La que se ha montado. En los tiempos de Felipe González y Carlos Andrés Pérez el gobierno venezolano decidió acoger a etarras deportados. Con el tiempo el colectivo de etarras en Venezuela terminaría teniendo suficiente entidad como para formar un «Colectivo de Refugiados y Deportados de ETA en Venezuela». Uno de esos etarras, Arturo Cubillas, obtuvo por matrimonio la nacionalida venezolana. Y actualmente es funcionario del Ministerio de Agricultura y Tierras. No parece que sea una persona que se oculte teniendo en cuenta que a su llegada a Venezuela abrió un restaurante con el nombre del comando al que había pertenecido. Nadie parece que se había acordado de él hasta que dos detenidos en una operación contra ETA han afirmado que estuvieron en Venezuela donde fueron acogidos por Cubillas y recibieron entrenamiento. El titular quedó servido «Un etarra a sueldo de Chávez instruyó a dos miembros del comando desarticulado estos días». Si algún mérito tiene el libro «El Palestino» de «Antonio Salas» es retratar el ambiente de la ultraizquierda venezolana donde es fácil aprender a pegar tiros. Si el gobierno venezolano promueve o consiente esos adiestramientos está todavía por ver.
¿Promovía o consentía el gobierno de Francia la continua presencia de comandos etarras en suelo francés durante décadas? Si Chávez es culpable, y siendo consecuentes, deberíamos declararle al guerra al país vecino. Por no hablar de Argelia…