A principios del mes de julio hablé de la llegada de inmigrantes irregulares a la isla de Malta como un ejemplo de que el fenómeno no era exclusivo de nuestro país y por tanto no tenía que ver con ningún «efecto» llamada particular de España. A las pocas semanas la noticia saltó cuando un pequero español, el «Francisco y Catalina» recogió a 51 inmigrantes a 100 millas de Malta. Las autoridades maltesas se negaron a permitir al barco entrar a puerto pero el asunto se resolvió con la redistribución de los inmigrantes por varios países.
45 de los 51 inmigrantes rescatados por los marineros españoles provenían de Eritrea. Independiente desde 1993, tras una larga guerra (1961-1993), sus habitantes tienen motivos para abandonarlo. Si Eritrea salió de su «guerra de independencia» como un país totalmente depauperado, a los pocos años iniciaba una carrera de conflictos con sus vecinos por la demarcación de sus fronteros. Primer estalló un entraba en conflicto con Yemen por unos islotes. Y lo que es peor entabló una guerra abierta con Etiopía entre los años 1998 y 2000. Siendo dos países de los más pobres de África se embarcaron en la compra de aviones de combate modernos que ni siquiera buena parte de las fuerzas aéreas europeas cuentan.
Cazabombarderos MiG 29 y Sujoi 27 provenientes de los arsenales liquidados tras el fin de la Guerra Fría entablaron combates aéreos en una guerra iniciada por una disputa sobre demarcaciones fronterizas. Fue una de tantas y tantas guerras olvidadas. Pero una guerra peculiar: Una de las pocas guerras tras el fin de la Guerra Fría entre dos estados.
Las lista de guerras entre países desde 1991 es reducida. Descontando los conflictos en los que ha participado EE.UU. (liberación de Kuwait, invasiones de Iraq y Afganistán) incluye el conflicto del Alto Cenepa entre Perú y Ecuador, el conflicto por el glaciar del Kargil entre India y Pakistán y la guerra por un corredor hasta Naborno Karagaj entre Armenia y Azerbaiyán. En todos los ejemplos, el casus belli fue la demarcación fronteriza. Pura dinámica del siglo XIX. El mundo que se acaba.