«Soros, rompiendo España» de Juan Antonio de Castro y Aurora Ferrer (1ª parte)

Hay libros que leo con la misma curiosidad con la que acudo al cine a ver películas polémicas que sospecho me van a decepcionar pero de las que no quiero opinar a partir de las experiencias de otros. Quiero poder opinar según mi propio criterio. Soros, rompiendo España de Juan Antonio de Castro de Arespacochaga y Aurora Ferrer es uno de esos libros. Sentía curiosidad sobre las informaciones novedosas que el libro podría aportar sobre el proceso soberanista catalán pero antes de llegar al meollo del asunto el libro me he sorprendido entrando en un terreno familiar pero inesperado. Así que voy a dividir en partes mi reseña de este libro. Esta primera trata del contenido del Preámbulo, el Capítulo 1 y el Capítulo 2.

Se podría decir que Soros, rompiendo España es la respuesta a la pregunta que nadie hizo en octubre de 2017. En aquel entonces si a cualquier periodista especializado en política catalana le hubieran preguntado por el origen y evolución del proceso soberanista habría proporcionado una explicación larga y pormernorizada que habría aportado claves profundas de origen totalmente endógeno. De hecho, se han escrito un buen número de libros sobre el tema. Yo mismo tengo una pila de ellos, aunque hasta ahora sólo publiqué aquí una reseña de unos: En el huracán catalán de la periodista francesa Sandrine Morel.

Creo que no ha circulado entre los observadores políticos de la crisis catalana una duda profunda sobre la naturaleza del fenómeno. Se podría escribir largo y tendido sobre los errores de apreciación de las dimensiones del problema en Madrid, de las estrategias cortoplacistas de los gobiernos de Madrid, del plan “Cataluña 2000” de Jordi Pujol, de la huida adelante de un sector de la clase política catalana tras la crisis de 2008, del papel de los medios de comunicación, etc. Sobre esto último basta recordar, por ejemplo, “El libro negro del periodismo en Cataluña”, reportaje de Jordi Pérez Colomé. No creo que nadie haya pensado en Cataluña que el proceso soberanista ha sido un fenómeno surgido desde fuera de la propia sociedad catalana y que sólo se puede explicar por la acción de un elemento ajeno a Cataluña y España.

El punto de partido de este libro es la preocupación de Aurora Ferrer, “una de las alumnas más destacadas de la Cátedra de Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos de la Universidad Rey Juan Carlos” (tal como dice la solapa del libro) porque “alguien intentaba manipular la realidad de lo que estaba ocurriendo en Cataluña” (pág. 12) y promover «una rebelión separatista que pretendía robarnos Cataluña a todos los españoles» (pág. 13). Su primera línea de investigación fue Rusia, pero “unos pocos días de investigación fueron suficientes para descartar la pista rusa” (pág. 12).

El defensor de la “pista rusa” en España fue el periodista David Alandete desde el diario madrileño El País. Aquel empeño personal le supuso el descrédito entre sus compañeros y una campaña de acoso por parte de fans de Putin en España, sin olvidar una presentación desafortunada ante una comisión parlamentaria en Reino Unido que le puso en la diana de Russia Today. El tiempo le daría la razón, según se fueron conociendo más datos. Pero soy de la opninión que el asunto catalán era secundario en Moscú y si se agitó en redes sociales fue únicamente porque encajaba en la narrativa rusa de una Unión Europea decadente e hipócrita, donde se vulneran los derechos humanos igual o más que en Rusia. Los contactos desde el entorno independentista catalán y la Rusia de Putin fueron impulsados desde Cataluña y no al revés ante el nulo apoyo oficial a la causa desde los países de la Unión Europea. Véase al respecto mi análisis «Lecciones de geopolítica para la fallida República de Cataluña« (noviembre 2017).

