Introducción a la crítica de la razón geopolítica

En la segunda mitad del siglo XX la explotación de los recursos naturales y su transformación en factorías industriales dejaron de ser las actividades que más riqueza generaban y más mano de obra empleaban en los países avanzados. Las actividades del sector servicios, como el comercio al por menor, las comunicaciones, el transporte, las finanzas, etc. se convirtieron en las mayoritarias en lo que se vino en llamar «sociedad postindustrial» por sociólogos como Alain Touraine (1969) y Daniel Bell (1973). El término «post» se empleó porque ante la novedad se carecía de la perspectiva suficiente para darle nombre a lo que hoy conocemos como «sociedad de la información». Al fin y al cabo, el primer microprocesador de silicio encapsulado en una pastilla («chip»), el Intel 4004, no fue comercializado hasta el año 1971, mientras que los fundamentos teóricos del protocolo de transmisión TCP/IP, en el que se sustenta Internet, fueron presentados en un artículo académico por Vinton Cerf y Robert Kahn en 1974.

Hoy la generación de riqueza se encuentra en intangibles como la innovación tecnológica, las finanzas, el software, etc. mientras que el valor de las materias primas y la mano de obra necesarias para manufacturar un microprocesador de varios núcleos o una pantalla táctil es despreciable. El poderío de los países no dependen ya de su base demográfica y su entorno geográfico, como demuestran los casos de Singapur e Israel. Ambos países se convirtieron en menos de medio siglo en potencias militares regionales con una escasa base demográfica, careciendo de materias primas y un entorno geográfico poco productivo. Sin embargo, forman parte del reducido número de países que dedican más de un dos por ciento de su P.I.B. anualmente a investigación y desarrollo.

El avance de la «sociedad de la información» ha supuesto un abaratamiento de la tecnología, las comunicaciones y el transporte permitiendo el funcionamiento síncrono de organizaciones a lo largo del mundo. Esto no sólo ha permitido la aparición de empresas globales, sino una verdadera democratización tecnológica que ha permitido el acceso a amplias capas de la población a tecnologías que antes sólo estaban en manos del Estado: Internet, sistemas de posicionamiento global por satélite, fotografías desde el espacio, telefonía por satélite, etc. El resultado es que, junto con aparición de empresas globales cuyos intereses ya no tienen patria, asistimos a la emergencia de actores no estatales transnacionales como la coalición internacional para la prohibición de minas antipersona o la organización terrorista Al Qaeda. La segunda fue capaz de organizar desde Afganistán un atentado en Estados Unidos moviendo personas y dinero por Alemania y España.

[Este texto es un adelanto de mi próximo artículo que sigue la línea de trabajo de cuestionamiento de la geopolítica clásica que arranqué a mi vuelta del XIX Curso Internacional de Defensa]

13 comentarios sobre “Introducción a la crítica de la razón geopolítica

  1. Israel tiene una posición económica holgada debido a las ayudas que el contribuyente usano medio le brinda al año. Culpables: lobbies como el AIPAC.

    Singapur le debe su economía a su posición geográfica inigualable, en el vital estrecho de Malaca (y si los chinos hacen un canal en el Ismo de Kra, se les acabó el chollo a los singapurienses).

    Por lo demás, es ingenuidad pensar que imprimir billetes de Monopoly, endeudarse o comprar-vender bienes a precios distintos a su valor real, pueda llevar a alguna parte. Tenemos el ejemplo perfecto en España con el caso de la construcción y la burbuja crediticia.

    Si un país no tiene tejido productivo ni riqueza REAL, tarde o temprano hará bye bye. Que el dólar sea ahora la moneda de reserva del comercio internacional no significa que el chollo durará para siempre. Una moneda debe respaldarse con riqueza real, de lo contrario su burbuja estallará tarde o temprano.

  2. ES, me temo que tienes una imagen muy distorsionada de Israel. La venta de armamento en condiciones favorables vía el programa Foreign Military Sales nada tiene que ver el importante desarrollo de la tecnología israelí en campos civiles como las energías renovables, la potabilización de agua, el software. Basta mirar el número de Premios Nobel que el país ha dado.

    En cuanto a Singapur su riqueza no tiene como origen su condición de puerta de entrada al Estrecho de Malaca. En tal caso Panamá sería un país tremendamente desarrollado y no es el caso. Singapur es un emporio industrial y tecnológico.

  3. Jesús, por Singapur pasan cada día 15 millones de barriles de petróleo (y subiendo), mientras que por Panamá sólo pasan 500 mil como mucho.

    Con lo de ayudas a Israel no me refería únicamente al armamento. Y bueno, el premio Nobel lo otorga el Banco Central sueco, su credibilidad está por los suelos desde hace décadas, especialmente desde que reparten Nobeles de la paz a Kissinger u Obama.

    Saludos.

Los comentarios están cerrados.

Esta web funciona gracias a WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: