El caso Matisyahu: En España con los judíos siempre es diferente.

Si debemos o podemos separar el disfrute de una obra de arte de las consideraciones que tengamos sobre su autor es un debate viejo. Ahí está el caso de Wagner y su rechazo en Israel. Este fin de semana pasado hubo follón a cuenta del festival de reggae Rototom Sunsplash, que celebra su 22ª edición y está teniendo lugar en Castellón. La organización decidió sacar del cartel a un artista tras una campaña de presión en contra. No creo que sea la primera vez que pasa en España. Pero resulta que el artista es judío. Y el asunto ha tenido todos los ingredientes de estupidez e ignorancia que cobran protagonismo en España cuando se trata de atacar a Israel y los judíos.

Matisyahu (nacido Matthew Paul Miller) es un cantante de reggae nacido en Estados Unidos que incursiona además en otros estilos afines. Ha alcanzado notoriedad con su música pero en los comienzos de su carrera llamaba la atención por pertencer a la comunidad jasídica Chabad-Lubavitch. Su apariencia era la que asociamos a los judíos ortodoxos mientras en sus canciones aparecían bastantes referencias religiosas. Por ejemplo, en su clásico «King without a crown» menciona la vuelta del Mesías. Podríamos hablar de que estábamos ante un fenómeno parecido al de la monja que se presentó a la edición italiana de La Voz o al rock cristiano estadounidense, pero hay dos cuestiones a considerar. Una es que en el judaísmo jasídico, la música y el baile tienen un papel importante, por lo que no hay contradicción alguna en su anterior observancia ultraortodoxa y su dedicación a la música. La otra consideración es que la idea de un judío cantante de reggae es una enorme ironía si entendemos la relación del reggae con el rastafarismo (Arnau Fuentes lo explica magistralmente aquí).

León de Judá en la imagen de perfil de Twitter del festival Rototom Sunsplash
León de Judá como logo del festival Rototom Sunsplash

El rastafarismo, religión nacida en Jamaica y practicada por figuras del reggae como Bob Marley, toma la historia de la esclavitud en Babilonia del pueblo judío como metáfora de la experiencia de los negros en América. Sin ir más lejos, encontramos que la imagen del perfil de Twitter del festival Rototom Sunsplash muestra al León de Judá, símbolo judío y rastafari, sobre los colores de la bandera de Etiopía, la Tierra Prometida de los rastafaris. El León de Judá aparece también en una canción de Bob Marley,  publicada postumamente en 1992: «Iron Lion Zion». La referencia a Sión aquí es metafórica, pero en la práctica, artistas como Ziggy Marley (hijo de Bob Marley) o Alpha Blondy (autor de canciones como «Jerusalem» y «Massada») han expresado su conexión con Israel. Ziggy Marley, casado con una israelí, ha actuado en Israel y rechazado el boicot de algunos artistas al país. Mientras que Alpha Blondy en un visita a Israel comentó su «profunda conexión espiritual con Israel«. Ambos cuentan que con su música tratan de expresar ideas de paz y hermandad, algo que por ejemplo encontramos en la canción de «One day» de Matisyahu (y que el festival Rototom Sunsplash trata de difundir con su lema Peace Revolution). Creo que con esto ha quedado claro el «espíritu» de la música reggae y la postura de sus figuras hacia Israel.

Así que llegamos a que Matishyahu debía aparecer en el festival Rototom Sunsplash en Castellón. Pero el grupo local del movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) contra Israel, BDS País Valencià, montó una campaña para presionar a la organización del festival para que no actuara. Aquí tienen el cartel de la campaña.

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Se trata de un cartel donde evidentemente no se puede desgranar el contenido y sustancia de la acusación contra Matisyahu de ser «cómplice de las políticas genocidas del estado de Israel» pero la elección de una cita suya es significativa. La frase más terrible y vergonzante que encontraron de Matisyahu para poner en un cartel es «Nunca ha existido un país llamado Palestina». Que resulta que es cierta.

Nunca ha existido un estado-nación llamado Palestina, como nunca hubo uno llamado Iraq o Mauritania hasta el siglo XX. Son todo productos contingentes de la Historia. Pudo haberse proclamado el estado de Palestina en 1948 si se hubiera aceptado pacíficamente la partición de la ONU o pudo nunca haber existido un nacionalismo palestino de haberse diluido Gaza y Cisjordania en Egipto y Transjordania respectivamente tras la guerra. Nunca ha existido un país llamado Palestina es tan cierto como que nunca ha existido un país llamado Sáhara Occidental o Euskadi, más allá de lo que uno piense sobre la posibilidad o derecho a su existencia futura como países independientes.

Curiosamente, el «nunca ha existido» se convirtió para la prensa española en un «no existe» y en la confusión Matisyahu pasó de ser un cantante estadounidense judío a ser ciudadano israelí.