Para los autores de este libro, el papel de Alandete y la «pista rusa» fue el de crear una “cortina de humo, ocultando hábilmente el oscuro papel de Soros en la secesión catalana” con su “obsesiva, machacona e infundada sospecha sobre la implicación de Rusia en el barrizal catalana” (pág. 27). Así que tras investigar infructuosamente «unos pocos días» la “pista rusa”, Aurora Ferrer habló con un profesor de la Cátedra de Servicios de Inteligencia, que le propuso investigara la conexión con un personaje que desconocía: George Soros. El profesor le propuso además que contactara con Juan Antonio de Castro. A partir de ahí empezó su investigación sobre George Soros, el personaje que “se está haciendo con las riendas del mundo” (pág. 12), y realizó descubrimientos que le provocaron “vértigo” (pág.13).

George Soros en 1986. Foto Getty Images vía The Guardian.

George Soros es un multimillonario judío nacido en 1930 en Hungría, que sobrevivió al Holocausto porque su familia pudo ocultar sus orígenes. De hecho Soros no es su apellido real, sino una palabra con significado en húngaro y esperanto. Después de la guerra, George Soros se trasladó a Londres donde fue alumno de Karl Popper, el filósofo de la ciencia autor de La Sociedad Abierta y sus Enemigos. La influencia intelectual de Popper en Soros fue notable y su fundación se llama la Open Society Foundation.

Soros se convirtió en una figura pública por un gran maniobra especulativa financiera. En 1992 estaba convencido de que la libra esterlina estaba desajustada de su valor real y realizó multimillonarias operaciones en corto a través de su fondo de inversión, el Quantum Fund. Al Reino Unido no le quedó más remedio que devaluar su moneda al ser incapaz de contrarrestar la maniobra con sus reservas y la libra esterlina tuvo que abandonar el Sistema Monetario Europeo. Según los autores, “hoy Soros sigue pavoneándose de haber tumbado la libra esterlina en un solo día” (pág. 29). La única referencia al tema que he encontrado en Internet es que parece que Soros ha dicho que “no siente remordimientos” por aquella acción que le supuso ganar una fortuna y le costó otra tanta a las arcas del tesoro inglés. El libro no acompaña fuentes a la afirmación. Sé que es una anécdota, pero el está lleno de afirmaciones contundentes sin referencia alguna.

La segunda razón por la que George Soros es conocido públicamente es porque ha dado montañas de dinero a su Open Society Foundation y otras organizaciones, activas especialmente en Europa del Este. Pero lo que hizo realmente célebre a a Soros es su apoyo económico a organizaciones que tendrían un papel importante en la caída del presidente serbio Slobodan en 2000 y en la Revolución Naranja de Ucrania en 2004. Aquello formó parte de sucesivas iniciativas en la que colaboraron instituciones públicas estadounidenses y organizaciones vinculadas a los dos grandes partidos políticos estadounidenses para ayudar a la oposición de países excomunistas a organizarse para formar un frente unido, pedir elecciones limpias y vencer en ellas frente a candidatos de tintes autoritarios. Véase por ejemplo mi reseña de Las revoluciones de colores de Carlos González Villa, pero sobre todo el libro The New Cold War Revolutions, Rigged Elections and Pipeline Politics in the Former Soviet Union de Mark Mackinnon, que vivió en persona muchos de aquellos acontecimientos y tuvo oportunidad de hablar con sus protagonistas.

Una cuestión clave de las llamadas Revoluciones de Colores es que tumbaron gobiernos simpatizantes de Rusia para ser sustituidos por otros de tendencia europeísta y atlantista. Aquello, evidentemente, convirtió a George Soros en enemigo número de la Rusia de Vladimir Putin. Y fue una de las bases del mito del malvado judío globalista multimillonario que llega a nuestros días agitado por cierta ultraderecha y del que este libro se alimenta abiertamente.

Cualquiera que haya militando activamente en movimientos sociales sabe que el dinero ayuda  a articular las organizaciones pero la gente no sale a las calles si no hay un descontento y un malestar general. Este libro nos cuenta en cambio que es el dinero de George Soros el que ha ido creando de la nada movimientos de protesta para desestabilizar países o gobiernos en varios continentes. Así, “[l]a huella de Soros puede verse, por ejemplo, en las llamadas revoluciones de color, como la Revolución Naranja (Ucrania, 2004), la Revolución Blanca (Egipto, 2011), la Revolución de las Rosas (Georgia, 2003) o en las llamadas Primaveras Árabes” (pág.14). Pero también, está en marcha una «revolución que lidera Geroge (sic) Soros en persona en África, en lucha por los recursos naturales y mineros” (pág. 50), en concreto en Senegal y Burkina Faso). Pero también la «[revolución] naranja en Baskorstostán», «la revolución amarilla en Maldivas», la revolución «del árbol de olivo en Palestina», las «protestas de la Policía en Ecuador», «el movimiento democrático naranja en Kenia», etc. hasta un total de «más de 20 revoluciones de color (o temáticas)» (pág. 40)

