Después del concierto de Goran Bregović del lunes tocó este sábado acudir al concierto de la Mehr Ensemble con motivo del Noruz, el año nuevo iraní.
Si primero no podía perderme la vibrante actuación de un artista cuyo tema más conocido se titula Kalashnikov esta vez se trataba de acudir al Pijostán, una zona de Madrid tan exótica como extraña para mí, para escuchar a un grupo de seis intérpretes de instrumentos tradicionales iraníes. Una manera muy personal de desear una nueva era de relaciones con Irán y celebrar la llegada de la primavera tras un invierno duro en todos los sentidos.
Tras lo más crudo del crudo invierno, el sol siempre brilla más fuerte, todo auge siempre emerge da una oscura y cruda adversidad fundacional.