Ignacio Ramonet sobre la paz en Colombia

Proveniendo de quien viene, uno de esos intelectuales europeos que jalean a dictadores en la distancia desde la comodidad de su casa, tomaría con reservas lo que cuenta. Pero me ha parecido interesante lo que Ignacio Ramonet explica sobre Colombia en un artículo de la edición española de Le Monde Diplomatique:

Pero si el presidente Santos decidió, ante la sorpresa general, abrir unas negociaciones de paz con la insurgencia no fue sólo porque las FARC se encuentren disminuidas militarmente. Es también porque la oligarquía latifundista que, desde hace 65 años, se opone a una reforma agraria en Colombia (este país es prácticamente el único en América Latina que, por la cerrazón de los terratenientes, no ha rea­lizado una redistribución de tierras) ya no tiene el poder dominante que tenía. En los últimos decenios se ha consolidado una nueva oligarquía urbana mucho más poderosa e influyente que la oligarquía rural.

Durante los años más terribles de la guerra, las grandes aglomeraciones quedaron aisladas del campo. Era imposible circular por tierra de una localidad a otra y la “Colombia útil” se convirtió en una suerte de “archipiélago de ciudades”. Estas metrópolis, en las que se acumulaban los millones de personas que huían del conflicto, desa­rrollaron su propia economía cada vez más pujante (industria, servicios, finanzas, importación-exportación, etc.). Hoy es ella la que domina el país y a la que, en cierta medida, representa Juan Manuel Santos.

Me extraña pensar que las FARC se van a disolver simplmente tras promulgarse una «reforma agraria». ¿Cuándo fue la última vez que oí ese concepto en un programa político? No sé qué pirueta mental tendrían que hacer los líderes de las FARC para vender el acuerdo a sus bases a cambio de que cada uno reciba una huerta. Pero lo interesante del artículo es la idea de que se ha producido un relevo en las élites económicas del país y que las nuevas están deseosas de liberar las potencialidades del país, destinado a ser la segunda economía de Sudamérica.

7 comentarios sobre “Ignacio Ramonet sobre la paz en Colombia

  1. Colombia es un país de realismo mágico como otros de esa zona. Así que podría ser posible que las FARC vendieran como un éxito conseguir alguna reforma agraria y disolverse para así disfrutar de los dineros ganados en sus tráficos. Podría ser.
    Pero el odio a las FARC y a todo lo que se relaciona con ellas no es cosa de oligarcas y terratenientes. El colombiano medio, ese que no tiene nada en propiedad o todo lo más un terrenito en el que hacerse su casa, ese odia a muerte a las FARC. Basta hablar con cualquier colombiano que haya venido a España a trabajar, para descubrirlo. No digo lo mismo de los que hayan venido a estudiar, esos son otra cosa.

    1. Esa podría ser la «solución». Amnistía para los líderes de la FARC, para que puedan ir a disfrutar sus ganancias con el narcotráfico, mientras que a los guerrilleros se les conceda alguna ayuda para la reinserción social que incluya alguna cuestión agraria.

  2. Eso es más o menos lo que se ha intentado con los paramilitares y el resultado ha sido «relativo». Porque vivir del delito es muy cómodo y da muchas ganancias. Pero en fin, igual algo ayudaría.

    1. Tanto optimismo de Ignacio Ramonet para mí tiene elementos de «wishful thinking». Quiere creer que estas negociaciones son las buenas porque ve la realidad colombiana desde el lado de la guerrilla, que necesita creerlo.

      La gran pregunta es, si llega la paz, ¿qué van a hacer con tanto militar desmovilizado?

  3. El ejército colombiano es básicamente de reclutas. Si se redujera el ejército sería fácil. Se llamaría a menos soldados y ya está. Las cias de infantería suelen tener un único oficial, como mucho dos. Y los suboficiales tampoco abundan. Las brigadas las están mandando coroneles.

    1. No conozo la estructura del ejército colombiano. Pero me pregunto si algunas unidades contrainsurgencia, antiterroristas, antisecuestro, etc. serán profesionales. A eso hay que añadir las unidades de policía.

      En cualquier caso también habría que contar los fondos destinados a la guerra contra las FARC que podrían ser liberados para actividades productivas.

  4. Las unidades de élite si son de soldados profesionales, pero son cuantitativamente pequeñas, así que no se van a quedar de la noche a la mañana en la calle sin trabajo y a la espera de cualquier contrato. La policía colombiana en gran medida también se nutre de «reclutas». Como en Brasil en Clombia también se hace la «mili» en la policía.

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