A mí personalmente como sociólogo me costaría hacer afirmaciones taxativas sobre tantos fenómenos políticos, pero para los autores las causas de todas estas protestas sociales y políticas en Europa, Hispanoamérica, África y Asia «no son internas» y «detrás están intereses de la política exterior de los Estados Unidos» (Pág. 41). Y aunque se permiten un margen de duda sobre las causas, que «al meno no [son] sólo internas», sin la acción de ONG estadounidenses, «entre las que destaca claramente la red global de entidades de Soros, el paisaje político de todos estos países no habrían cambiado de color» (pág. 41).

Al igual que en el caso del proceso soberanista catalán, si uno acude a periodistas e intelectuales de los países afectados encontrará explicaciones de las Revoluciones de Colores y de las Primaveras Árabes complejas y llenas de matices. También, por supuesto, encontraremos una tonelada de libros. Por ejemplo, Mark Mackinnon termina el suyo preguntando a un activista serbio sobre la naturaleza de la relación que establecieron con las organizaciones estadounidenses y si se sintieron utilizados. Y es que los habitantes de esos países no son peones carentes de voluntad e incapaces de actuar sin un impulso externo. De hecho, surgió una crítica desde el propio mundo árabe a las explicaciones tecnofetichistas de que la Primavera Árabe sucedió gracias a las redes sociales creadas en Sillicon Valley.

La perspectiva del libro es que todos aquellos acontecimientos históricos surgieron de la nada y por tanto tienen que tener una explicación monocausal: “Todas ellas [Revoluciones de Colores y Primaveras Árabes] fueron, como es sabido, levantamientos populares, repentinos y casi siempre inesperados, en los que el pueblo se daba cuenta de la pésima gestión de sus mandatarios y salía a gritar su indignación en masa. Detrás de esta imagen idealizada, sin embargo, se oculta un movimiento organizado y perfectamente planeado» (pág. 14). Las Revoluciones de Colores por tanto, «no tuvieron nada de espontáneas» (pág. 39).

Para los autores del libro, el objetivo de esta labor desestabilizadora es establecer un «Nuevo Orden Mundial de Soros» donde los países no puedan impedir «el modelo capitalista que alimenta a sus empresas y a oligarquías financieras transnacionales tales como Rockefeller, Rothschild y Goldman Sachs» (pág. 36). No sé si a los autores se les escapa las connotaciones del empleo de expresiones como «Nuevo Orden Mundial«, que forma parte del vocabulario básico de las teorías de la conspiración. Pero averiguando quiénes son y qué línea ideológica mantienen los autores y publicaciones que citan los autores, además de entendiendo el contexto de algunos de los clichés que aquí se reproducen , no se puede más que concluir que el libro tiene una intencionalidad. La duda que me queda es si los autores del libro van a jugar la carta de la ingenuidad de no saber las connotaciones de las ideas que lanzan.

A mí el tiempo se me escapa volando, pero George Soros tiene tiempo libre para estar detrás de todo lo que pasa en el mundo.

Los criterios con los que George Soros desestabilizaría gobiernos no son casuales: “los más incómodos con sus intereses económicos han sido incluso desalojados del poder, como en el caso de Egipto” (pág. 35). Y responden al alineamiento de los intereses de Soros y la «oligarquía anglo-americana» (pág. 37). Sin embargo, Soros estaría también actuando mediante sus ONG en los países occidentales. Así, movimientos como el 15-M u Ocuppy Wall Street fueron “protegidos y amparados por el magnate” (pág. 37).

La llegada al poder del presidente Donald Trump habría limitado las posibilidades de cooperación de Soros con el gobierno estadounidenses y le habría llevado a actuar en territorio estadounidense. Para lo que “no tuvo reparos en imponer en Estados Unidos una cultura de violencia y disturbios raciales con tal de lograr sus objetivos desestabilizadores” (pág. 54).

