En tiempos de crisis parece que no interesa hablar de miseria. “Ya tenemos otro tema de Japón, robots” y «Estamos apostando por el life style, por el mundo amable” le dijeron. Bernardo Gutiérrez cuenta lo que le costó vender un reportaje con fotos de Carlos Cazalis y textos suyos sobre «una favela secreta dominada por la mafia yakuza donde residen alcohólicos, ancianos y promotores inmobiliarios arruinados tras la burbuja, con teología de la liberación de por medio».
Japón vuelve a ser «el país del futuro». Como una novela de William Gibson.