Me crucé recientemente con dos artículos del diario Público que trataban algún aspecto del franquismo y la Historia de España que hablan más del estado del periodismo español que del franquismo.
El primero informa que, a día de hoy, el gobierno alemán sigue pagando a veteranos, viudas y huérfanos de la División Azul, la unidad de voluntarios españoles que combatió con el ejército alemán en el Frente del Este durante la Segunda Guerra Mundial. El asunto se hizo público tras una pregunta parlamentaria de un diputado alemán. La División Azul es un tema histórico controvertido, porque al fin y al cabo esa división de voluntarios participó en una campaña militar donde se cometieron crímenes abominables. Véase mi reseña del monumental Tierras de sangre de Timothy Snyder. Ese es un aspecto que los nostálgicos del franquismo y muchos interesados en la historia militar tienden a obviar. Es más, suelen enfatizar no quiénes eran los aliados de España, sino sus enemigos: la Unión Soviética de Stalin. Sobre sus atrocidades véase igualmente Tierras de Sangre. Dicho lo cual, el comportamiento de aquellos voluntarios españoles no tuvo nada que ver con el de las tropas alemanas.
La noticia de Público se titula «Alemania aún paga más de 100.000 euros anuales a exmiembros y familiares de la División Azul». Y en ella encontramos esta joya:
Según los datos aportados ahora por el Gobierno de Alemania un total de 47.000 españoles lucharon en la División Azul junto a las tropas de Adolf Hitler. Después de disolverse este batallón, en marzo/abril de 1944, uno de sus batallones se quedó en Ucrania luchando contra partisanos de Yugoslavia incorporándose a finales de 1944 a las SS hitlerianas y participando en las batallas de Berlín.
El autor, Alejandro Torrús, se ha hecho un lío. Dice «después de disolverse este batallón» para hablar de la División Azul. Si el nombre lo dice, División Azul, ¿de dónde saca que era un batallón? La unidad que sucedió a la División Azul, fue la Legión Azul, de entidad regimiento y que luchó en el sector norte del frente oriental, no en Ucrania. Por supuesto lo de «partisanos de Yugoslavia» en Ucrania deja la duda de si se trata un error de Geografía o de Historia. Por último, hay que decir que tras la retirada de la Legión Azul hubo combatientes españoles que decidieron luchar en las filas alemanas, integrándose junto a otros no alemanes en las Waffen SS. Pero fue una decisión personal y ya no estaban bajo disciplina militar española.

El segundo artículo de Público lo firma Jaime Noguera y se titula «Cuando Mussolini propuso a Franco unir a Italia, Francia, Portugal y España en un ‘Bloque Latino’». Para variar, el tema es algo que desconocía. Pero está escrito en un tono informal pretendidamente gracioso. Hay dos párrafos que dan idea del tono y fondo del artículo:
Primero, tocaba hablar con el cortaba el bacalao (kabeljau en aleman) de las alianzas en la Europa continental. En octubre de 1940, Adolf Hitler viajó a Hendaya, en la frontera hispano-francesa, para reunirse con Franco y proponerle la formación de una alianza junto a Italia y la Francia de Vichy para que los dos países latinos apoyasen a Italia contra los británicos en el Mar Mediterráneo. Franco estaba seguro de la pronta victoria de su admirado Führer y se le hacía el culo Pepsi-cola por entrar en la guerra de la mano del vencedor. A ver si así podía rascar algo.
Sin embargo, a Hitler le dio gatillazo la interminable lista de necesidades que el amigo Paco exigia para poder meter a una arrasada España en la guerra, en la que solo faltaba una Playstation. El dictador nazi prefirió dejarse de intentar amigar a sus mamporreros y pensó que era mejor que Franco se dedicase a mantener a España controladita, no le fuese a salir igual de chungo en las cosas de la guerra como Mussolini.
Si Franco realmente quería entrar en la Segunda Guerra Mundial o no es algo que he visto discutido bastante. Supongo que algún historiador conocerá la situación del debate actualmente. Pero la frase que me llamó la atención es esa de que a Franco «se le hacía el culo Pepsi-cola por entrar en la guerra de la mano del vencedor». Es cosa mía, pero eso de hacerse el graciosillo a costa de Franco, más de 40 años después de muerto, tiene un aire de algo de «mirad las cosas que digo de un dictador, qué valiente soy». Como si alguien pusiera a parir al matón de barrio en la barra de bar sabiendo que se está comiendo años en el talego y no allí para partirte la cara. La virtud de ser antifranquista cuando no tiene mérito ni coste serlo.
