«Brothers in Arms» de Camille Tawil

Brothers in Arms. The Story of al-Qa‘ida and the Arab Jihadists de Camille Tawil.
SAQI Books, Londres, 2010.

Fuera del mundo de los periodistas y expertos occidentales, que en muchos casos sólo acceden a fuentes secundarias, están por descubrir los acádemicos con dominio del árabe y autores árabes con una producción mucho más discreta mediáticamente pero profundamente interesante donde rescatan el testimonio de los protagonistas de la historia.

En Brothers in Arms, Camille Tawil traza la historia de los yihadistas que combatieron a sus gobiernos en Argelia, Libia y Egipto durante los años noventa. Es una historia que va de fracaso en fracaso frente a regímenes que reprimieron a la disidencia con mano dura. El resultado es que grupos como el GIA argelino y Al-Gama’a al-Islamiyya de Egipto terminaron por renunciar a la violencia. Las organizaciones supervivientes se refugiaron en el único país del mundo con un gobierno musulmán que ofrecía una retaguardia a los grupos yihadistas: La Afganistán de los talibán. Allí terminaron bajo la influencia de un millonario saudí que articuló sus fracasadas luchas locales en una yihad gloabal contra Occidente.

El retrato que hace Camille Tawil de los yihadistas norteafricanos no es muy edificante, con sus enfrentamientos por cuestiones ideológicas, teológicas y organizativas. Su desconexión con la realidad y con el sentir mayoritario de la población musulmana lo veríamos luego en Iraq donde la rama local de Al Qaeda liderada por Abu Musab Al Zarqawi puso a la población en su contra. El relato termina con un giro irónico. Los líderes y militantes yihadistas que encontraron refugio en Afganistán murieron en su mayor parte bajo las bombas y balas estadounidenses tras la invasión de Afganistán. Tuvieron mejor suerte los yihadistas argelinos que renunciaron entonces a ir a Afganistán para unirse a Bin Laden. El terrorismo yihadista nunco estuvo cerca de la victoria y la perspectiva del tiempo, con libros como este, nos permitirá ver lo excepcional del período 2001-2011.

5 comentarios sobre “«Brothers in Arms» de Camille Tawil

  1. Fracasaron, como fracasó la primera internacional, y la segunda y la tercera, pero siguieron insistiendo y se hicieron con Rusia, luego con China y los países de Europa del Este y más adelante con muchos países del tercer mundo. No hay que dejar de vigilar a esos individuos.

  2. Yo ya les he comparado con la ultraizquierda europea tras mayo del 68. Si nos ponemos a hacer analogías nos podemos perder. Porque hasta ahora los yihadistas no han tomado el poder en ningún país (los talibán son un caso aparte) y no hay país árabe tras la Primavera Árabe donde su mensaje haya sido adoptado por las masas.

  3. Desde luego. La escalada terrorista de los setenta en Europa no se diferencia tanto del terror yihadista en los últimos doce años en Occidente.

  4. Si nos podemos perder en las analogías jajajajaja Es lo que tienen. Pero por ejemplo hay un matiz que creo que diferencia a los grupos del 68 de los grupos yijadistas. Y es la disciplina. Los yijadistas son disciplinados como lo eran los comunistas de los años 20 y 30, no como los grupúsculos izquierdistas nacidos en el 68. Pero a lo que me refiero es a que ahora mismo no son una «alternativa de poder» en el mundo árabe o en el mundo musulmán. Como no lo eran los comunistas de las primeras internacionales. Pero andando el tiempo……….. Es decir; no son una amenaza existencial a corto plazo como pareció tras el 11S, pero a medio o largo plazo si pueden serlo. Son gente a la que no conviene dejar de vigilar. Bueno y quien dice vigilar dice meter un hellfire al que haga falta.

  5. Disciplinados, disciplinados… para pelearse y matarse entre ellos por diferencias doctrinales al grito de «¡hereje! ¡disidente!». El libro de Tawil está lleno de ejemplos.

    En la crisis de Mali hemos visto como aparte de Al Qaeda en el Magreb Islámico tenemos al Movimiento por la Unicidad [de Dios] y la Yihad en África Occidental. Luego Mojtar Belmojtar lanzó su ataque sobre la instalaciones de In Amenas reivindicando la acción con un nombre nuevo. Y luego apareció el Movimiento Islamista de Azawad que rompió con los yihadistas para unirse al Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad. Y eso que son cuatro «desgarramantas» en un desierto dejado de la mano de Dios.

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