Nuevas Guerras (1999) de Mary Kaldor y La anarquía que viene (2000) de Robert D. Kaplan fueron muy influyentes en la visión de este blog, que terminó plasmada en mi primer libro. Kaldor escribió sobre la transformación de la guerra a partir de sus experiencias en el Cáucaso y los Balcanes, mientras que Kaplan argumentó su visión de un futuro de estados fallidos tras recorrer África Occidental.
Embed from Getty ImagesEl fin de la Guerra Fría generó dos dinámicas diferentes en el África subsahariana y en los países ex-comunistas. Por un lado, el fin de la pugna geopolítica de las súper potencias privó de valor estratégico para Estados Unidos a ciertos regímenes aliados una vez desaparecido el temor de que países cayeran en la órbita comunista. Así, tras el fin de la Guerra Fría estallaron guerras civiles en países como Somalia (atalaya privilegiada en el acceso al Mar Rojo) o Liberia (escala en la vía de aprovisionamiento de UNITA). Al respecto me influyó mucho la lectura de África después de la Guerra Fría (2001) de Mark Huband.
Embed from Getty ImagesPor otro lado, en los países ex-comunistas hubo una rápida reconversión de líderes del comunismo al nacionalismo, la corriente ideológica emergente que más rápidamente pudo articular un discurso a partir de políticas de identidad y agravios históricos que la construcción del «nuevo hombre soviético» y el yugoslavismo no pudieron enterrar. En el caso soviético, a pesar de que alguno le pese, podemos hablar de un proceso de descolonización porque hablamos del desmantelamiento de un imperio. La Unión Soviética fue el heredero histórico del imperio ruso zarista, tal como hoy reivindican en la Rusia de Putin.
Hasta ahora, había creído que ese proceso de crisis de los estados periféricos quedaba contenido a la experiencia histórica de los países ex-comunistas y seguía presente en África. Mientras, parecía que en la región de Asia-Pacífico la carrera de armamento que algunos equiparan a la previa a la Primera Guerra Mundial. Hablé de ello en «¿Abandonó Asia el mundo de las Guerras Posmodernas?». Pero estos días hablando del Estado Islámico y las fronteras surgidas del acuerdo Sykes-Picot me ha hecho pensar que las guerras en curso en Libia, Siria e Iraq representan una crisis profunda de los estados árabes que podrían conducir incluso a un cambio de fronteras. La crisis de los estados periféricos de la que hablé en mi libro sigue su curso.
Personalmente pienso que un cambio de fronteras en algunos países árabes se acabará produciendo. La actual fragmentación social y religiosa parece que conduce a eso.
Os animais y comentais los cambios de fronteras que creeis posibles que se produzcan?
Yo supongo que por una parte será la de un estado kurdo nuevo, con parte de Siria e Iraq.
El cambio de fronteras me parece, a medio-largo plazo, la única solución para los conflictos sectarios y étnicos crónicos que sufren casi todos los Estados artificiales diseñados en Europa. El caso kurdo es complejo por la oposición turca, pero creo que ya se merecen un reconocimiento de su Estado (que de facto ya tienen en el norte de Iraq), y que se le tracen unas fronteras decentes. Más difícil aún se presenta el tema árabe, a ver cómo se pueden articular la división sunní-chií, el panarabismo, los nacionalismos de nuevo cuño… Las opciones son múltiples, desde la Gran Arabia a pequeñas naciones que se acomoden a las distintas comunidades, pero todas chocan frontalmente con los intereses de las élites regionales y buena parte de las internacionales, así que veo muy complicado que cambien mucho las cosas.
Imagino a Siria reconstruyéndose en torno a un Assad victorioso (u otra figura de compromiso), quizás cediendo terreno o autonomía a los kurdos, y un Iraq, con los kurdos por libre, que se seguirá desangrando por el odio sectario, aunque a menor intensidad que durante las etapas de limpieza étnica en zonas mixtas.