El objetivo de Soros en Estados Unidos atacando al gobierno de Trump sería «boicotear la cooperación con Rusia y China en la lucha de estas tres potencias contra el terrorismo”, además de impedir que Estados Unidos pueda “participar plenamente en la construcción de las infraestructuras que configurarán la nueva “ruta de la seda” (pág. 55). Esto último es una idea curiosa, teniendo en cuenta la guerra comercial lanzada por Trump contra China. En cuanto a lo de la cooperación en materia de terrorismo no sé bien qué quieren decir los autores de libro, pero es que no se nos ofrece ninguna referencia bibliográfica que nos permita ahondar en la cuestión.

La afirmación de que George Soros promovió «disturbios raciales» en Estados Unidos surge de la financiación al movimiento Black Lives Matter, que recibió dinero de otras fundaciones como la Ford Foundation. Sería interesante saber cómo se relacionan los disturbios raciales y la industria del autómovil. Pero esto nos lleva al meollo de por qué George Soros es tan odiado desde cierta derecha. Y es que en vez de gastarse su dinero, como la mayoría de los multimillonarios, en promover las artes o financiar think-tanks que nieguen el cambio climático, George Soros ha repartido dinero entre movimientos sociales con una agenda claramente progresista. Y por ejemplo, «ejerció una enorme influencia» sobre el presidente Barack Obama. (pág. 32). O ese «dicen», nos cuenta el libro sin ofrecer ninguna referencia, como es lo habitual del resto de libro.

Lo que preocupa a los autores que “Soros financia desde movimientos favorables a la legalización de la marihuana, hasta sociedades proabortistas, pasando por movimientos LGTB u ONGs promigratorias” (pág. 33), sin olvidar que financia la «inmigración ilegal, la ideología de género [y] el feminismo radical (pág. 35). Todo ello serían, los “pilares ideológicos sobre los que se sostendrían el gran proyecto de nuevo orden mundial” (pág. 33).

La pregunta, llegados a este punto, es ¿alguien sabe cuál es la ideología de George Soros? ¿Qué piensa sobre los temas de los que se supone es un actor fundamental? Según los autores, «[e]xiste muy poca bibliografía que analice de manera integral y coherente los verdaderos objetivos del personaje y sus métodos” (pág. 31). Creo que nos podemos hacer una idea si repasamos algunos elementos biográficos y algunas declaraciones suyas. George Soros habría afirmado que la experiencia de haber vivido en una Hungría, que pasó sucesivamente del nazismo al stalinismo, le marcó profundamente. Eso explicaría que el concepto de «sociedad abierta» de Karl Popper le apelara. Pero me da la impresión que los autores no han entendido el significado real de las ideas de Soros y Popper.

Dicen los autores que, según Soros, «la verdad absoluta está más allá del alcance del intelecto humano y que las ideologías que pretenden ofrecer una certidumbre total están destinadas al error» (pág. 34). Si tenemos en cuenta que Karl Popper, maestro de Soros, era una filósofo de la ciencia nos podemos hacer una idea de que estamos ante una cuestión epistemológica y a que la idea de fondo es una enorme desconfianza ideologías totalitarias. Pero los autores del libro entienden que esta frase significa que George Soros puede «afirmar siempre una cosa y su contraria sin despeinarse lo más mínimo» (pág. 34). Me parece una gran simplificación y tengo la sensación de que los autores han intentado tratar de leer entre líneas, con un profundo sesgo, en las ideas de George Soros sobre asuntos como mercados financieros o filosofía de la ciencia a falta de un verdadero corpus ideológico.