Supongo que el autor del primer artículo podrá excusarse que se armó un lío en lo que no es más que un breve aporte histórico, mientras que el autor del segundo artículo dirá que el tono ligero es comprensible en un artículo de divulgación histórica. La forma en él lo es todo. Así que otra vez nos encontramos con eso de «¿qué importa si el artículo tiene errores si la intención es buena?» Es un asunto al que tengo que volver una y otra vez. Supongo que tenemos los medios «alternativos» y «comprometidos» que nos merecemos.
Yo tengo la sensación de que últimamente tenemos a Franco hasta en la sopa, cuando resulta que hace poco alcanzamos el hito histórico de haber vivido bajo esta democracia constitucional (1978-2018) más tiempo que bajo el régimen de Franco (1936-1975). Yo creo que va siendo hora de desenterrar las fosas comunes de una vez para empezar a mirar más hacia el futuro.
Hay ocasiones en verano que los periódicos meten artículos de relleno. Pero parece que eso de meter artículos de relleno ya no se hace solo en verano.
Y califico a este tipo de artículos como de relleno por no calificarlos de otra cosa peor.
Contra Franco se vivía mejor.
Es patético pero mucha gente necesita un enemigo para dar sentido a su vida y si no hay enemigo de vida al más cercano en el tiempo, aunque sea cuarenta años después.
Aquí en Cataluña estamos a niveles esperpénticos, cualquiera diría que Franco sigue vivo.
Lo peor es que mucha gente de Convergència, ha tomado el discurso de la izquierda a pesar de venir de familias católicas y carlistas, que dieron la bienvenida al dictador en el 39.
Es como los que se apuntan al mayo del 68 hoy.
Es lo que tiene el mundo posmoderno.
Hay un lío en un párrafo. El teclado Android de Google ha hecho de las suyas. Pero creo que se entiende igual.
¡Estimado profesor Jesús !:
En una anterior ocasión ya le informé que el libro de Timothy Snyder es un mero producto mediático sin el menor rigor “científico” bajo el sello de prestigio de la universidad de Yale.
La obra es un producto típico de la historiografía de los “guerreros de la guerra fría” más de la historiografía nacionalista polaca.Es el mismo caso de su colega norteamericana Anna Applebaum.
Le recuerdo que existe una refutación exhaustiva – casi nota a nota- de “Tierras de sangre “ en el libro de Grover Furr ,”Blood lies”( 2014).
Las críticas de los historiadores del Holocausto sobre Snyder son también devastadoras
http://defendinghistory.com/30081/30081
Todas las imputaciones que usted recoge acríticamente de Snyder , sobre las “atrocidades soviéticas”son falsas:
1.La represión del “gran terror”: el análisis desprejuiciado de la evidencia permite llegar a conclusiones muy diferentes de la versión convencional.
*Grover Furr:»Yezhov vs. Stalin: The Causes of the Mass Repressions of 1937-1938 in the USSR.» Journal of Labor and Society 20 (September, 2017) 325-347.
2.El “affaire Katyn”: la versión convencional escamotea las nuevas evidencias documentales y arqueológicas surgidas en 2010- 2013.El propio gobierno ruso de Putin no puede admitir por razones obvias que fueron anteriores gobernantes rusos como Gorbachov y Yeltsin los que estuvieron implicados en el montaje del “affaire” entre los años 1989 y 1993.
* Grover Furr. Le Massacre de Katyn. Une réfutation de la version « officielle »? Paris: Editions Delga. 2015
3.El levantamiento de Varsovia de 1944: la historiografía anglosajona corrobora que la política irresponsable y suicida del gobierno polaco de Londres con la “armia Krajova” fue la principal responsable del desastre, no Stalin ó los soviets.
*Geoffrey Roberts: https://www.irishexaminer.com/viewpoints/analysis/in-just-two-months-200000-warsaw-citizens-were-dead-280702.html
*Geoffrey Roberts:su libro “stalin´s wars”(2008): https://www.amazon.com/Stalins-Wars-Geoffrey-Roberts-ebook/dp/B00492CRXI/ref=asap_bc?ie=UTF8
https://editionsdelga.fr/portfolio/les-guerres-de-staline-roberts/
Me limito a citar los ítems que usted citaba en su reseña de “tierras negras” porque toda la obra en conjunto es fraudulenta.
Por último decirle que el hecho de que soy absolutamente escéptico en política, por lo tanto creo que soy bastante objetivo, sólo me interesa el escrutinio de la evidencia y no me dejo arrastrar ni por sesgos pro ó antisoviéticos.
En cuanto al tema del franquismo, es obvio que las posiciones en torno al papel de franco en la IIGM, son muy antagónicas, no es lo mismo leer a Angel viñas que a Fernando Paz Cristóbal; en todo caso es el análisis de la evidencia , básicamente de la evidencia directa ó primaria, la que debe dirimir la cuestión.
Un saludo cordial.