La explosión de canales de televisión gracias a la Televisión Digital Terrestre y la proliferación de medios digitales gracias a Internet ha generado en España una gran demanda de tertulianos, comentaristas y expertos con los que rellenar programas de debate y columnas de opinión.
Tras ser entrevistado en RNE1, citado en El Mundo y mencionado en El País y ABC, GuerrasPosmodernas.com te ofrece su experiencia para ayudarte a convertirte en un fino analista internacional en tres cómodas lecciones.
1. Usa cualquier cosa como credencial.
¿Experto en cerámica aqueménida? ¿Profesor de latín y griego clásico en un centro de enseñanza secundaria? ¿Periodista del corazón que vio mejores horas? ¡Ya eres un experto en el mundo árabe y Oriente Medio! Tan fácil cómo decir:
-«El actual conflicto de Oriente Medio no es más que la repetición del milenario conflicto Occidente-Oriente. Ya los griegos decían…»
-«Yo que entrevisté a Farah Diba en su palacio de Teherán puedo decir que la clave profunda de la Revolución verde es…»
-«Para entender la guerra civil libia tenemos que entender la rivalidad de lo que para los romanos eran las provincias de Tripolitana y Cirenaica».
-«Yo acudo frecuentemente a comer shawarmas en un restaurante libanés y puedo decir que son gente encantadora…»
2. Llévale la contraria a todo el mundo
Nunca conseguirás escribir para reputadas cumbres del periodismo como Público o La Razón siendo un medianías. ¡Llévale la contraria a todo el mundo! Estamos en la era de Internet, la prensa internacional al alcance de un click de ratón, los confidenciales, los blogs especializados… Si dices algo que suena chocante haz que la gente crea que tú accedes a mejor información. Aprende a decir con desprecio «Ah, pero ¿tú eres uno de esos que se informa viendo las noticias en la tele y leyendo periódicos?». El siguiente paso estará chupado.
Si todo el mundo coincide que el triunfo de las revueltas populares contra el rey Oblongo de Zamunda pidiendo libertades es un avance para la democracia en África Central tú argumenta que la noticia es preocupante porque la mano de hierro del rey era un garante de la estabilidad en la zona. Si el ejército de Absurdistán frena la ofensiva de los rebeldes que habían dejado una estela de pillaje y violaciones tú di que son una fuerza revolucionaria que representan los intereses del pueblo.
2.1 Ante la duda lléale la contraria a Washington.
Si encuentras todo muy confuso aplica la regla más simple: Critica todo lo que haga el gobierno de los Estados Unidos. Si Hillary Clinton reclama el respeto de los derechos humanos en Cuba tú di que el régimen de los hermanos Castro está en el punto de mira por tratarse de una verdadera democracia popular y sus grandes logros en educación y sanidad. Si Barack Obama alaba el desarrollo económico y social de Emiratos Árabes Unido tú recuerda que las petromonarquías árabes están muy lejos de ser una democracia a la occidental. Si Washington reclama democracia y el derechos a la autodeterminación tú defiende el respeto al ordenamiento político de cada país y la inamovilidad de las fronteras. Si Washington adopta una postura pragmática para mantener el status quo y la estabilidad regional tú denuncia la cruel y fría razón de estado.
3. Si hay petróleo, no les des más vueltas. Entonces es eso. Si no lo hay, también.
Leer sobre la toma de decisiones en el seno de la primera legislatura de George W. Bush es muy pesado. Bob Woodward escribió varios libros tochísismos. Entender las bases intelectuales de los neoconservadores y el auge de los «Vulcanos» es un rollo. Trata de entender entonces por qué el gobierno de Iraq ha concedido contratos petroleros a empresas chinas o el gobierno kurdo había dado licencias de exploración a un joint-venture sino-noruego un lío. Así que todo es más fácil cuando dices que la invasión de Iraq fue por el petróleo. Y cuando no hay petróleo también.
¿La intervención de la OTAN en Kosovo en 1999? Petróleo.
¿La invasión de Afganistán en 2011? Gasoductos.
¿Bin Laden? Un invento de la CNN.
¿El 11-S? Un espectáculo de efectos especiales de los judíos de Hollywood.
Si profesores de universidad o colaboradores en Rebelión.org y Público han dicho todo esto en conferencias o por escrito, ¡no dudes en hacer analista internacional tu carrera profesional!
Yo también soy analista internacional.
Genial!
Primero me he reído porque es buenísimo.
Después me he dado cuenta de que es tristemente cierto.
Yo, además de analista, también soy analisto.