Tras este largo paréntesis tengo que ponerme al día con las listas de los libros que entran en mi biblioteca. En febrero me llegaron tantos que en marzo me propuse leer y no comprar. En abril ya no pude resistir la tentación.
Deadly Waters de Jay Bahadur.
Un aprendiz de periodista se lía la manta a la cabeza y se planta en Puntland para escribir sobre los piratas somalíes desde la orilla. Bastante desmitificador e interesante porque apunta hacia dónde podrían ir las soluciones en tierra al problema.
A swamp of dollars de Michael Peel.
El libro se anuncia como una indagación sobre el grupo guerrillero MEND del delta del Níger y resulta más una radiografía de la sociedad nigeriana donde el enorme constraste de la riqueza petrolera y la absoluta miseria ha instituido la corrupción y delincuencia como mecanismos sociales por los que todo el mundo quiere un trozo del pastel.
Doctrina de Seguridad Nacional y regímenes militares en Iberoamérica de Pedro Rivas Nieto.
Libro que tengo pendiente de leer. La Doctrina de Seguridad Nacional fue la respuesta a las insurgencias comunistas durante la Guerra Fría. Ahora que se plantea el uso de las fuerzas armadas para combatir la delincuencia resulta interesante leer los antecedentes.