Navegué por Internet por primera vez allá por octubre de 1994. Una conexión en casa se hizo esperar. Vía módem accedí desde casa por fin en febrero de 1998. Y desde entonces la Red se me ha hecho imprescindible.
La entonces próxima guerra de Iraq fue el punto de inflexión en los primeros meses de 2003. Mientras los medios de masas al servicio del poder en España daban crédito a las mentiras sobre las armas de destrucción masiva iraquíes y los vínculos régimen de Saddam-Al Qaeda, algunas lecturas y unas cuántas navegaciones me bastaron para tener esa sensación de que había una divergencia enorme entre el mundo en que vivía y el mundo que reflejaban los medios. No era una idea nada novedosa en mi cabeza. Lo nuevo era el potencial que descubrí en Internet. A día de hoy apenas sigo las noticias por televisión.
Sin embargo, Internet no es la panacea. Como toda plaza pública está llena de charlatanes y trileros. Con frecuencia consiguen irritarme profundamente las tonterías provenientes de un lado y del otro. Y de esa irritación surge la necesidad de expresar mi punto de vista, que viendo el triste panorama general es tan bueno como el de cualquier otro.
Así que a partir de ahora, y aquí, encontrarán mis apuntes sobre la realidad que nos has tocado sufrir. Esperamos que las singladuras contadas en esta bitácora nos lleven a tiempos mejores.
[Esta entrada fue publicada originalmente en el blog Zoon Politikon de pitas.com]