Alguien se ha dejado una conexión wi-fi abierta en el aeropuerto berlinés de Schönefeld. Tiene gracia porque la primera conexión wi-fi que encontré abierta era de pago. Me planteaba si merecía la pena pagar por media hora de conexión lo que en un locutorio de barrio en Madrid me hubiera permitido estar varias horas conectados a Internet cuando probé esta segunda conexión. Y sí, alguien se ha dejado una conexión abierta.
¿Qué hago aquí? En una hora viajaré mil kilómetros más para empezar una aventura de quince días por cuatro países. He traído mi Asus W5F y pienso ir contándoles por el camino mis peripecias salpicadas de comentarios breves en la línea de este blog. Supongo que debería haberme dedicado a crear expectación en la semanas previas pero con decir que compré el billete de vuelta una hora y media antes de salir corriendo hacia el aeropuerto…
Empieza la aventura.
Qué bonito es Schönefeld… Y qué bancos tan incómodos tienen…
A la aventura.
¡Fotos!