Ya conté cómo la búsqueda sin éxito de ejemplos puros redes distribuidas en diferentes modelos de conflictos (guerrilla, piratería, crimen organizado, ciberguerra, etc) hizo que fuera dejando caer temas del proyecto de mi segundo libro, Guerra Distribuida. La solución fue optar por una opción intermedia donde abordar las redes, la netwar y el swarming de una forma más general incorporando algunos ejemplos de redes descentralizadas que emplean las nuevas tecnologías.
Ya he publicado dos artículos en revistas, una comercial y otra académica, que anticipan capítulos del libro. Tengo en preparación otros dos artículos que espero terminar antes del fin del verano y que servirán también formararán el grueso de nuevos capítulos. Así que no van a transcurrir cinco años desde que se me ocurrió la idea a que lo entregue para su publicación como sucedió con el primero.
Mientras, sigo trabajando en el primer capítulo. He terminado el primer epígrafe que pueden leer aquí. El primer capítulo será una explicación de las ideas sobre la transformación de la guerra dentro del establishment militar occidental, cómo fallaron en anticipar el poder de las redes por su fijación en la tecnología en vez de los procesos sociales y haré un repaso a los «disidentes» más preclaros en el período 1989-2001.
Todo arranca en la Guerra del Golfo de 1991 el con un espejismo en el desierto.
Por acá tienes un lector que seguirá el libro también. Saludos desde Caracas, donde la netwar tiene su toque particular.
Tras mi segundo libro, que no deja de ser un derivado del primero, espero superar la etapa de querer explicarlo y dedicarme a temas más concretos.
Venezuela es una cuenta pendiente.