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Captura de pantalla vía Masha Gabriel.

Encontramos el mismo fallo en una noticia en LaSexta.com con origen en la agencia EFE, que también reproduce El Heraldo de Aragón. Supongo que es perdonable que las agencias, cuyas noticias reproducen muchos medios, se equivoquen en un titular sobre la nacionalidad de un artista. Al fin y al cabo cierto periodista español envió una vez una crónica desde Israel, cambiándole el género a un artista local, prueba de que copió y pegó de otros medios sin saber de quién hablaba. Pero cambiarle la nacionalidad a Matisyahu tenía en este caso una connotación importante. La campaña contra Matisyahu giraba en torno a sus opiniones sobre un país que no es el suyo. Así que o bien se estaba transmitiendo la idea de que el boicot era justificable por tratarse de un cantante israelí o se trataba de ocultar que se le reprochaban sus opiniones sobre un país al otro lado del planeta.

La bola de nieve creció. Y la acusación contra Matisyahu pasó del «Nunca ha existido un país llamado Palestina» a «Palestina no existe». Váse por ejemplo este titular de Jenesaispop.com

Matisyahu se cae del Rototom Sunsplash tras supuestamente afirmar que “Palestina no existe”

La frase aparece también en una noticia de El País, otra de El Mundo, otra de ABC, otra de El Huffington Post, otra de 20 Minutos, etc. Tantos medios repitiendo la misma frase no es casualidad.  ¿Quién puso en circulación esa información? Pues el grupo BDS País Valencià. Véase este artículo «Sólo hay paz con justicia» en Diagonal.

Matisyahu es un cantante reggae estadounidense judío que dijo que «Palestina no existe», que era «amante de Israel» o que el asalto a la Flotilla de la Libertad en 2010 estaba justificado.

Se trata de algo curioso. O bien el grupo BDS País Valencià se equivocó al diseñar el cartel de la campaña y atribuyó equivocadamente a Matisyahu la frase «Nunca ha existido un país llamado Palestina» (en las versiones en castellano y valenciano), o bien una vez obtenida la atención mediática con su campaña decidió tergiversar las palabras del artista para hacerlas tremebundas. «Nunca ha existido un país llamado Palestina» es un hecho histórico. «Palestina no existe» es un eslogan. ¿Qué fue lo que Matisyahu dijo? Lo explica Zack Beauchamp en Vox.com. Me llevó 5 segundos encontrarlo en Google. Todo viene de una entrevista de 2012, en la que Matisyahu dijo «as far as I understand, there was never a country called Palestine«. Por lo tanto, resulta evidente que el grupo BDS País Valencià tergiversó las palabras de Matisyahu en su artículo «Sólo hay paz con justicia». El caso es que los periodistas españoles se limitaron a hacer un copia & pega sin molestarse en averiguar qué dijo en realidad Matisyahu o ni siquiera comprobar datos básicos sobre él.

Las otras dos acusaciones contra Matisyahu que hace el grupo BDS País Valencià tampoco tienen desperdicio: amar a Israel y considerar justificado el asalto a la Flotilla que pretendía llegar a Gaza. Considerar lo primero como una razón para excluir a alguien del festival Rototom Sunsplash hubiera dejado fuera a Ziggy Marley, que resulta que actuó en 2011 en el escenario principal. Sería interesante saber si en aquel año hubo un llamamiento a un boicot contra él. Sobre lo segundo, es una aburida cuestión de Derecho Internacional Público y leyes marítimas que no necesariamente los miembros del grupo BDS País Valencià tienen que conocer, aunque sería recomendable que conocieran antes de juzgar las palabras de Matisyahu.

Zack Beauchamp en su artículo de Vox.com recoge distintas declaraciones de entrevistas a Matisyahu donde se comprueba que mantiene un perfil apolítico. «My whole purpose is to bring people together», dijo, distanciándose incluso del sionismo militante. Sin dejar de lado su opinión sobre asuntos concretos, a las que añade declaraciones como «I’m not going to claim that I have the answer or the truth or the right knowledge».

Llegados a este punto queda defender la libertad de un promotor de espectáculos de contratar a quién quiera en función de sus simpatías músicales, personales o políticas. Pero tratándose de un macrofestival que recibe ayudas, apoyos y colaboraciones de instituciones públicas creo que los organizadores deberían haber obrado de otra forma. Y es que hay que constatar el papelón  hecho. El director del festival denunció públicamente las presiones sufridas para sacar del cartel a Matisyahu, luego la organización sucumbió a ellas para finalmente rectificar e invitar de nuevo al cantante.

