Sobre el ataque al hospital de MSF en Kunduz

El pasado 3 de octubre de 2015 un avión cañonero AC-130 de la fuerza aérea estadounidense disparó sobre un hospital de la organización Médicos Sin Frontera en la ciudad afgana de Kunduz. El ataque se saldó con 22 muertos y decenas de heridos.

Los siguientes días leí bastantes disparates al respecto, con el contexto de fondo de los bombardeos rusos. Los fans del Kremlin quisieron aprovechar para establecer el contraste entre la aviación rusa, que atacaba el Estado Islámico, y la aviación estadounidense, que atacaba hospitales. No faltó algún personaje de Twitter diciendo que había sido un ataque deliberado como parte de la estrategia terrorista de la OTAN (o algo así).

Los cañones AC-130 son aviones por lo que general realizan misiones de apoyo aéreo cercano (Close Air Support). Acuden allí donde una unidad en tierra en contacto con el enemigo les llama. La petición de misión de apoyo aéreo la realiza un equipo especializado y certificado que debe seguir un protocolo. Su denominación ha ido variando con el tiempo Forward Air Controller (FAC), Tactical Air Control Party (TACP), Joint terminal attack controller (JTAC)… Por ejemplo, hasta no hace mucho, en España sólo había dos unidades con esa capacidad: Los equipos de Adquisición y Control de Apoyos de Fuego (ACAF) de la Infantería de Marina y el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC) del Ejército del Aire.

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Miembros de los equipos ACAF de la Infantería de Marina española.

En las fuerzas armadas británicas aquel que realiza una petición de apoyo aéreo cercano y proporciona las coordenadas del ataque es el responsable legal de lo que suceda. En el caso de que una unidad pida un ataque sobre posiciones muy cercanas, ha de quedar claro de forma explícita que lo hace asumiendo un riesgo.

Hay varios conocidos y notables de errores en misiones de apoyo aéreo. Durante la invasión de Afganistán en 2001 hubo dos. La primera sucedió durante la revuelta de los prisioneros talibán en la fortaleza de Qala-i- Janghi, donde murió un agente de la CIA y apareció el «talibán estadounidense». El segundo día, un avión aliado lanzó una bomba sobre el exterior de la fortaleza, en un lugar donde estaban apostado milicianos de la Alianza del Norte y un equipo de fuerzas especiales estadounidense y británico. La fuerza de la explosión volcó un carro de combate T-55. Alguien se equivocó manejando el GPS y proporcionó al piloto su propia posición y no de los talibán. Varios militares estadounidenses y británicos resultaron heridos. Murieron un número no determinado de afganos.

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Hamid Karzai con los miembros del equipo ODA 574 en el sur de Afganistán antes de la caída de los talibán.

El segundo error en Afganistán durante la invasión del país casi acaba con Hamid Karzai, futuro presidente del país, mientras negociaba con tribus pashtunes en el sur del país la ofensiva sobre Kandahar. En la mañana del 5 de diciembre de 2001 un bombardero B-52 lanzó dos bombas sobre el lugar donde estaba reunido Karzai. Murieron tres suboficiales de las fuerzas especiales que le acompañaban. Fue otro error relacionado con las coordenadas de GPS equivocadas. Todavía conmocionado por la explosión, Karzai recibió una llamada en la que le anunciaron que había sido elegido para presidir el gobierno interino del país.

Otro error parecido sucedió durante la invasión de Iraq en 2003, en el norte del país. Un convoy de las fuerzas especiales estadounidenses y fuerzas kurdas fue atacado por error por la aviación estadounidense. Acompañaba al convoy un equipo de la BBC. Resultaron muertos 15 personas, entre ellas un traductor del equipo de la BBC. Dos periodistas británicos resultaron también heridos. Posiblemente se trató de un error de coordinación y el piloto desconocía que había fuerzas aliadas en la zona. Un dato interesante es que las fuerzas estadounidenses y kurdas combatían en la zona a Ansar Al Islam, un grupo yihadista establecido en las zonas fuera del alcance del régimen y con el que tuvo vínculos Abu Musab al-Zarqawi.

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El editor John Simpson, periodista de la BBC, con el convoy atacado por error en llamas.

Ha pasado tiempo desde aquellos errores pasando al piloto que tiene que lanzar las bombas las coordenadas equivocadas por hacerse un lío con el GPS. Lo habitual es que se señale el objetivo con un láser IR no visible. La idea es que un AC-130 no despega buscando blancos de fortuna, sino que atiende a una llamada realizada desde tierra.

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Equipo JTAC señalando un objetivo con un láser.

¿Qué pasó en Kunduz? La ciudad había sufrido un ataque talibán y los combates seguían el 3 de octubre. Según Médicos Sin Fronteras el ataque aéreo sobre el hospital no fue puntual, sino que fue continuado durante cerca de una hora. Lo más lógico es pensar que hubo un tiroteo con fuerzas talibán apostadas dentro del recinto del hospital y las tropas estadounidenses pidieron apoyo aéreo. Médicos Sin Fronteras niega esa posibilidad, afirmando que no hubo talibán dentro del recinto del hospital. Así que a partir de ahí sólo queda esperar ver qué datos aporta la investigación para ver si son plausibles.

Se dijo primero y luego se desmintió que la misión de apoyo aéreo se había hecho por solicitud de las tropas afganas. Evidentemente el trámite fue llevado a cabo por militares estadounidenses pero que se hiciera por petición afgana abre la puerta a un error mayúsculo o deliberado por razones a imaginar. Y es que la ciudad hubiera caído en manos talibán es sólo el anticipo de lo que espera cuando se produzca la retirada de las fuerzas occidentales del país. Un ejército incompetente no será capaz de frenar a los talibán y el país caerá en el caos. La semana pasada, por cierto, se produjo la ceremonia de retirada del contingente español.

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