La televisión israelí es una cuna de talento que ha dado origen a adaptaciones en muchos países, como las series estadounidenses «In treatment» y «Homeland». Ahora, gracias a Netflix España, podemos empezar a ver películas y series originales israelíes y saltarnos la intermediación anglosajona. Una de esas series es Fauda, creada por Lior Raz y Avi Issacharoff. A este último lo descubrí cuando trabajaba para el diario israelí Haaretz y era el coautor con Amos Arel del MESS Report. Ambos fueron autores del libro 34 days: Israel, Hezbollah, and the War in Lebanon. Pero, periodísticamente hablando, Avi Issacharoff es célebre por su trabajo sobre el terreno en los territorios palestinos. Lior Raz, por su parte, sirvió como oficial en una unidad especial del ejército israelí. Así que podemos encontrar en el currículum de ambos pistas de dónde surge las altas dosis de verosimilitud de la serie.
La trama de Fauda arranca con Doron Kavillio, el personaje interpretado por Lior Raz, viviendo una vida familiar dedicado a la producción de vino. Un día aparece en su casa el comandante de sus antigua unidad militar para contarle que el «Pantera», un famoso territorista de HAMAS al que supuestamente Doron había matado en sus tiempos de servicio, no sólo está vivo sino que se sabe que va a aparecer en la boda de su hermano pequeño. A pesar de la oposición de su mujer, Doron acepta participar en la misión para acabar de una vez por todas con su antigua némesis. Su antigua unidad resulta ser una unidad «mista’arvim», soldados que se infiltran vestidos de civil en los territorios palestinos haciéndose pasar por árabes. Para ello disimulan su apariencia con pelucas, lentes de contacto, maquillaje, etc Manejan el árabe dialectal y aprenden todo lo necesario para hacerse pasar por palestinos. Véase por ejemplo desde el punto de vista palestino: «How the IDF goes undercover among Palestinians». En el trabajo diario de estos soldados cuando son descubiertos y tienen que ser rápidamente evacuados usan como código la palabra árabe «fauda», que significa «caos» (¿en español diríamos «follón»?) y que da nombre a la serie.
La operación que realiza Doron y sus antiguos compañeros para capturar al «Pantera» sale mal. El hermano pequeño del «Pantera», el novio de la boda, muere y el terrorista escapa. A partir de ahí se ponen en marcha la trama de la serie, donde el empeño de Doron en cazar al «Pantera» y el empeño del «Pantera» de cometer un atentado apocalíptico que prenda la región en llamas los consumirá y les hará pagar un alto precio. Fauda destaca porque muestra con matices y claroscuros a cada bando constryuendo personajes complejos lejos de la ficción estadounidense, donde los buenos son los únicos humanos y los terroristas siempre son personajes bidimensionales. Y es un placer verla en versión original, escuchando las inflecciones del hebrreo y el árabe. Rodada en Israel, evidentemente la ambientación es buena. Aunque quien espere encontrar aquí una muestra de Tácticas, Técnicas y Procedimientos de las fuerzas especiales israelíes se llevará una decepción. Me parece una serie altamente recomendable. Fauda tendrá una segunda temporada. Y sus creadores anunciaron que la trama seguiría más de cerca la actualidad de la región.