Todo este asunto ha derivado en acusaciones de antisemitismo de nuevo cuño contra los partidarios del boicot a Matisyhau. Tuve algunos intercambios de opinión al respecto, en los que defensores del boicot a Matisyahu o bien negaban que el asunto tuviera que ver con que Matisyahu sea judío o directamente lo convertían en moralmente responsable de las cosas que pasan en Israel. La clave aquí es el doble rasero. ¿Se aplica el mismo celo moral y político a todos los artistas en un festival donde actúa un cantante condenado por violación que tenía prohibida la entrada en el Reino Unido y otro, autor de letras homofóbicas donde se habla de matar a homosexuales? No es un asunto trivial. La homofobia es un elemento muy extendido en géneros jamaicanos como el dancehall que tienen un espacio propio en el festival. Al menos en Canadá los activistas LGBT son tan civilizados que reconocen que los cantantes tienen derecho a ganarse la vida pero el público «debe ser consciente a qué clase de artistas están apoyando».

La organización del festival Rototom Sunsplash trató de curarse en salud pidiéndole una declaración política a Matisyahu para mantenerlo en el cartel. ¿Se le exigió al resto de cantantes algún tipo de declaración a favor de los derechos LGTB o como en el caso del festival de reggae de Edmonton el pasado mes de julio se les pidió que no interpretaran canciones homofóbicas? Sería curioso saber si los miembros de la organización entendieron la letra de las canciones que los artistas jamaicanos interpretaron en el festival  y pueden asegurar que no ha habido mensajes homofóbicos.

El caso Matisyahu supone una escalada del movimiento BDS, que merece un análisis detallado sobre objetivos declarados y reales. De atacar a instituciones y personajes israelíes se ha pasado a atacar a un judío estadounidense, tibio en lo político, que profesa ideas que les resulta antipáticas, lanzando una campaña del que la prensa española se ha convertido en herramienta acrítica. Habrá que seguir atentos la evolución de sus ataques. La cuestión, es que en España con los judíos siempre es diferente.

21 respuestas a “El caso Matisyahu: En España con los judíos siempre es diferente.

  1. Me avisa Josep M. Casasús por Twitter de que el festival y la FELGTB alcanzaron «un preacuerdo para combatir la homofobia en el reggae». http://www.felgtb.org/temas/cultura/noticias/i/2531/392/el-rototom-y-la-felgtb-alcanzan-un-preacuerdo-para-combatir-la-homofobia-en-el-reggae Dice el comunicado «El Rototom se compromete a recabar apoyos para ese documento entre los artistas, mientras que la Federación lo hará entre las asociaciones y colectivos». A Matisyahu se le pidió que hiciera una declaración política para mantener la invitación, antes de sacarlo del cartel. ¿Se le pidió una adhesión al manifiesto a los artistas que actuaron en el festival?

      1. Dejé de leerle cuando me pregunté por qué había empezado a hacerlo. Qué tipo más pedante.

    1. El Estado de Israel no se proclamó hasta 1948, resolución de Naciones Undias mediante. El nombre de Judea fue cambiado al de Palestina (Filistin, tierra de los filisteos) por el emperador romano Adriano como castigo tras la revuelta judía del año 132. Y hasta la fecha. La otra cuestión es el nacionalismo palestino, que no surge como movimiento organizado hasta el siglo XX. Hasta la fecha, eran súbditos del Imperio Otomano, considerados por muchos simplemente como «sirios meridionales».

      1. Lo que comenta Villuela se debe a que los británicos se apoyaron en la población judía en su mandato sobre Palestina, supongo que de ahí y de tradición histórica que la bandera del mandato incluyera la estrella de David. Hasta el siglo XX en la región los árabes entienden toda la zona como Al Sham, Levante, en genérico. Los años 20 ven una eclosión de tendencias políticas y nacionalismos árabes como reacción al dominio europeo, desde Abd el Krim en el Rif a los regimenes parafascistas en Irak, pasando por movimientos feministas en Egipto, o las revueltas druzas en siria y palestina de 1929. Sykes-Picot reparte las tierras del imperio otomano, los terratenientes sirios quedan bajo administración francesa y sus tierras bajo administración británica por lo que deciden venderlas. Los compradores serán colonos judios, que desgraciadamente expulsarán a la población que las trabaja, esos sirios meridionales. Esta gente agraviada será la que se revolverá en los años 20 y 30. La respuesta francesa en su mandato es apoyarse sobre los cristianos, lo que da origen al moderno Líbano. Los británicos tenderán a hacer lo propio con los colonos judíos, si no lo tengo mal entendido, aunque todo sea debatible.

        En otras palabras, el nacionalismo palestino como muchos nacionalismos árabes surge con un corte reaccionario: Reacciona ante la inmigración judía y los problemas que causa a la comunidad árabe local. Como ya todos ustedes saben tendrá que pasar bastante más tiempo hasta que se cree una OLP con tal nombre, con el agotamiento de los intentos panarabistas.

