Una vida contra ETA

Nunca presté atención a las andanzas del ex-general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo. Teniendo en cuenta su casposa parroquia de fans me resultó un personaje lejano. Además por el bien de mi bolsillo (y de mi cordura también) me abstuve siempre de comprar libros sobre el terrorismo en España. Pero viviendo la enésima «tregua»de ETA de la que sí he hablado y movido por un impulso compré «Mi vida contra ETA».

El libro más que unas memorias personales de toda una vida entera se centra en su paso por la 513ª Comandancia de la Guardia Civil con sede en Inchaurrondo. El libro es simplemente el relato, no siempre ameno, de los atentados de ETA y caídas de comandos en la provincia de Guipúzcoa entre 1980 y 1995. Alguna pifia ortográfica y de sintaxis, además de un estilo repetitivo, son síntoma de una edición descuidada. ¿Nadie en la Editorial Planeta se molestó en revisar a fondo el libro? El libro gana interés cuando entra en profundidad en los detalles de asuntos como Sokoa y la caída de la cúpula de ETA en Bidart, que nos permite conocer los entresijos de lo que fue la lucha contraterrorista en España. El sacrificio personal y la paciencia fueron los recursos principales en aquellos años de la ETA más dura que no la tecnología. El libro concluye con la visión personal de Galindo de lo que fue su caída. Determinados políticos y periodistas jetas quedan vívamente retratados por su hipocresía.

Para aquellos convencidos de que las fuerzas armadas y de orden público fueron un pilar mimado del régimen de Franco deberían saber que hasta la llegada del PSOE al poder en 1982 los medios empleados por la Guardia Civil en el País Vasco eran patentemente precarios. Además resulta evidente en el libro que el verdadero punto de inflexión en la lucha contra ETA lo supuso la progresiva ayuda francesa en la lucha contraterrorista. Galindo queda reflejado en sus memorias como una persona profundamente católica, un nacionalista español y simpatizante del PP. El País Vasco son para él las españolísimas Vascongadas. Pero como suele suceder con esta clase de personas su autorretrato dice cosas diferentes de lo que él pretendía. Galindo es un extranjero en el País Vasco. La suya es una campaña de contrainsurgencia. Y como el mismo cuenta más allá de un punto la solución sólo puede ser política.

Un comentario sobre “Una vida contra ETA

  1. Efectivamente Franco no es que tuviera ni a las FAS ni a las FOP’S entre sus prioridades de gasto. Eso no era más que un infundio de la izquierda, que curiosamente ahora algunos jovenes de derechas se han creido.

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