinión, lo tienen cada vez más difícil para sobrevivir. Además de por la mala información que dan (sea por ineptitud, por desconexión de la realidad, porque obedecen a la voz de su amo, etc) también porque cada vez más gente se informa a través de redes sociales y medios alternativos.

    Para colmo, son varios los medios tradicionales los que solo facilitan algunos de sus contenidos en internet bajo suscripción. Creo que lo tienen difícil, pero ellos se lo han buscado convirtiéndose en los portavoces del establishment.

  2. Para la obtención de información general en España, la editorial de los medios sirve para tener la versión actualizada de sus dueños. Además, hay firmas de opinión interesantes en los periódicos. En la red hay bastantes firmas de información y de opinión supuestamente independientes.

    Para profundizar hay que acudir a blogs o a podcast que informan sobre temas profesionales.

    De manera que se trata de buscarse la vida y confiar en fuentes independientes y bien informadas. Esta es mi experiencia.

  3. Los medios tradicionales están hablando de este problema desde el primer minuto. Pon «dijon chechenos» (sin las comillas) en Google y verás que toda la prensa escrita y las televisiones han hablado del tema, algunas con un tono bastante catastrofista.

    Me temo que el problema es que no lees habitualmente los medios tradicionales o tienes tal sesgo contra ellos que te impide ver que suelen informar de estas cosas mejor que los medios «alternativos».

    Que sí, que los medios tradicionales desbarran en muchas cosas. Pero desbarran sobre todo desde que tienen una versión en internet y tienen que competir con el mercado «alternativo». Pero en cualquier caso el desbarre no es el mismo que el de los medios alternativos o el de las redes sociales, que también tienen dueños y accionistas.

    Por cierto, la propaganda siempre es gratis. No tiene sentido cobrar por la propaganda, puesto que se quiere llegar al máximo números de personas. Sólo por ese detalle es evidente que los medios tradicionales por lo general hacen menos propaganda que los alternativos. En los medios tradicionales la mentira se penaliza. En los medios alternativos no se penaliza e incluso se premia.

  4. Por cierto, muy bueno tu artículo sobre el fenómeno «Bogaloo». Mi enhorabuena por él. ¿Ves?, de ese tema apenas ha tratado la prensa tradicional española o bien lo ha hecho de forma más superficial que tú. Por eso también es bueno leer blogs y cuentas de Twitter, si sabes filtrar lo bueno de la morralla. El problema es que el grueso de los internautas no tiene ese capacidad de filtrado y por eso tu blog, por desgracia, no figura entre los más leídos cuando en realidad lo merecería. Lo más recomendable es buscar un equilibrio entre los medios tradicionales y los medios gratuitos en internet que ofrecéis buena información sin propaganda, que sois los menos.

  5. Hombre Gondomar que el autor del blog no se refiere a este caso en concreto. Solo lo usa como ejemplo de la última fase de la reacción de los medios de comunicación tradicionales.
    La lucha entre chechenos y argelinos ha llegado a la prensa pero es que este tipo de casos son habituales en ciertos lugares de Francia y desde medios alternativos se ha venido denunciando desde hace tiempo. Y los que lo hacían eran a su vez denunciados como «fascistas» por los medios de comunicación tradicionales, si es que llegaba a trascender algo. O se decía que eran bulos.
    Pero la cosa ha sido tan llamativa que no han podido dejar de hablar de ello.
    ¿Qué están diciendo? Que no hay que hacer el caldo gordo al Frente Nacional etc

  6. No nos vengamos arriba con Bolsonaro, ganó porque encarcelaron a Lula de forma anticonstitucional según la corte suprema de Brasil.

    Por lo demás bastante de acuerdo..

  7. Paseando un día por un pueblo grande de España me sorprendió ver pintadas en las que ucranianos y rusos, que deben vivir allí, se insultaban y amenazaban en español (eso es integración).

    Las larvas de esos monstruos, ya están aquí. Mientras se sigue con los Sálvame, nombre premonitorio.

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