Iberoamérica se reinventa mientras mirábamos a otra parte

Las FARC están en la mesa de negociación con el gobierno colombiano. Es el resultado de varios años de victorias de las fuerzas armadas y golpes magistrales de la inteligencia militar. La violencia en el país ha disminuido y Medellín se presenta hoy como modelo de reducción de la violencia social. En el país se empieza a pensar en el futuro. En el número de junio de 2012 de la revista Monocle contaban el papel ascendente de Colombia en la región tras años de ensimismamiento. Colombia va camino de convertirse en la segunda economía de Sudamérica. El artículo de Monocle hablaba de las reformas y crecimiento en el servicio diplomático colombiano, que se está expandiendo por la región Asia-Pacífico y pretende hacerlo en Asia Central. Tradicionalmente ser diplomático en Colombia era cuestión de contactos en la alta sociedad de Bogotá. Ahora se pretende atraer jóvenes de talento de todo el país a las pruebas de acceso a la Escuela Diplomática.

El detalle de que Colombia pretendía instaurar una cultura de la meritocracia me vino a la mente al leer recientamente sobre el programa de becas de la Agencia Boliviana Espacial para formar ingenieros aerospaciales en China que gestionen el satélite de comunicaciones «Tupak Katari» que será lanzado en 2013. Que se vayan a crear 64 puestos de trabajo no es en sí mismo relevante. Lo importante es el mensaje que se lanza dentro del país cuando se hace un concurso público basado en los méritos. Podían aspirar a las becas jóvenes bolivianos con titulaciones científicas y técnicas sin que no necesariamente debían residir el país. Más allá de los 64 elegidos, lo importante es la capacidad de arrastre entre el conjunto de estudiantes del país que tienen los valores que se transmite. Ya lo dice Neil deGrasse Tyson. La NASA no fue importante durante la Guerra Fría por la carrera espacial, sino por la capacidad que tuvo de prestigiar las carreras científicas y tecnológicas haciendo soñar a un país con el mundo del mañana. La Agencia Boliviana Espacial puede parecer un chiste desde la perspectiva española. Pero el chiste desaparece cuando se miran los recortes en ciencia e investigación. No se trata de cuál es la situación ahora, sino de las tendencias. Uno suben y otros caen en picado.

Y es que algo pasa con Bolivia. La misma semana que Cristina Fernández de Kirchner nacionalizaba YPF, el presidente boliviano y el de Repsol inaguraron una planta de procesamiento de gas que precisamente exporta a Argentina. Evo Morales le dijo a Antonio Brufau, que lucía una camisa con la bandera boliviana: «Su inversión será respetada como socio, señor presidente de Repsol». El fiasco de la nacionalización de los hidrocarburos enseñó algo al gobierno de Morales. La explotación de los recursos naturales del país necesitan socios con la tecnología y el conocimiento.

El pasado mes de agosto el gobierno de Evo Morales fue noticia porque el presidente pidió la dimisión a un ministro que había dicho que el problema del suministro de agua en un aeropuerto regional había sido resuelto y no era verdad. Pedir la dimisión de un ministro «por mentir» sonaba algo propio de la exhuberancia verbal que desde España se percibe al otro lado del charco. Pero nuevamente el chiste se desvanece tan pronto se lanza la pregunta, ¿se imaginan que en España el presidentes de gobierno, presidentes autonómicos y alcaldes aplicaran ese criterio?

La confianza que proporciona el gobierno boliviano generó un hito en octubre de 2012. Bolivia colocó bonos soberanos a diez años en el mercado por primera vez en casi un siglo. Según Carlos Quiroga para Reuters, «son una señal de apoyo de Wall Street a lo que considera una política macroeconómica ‘prudente’ en Bolivia».

Y un último síntoma. Claus Meyer, chef del restaurante Noma, se ha plantado en Bolivia para montar un restaurante de alta cocina en La Paz en el que tratará de sacarle partido a la enorme variedad de productos de la tierra en Bolivia. Los beneficios los destinará a una fundación que proporciona formación profesional a jóvenes sin recursos. El modelo confesado por Claus Meyer es Perú, un país con una tradición gastronómica con proyección ahora internacional.

Una vez más, los relatos de fondo de la globalización los encontramos en los lugares menos sospechados.

5 comentarios sobre “Iberoamérica se reinventa mientras mirábamos a otra parte

  1. ¿Es todo esto un marco para la madurez política de Evo? Llegó al país en lo que fue relatado como un alzamiento indigenista, modificó la constitución para hacerla «plurinacional» (36 nacionalidades se reconocían de repente, si no recuerdo mal, para pesar de los no indígenas, que veían como no había un grupo para ellos, que decían ser la trigésimo séptima), se arrimó a Chávez y al «bolivarianismo» y generó un clima hostil que no es bueno para nada.

    Y parece que sin ganar titulares ha dado un giro en sus formas, y también en su fondo, que está ayudando a despegar al país, que tiene los handicap de que Colombia se ha erigido como hub de negocios en la región y de que Perú comenzó a trabajar mucho antes que Bolivia la implantación de empresas en su territorio para generar empleo en el sector servicios para le exportación (SATs), pero empleo al fin y al cabo, y que ya ha captado muchos servicios de este tipo.

  2. Lo malo es si les entran las impaciencias y el querer repartir la riqueza que les «roban». Porque estos países dado el bajo nivel del que parten necesitan décadas haciendo las cosas muy bien y que no haya desastres naturales para empezar a ver que las sociedades cambian.
    Por cierto lo de la meritocracia colombiana no te lo creas del todo. Allí hay que tener padrinos si o si para entrar. Hasta en la policía. Que por cierto para entraren la policía hay que pagar una cantidad de dinero que disuade ………….

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