        No existiría ningún país llamado Palestina más allá de ser una región romana, pero tampoco Israel salvo que nos refiramos al reino bíblico. Y creo que las monarquías de milenios antes de cristo no tengan mucho que ver con modernos estados nación. En otras palabras, tanto el moderno sionismo como el movimiento nacionalista palestino son fenómenos recientes, algo más antiguo el sionismo pero no mucho más. Por supuesto se podrá hablar de «protosionismo» anterior, pero lo otro igual…

      2. Bueno, realmente los británicos reprimieron a la población judía más que apoyarse en ella.

  2. Es curioso que ya han hecho caso sobre la raíz de la letra de una cancion. Cogen una parte de una letra de Matisyahu, que habla supuestamente de «bombardear a vuestras madres hasta que os rindiais», de un tema que nada parece tener que ver con Oriente Medio, la sacan de contesto, le cambian el significado final – dice «para vuestra consternación» – le suman la calificacion del cantante como «sionista» con foto incluida y ya tienen justificación.

    Esto sin contar el significado que tiene «dropping bombs» en el contexto del reggae o el rap.

  3. España ‘diferente’? El problema creo que hay que empezar a entenderlo desde otro prisma: ‘ESPAÑA SIEMPRE HA SIDO ES Y SERÁ LA MISMA!’ La misma anti semita, la misma que expulsó y masacró a los judios por ser judios…! Y podría seguir, pero para qué? Da igual cuánto se gaste en vestir una mona de seda, porque mona es mona y mona siempre se queda… O no..?

  4. Una cosa. Con respecto a «la idea de un judío cantante de reggae es una enorme ironía», pues precisamente Bob Marley era hijo de padre judío…

    1. Cierto. Pero yo me refería a que tiene gracia que un judío cante un música que toma temas y motivos del judaísmo como metáfora de la población negra llevada como esclavos al Caribe.

  5. Antes de que Matisyahu abriera la boca ya había al menos seis artistas que habían dicho que ellos no tocaban si tocaba él. Aunque este señor fuera un sionista recalcitrante la manera en que se han hecho las cosas ha sido vergonzosa. No siento ningún tipo de simpatía por el sionismo pero tampoco me gustan los progromos.

  6. Lo que permanece siempre igual es el victimismo, jaja. Voy a quedarme aquí sentado esperando una entrada sobre vetos a otros grupos por sus ideas, pero que como no son judíos no suelen merecer la solidaridad de algunos…

    1. ¿Lo dices por los proterroristas de sociedad alcoholica? Pues si han recibido solidaridad. Pero no es comparable porque esos hdp en sus canciones si que demuestran lo que quieren, mientras que este señor en sus canciones no dice nada «malo» y solo se le ha hecho el boikot por ser judio.

      1. Soziedad Alkoholika, Muguruza, Los Chikos del Maíz, Boikot… La lista es larga, pero como no son victimistas judíos no salen en las portadas ni merecen vuestra solidaridad. La de otros sí, la vuestra no. Es más, lo que reciben de un personaje como tú son insultos. Claro, porque expresar sus opiniones en sus canciones es gravísimo para quienes odiais la libertad de expresión, que sois los que decidis lo que es «bueno» y «malo» decir. Seguro que para gritar «Je suis Charlie» estabas el primero.
        Al tipo ese mucha gente decidió hacerle un boicot no por ser judío como lloriqueais por las esquinas, sino porque entre otras lindezas justifica el ataque terrorista de los piratas israelíes a una flota con ayuda humanitaria. Ay, si fuera vasco y no condenara la quema de un triste cajero…

      2. «El ataque terrorista de los piratas israelies» Todavía me estoy riendo con esto. Yo pondría mas adejtivos para que suene mas tremendo, El ataque genocida terrorista de los piratas imperiales israelí-nazis escoltados por Darth Vader».

        El resto del mensaje es un lloriqueo que se resume es «Quiero que defiendas a los artistas que yo defiendo, y que no defiendas a los que yo ataco, aunque al final todo es lo mismo, incluido el motivo, y yo soy un hipócrita».

  7. Yo sí que me río, hermes89, porque día tras día aparecen titulares así en todos los medios, pero esos sí os los tragáis. Fue un ataque, fue terrorista y actuaron como piratas. Otra cosa es que no te guste que se digan las cosas claras, o que te suene mal cuando se aplican esos adjetivos a los militares israelíes en lugar de a palestinos o otros que tengan la piel un poco más oscura o vayan vestidos con ropa un poco más vieja, ¿a que sí?

    El resto de tu mensaje es una penosa maniobra de distracción para no tener que explicar por qué se pone el grito en el cielo por los victimistas judíos y no por el resto de artistas perseguidos.

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