George Soros sería, tomando el término de Ernesto Laclau, un significante vacío para los autores del libro en el que proyectar un montón de ideas contradictorias. De este modo, George Soros sería un relativista moral sin escrúpulos, capaz de defender una cosa y la contraria. Pero también se nos señala «la vehemencia de su propia ideología, francamente autoritaria» (pág. 34). George Soros financiaría «organizaciones liberales y ultracapitalistas» para colocar a los países del mundo bajo la hegemonía de los «oligarquías anglo-americanas», a la que se someten «regímenes de izquierda y socialdemócratas» (pág. 37) e imponiendo un «Nuevo Orden Mundial» con una marcada agenda progresista. Sería un personaje maquiavélico y astuto, pero  a la vez es una persona no muy brillante porque vaticinó erróneamente las consecuencias de la crisis financiera de 2008 (pág. 33) y habiendo estudiando filosofía «tampoco parece haber llegado demasiado lejos» (pág. 34)

El ejemplo más significativo de George Soros como significante vacío para mí es la Unión Europea. ¿Qué sabemos qué piensa George Soros de la Unión Europea? El libro nos cuenta que se mostró contrario al BREXIT (pág. 20) y que promovió en 2011 un manifiesto europeísta en el que participaron personajes como Javier Solana, Daniel Cohn-Bendit, Massimo D’Alema y Emma Bonino pidiendo «más Europa» (pág. 32-33). Pero también el libro nos cuenta que George Soros es un profundo enemigo de la Unión Europea. Soros quiere una Europea débil, convertida en “un conjunto fragmentado de regiones” para “impedir que emerja un auténtico polo de fortaleza europea” (pág. 21). Esto explicaría el interés de George Soros en romper España. Y si quería que el Reino Unido permaneciera dentro de la Unión Europea es sólo para continuar «la estrategia británica de bloqueo de futuros nexos de Europa con Rusia y países del este» (pág. 20).

«Afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias» — David Hume

Llegados a este punto hay que preguntarse las fuentes de tanta afirmación extraordinaria. Por muy sesgado y contradictorio que me parezca el discurso de los autores del libro, podrían tener razón y sustentar sus aseveraciones con fuentes incontestables. Así que cuando en la página 18 me encontré la primera nota al pie de página donde se cita una obra sobre George Soros acudí a Internet a buscar quién era Pierre-Antoine Plaquevenent, autor de Soros, et la Sociéte Ouverte: Metapolitique du Globalisme, publicado en Francia en 2018. La aparición del término «metapolítica» en el título del libro ya me dio una pista de lo que me iba a encontrar. Según el portal francés Conspiracy Watch, se trata del impulsor de la web Les-non-alignés.fr, una publicación conspiracionista en la órbita de  Dieudonné M’bala M’bala y Alain Soral, dos viejos conocidos de este blog. Podemos leer un artículo suyo en el portal ruso Katehon.

El siguiente autor citado es Frederick William Engdahl. La información de que George Soros quería que el Reino Unido permaneciera en la Unión Europea para perdurar su bloqueo a un acercamiento a Rusia procede de su artículo «The Secret Financial Network Behind Wizard George Soros», publicado originalmente en 1996 en el Executive Intelligence Review. Se trata de una publicación de Lyndon LaRouche. Para el que no lo conozca, fue un activista político estadounidense bastante polémico por manejar su movimiento casi como una secta y por sus ideas conspirativas y antisemitas.

La tercera nota con una referencia a un texto sobre George Soros es «Le Millardaire qui Complote contre la France. Révélations sur George Soros, le Financier Mondial de l’Inmigration et de l’Islamisme«, título de una portada en 2018 de la revista de ultraderecha francesa Valeurs Actuelles. El contenido de aquel número fue calificado por otras publicaciones de Francia y Estados Unidos de conspiracionista y antisemita.

La cuarta referencia es un artículo que se atribuye a la web Agón Filosofía en una nota en la página 36 y que se titula «Nuestro mundo: la campaña de caos global de Soros«. En realidad es  una traducción de un artículo de Caroline B. Glick publicado en el Jerusalem Post. No es el único error de atribución de fuentes. En la página 33 se cita al periodista Jim Denney y su libro The New Reagan Revolution, sin que se aporten los datos bibliográficos ni se mencione la página donde la que se extrae la cita. El libro es una obra a cuatro manos, que lleva la firma de Michael Reagan, hijo del que fuera presidente de los Estados Unidos. Denney es sólo el coautor mercenario.

La siguiente nota que menciona una obra externa hace referencia a una página web llamada The Global Elite, ahora caída pero de la que, gracias a la caché de Google, podemos ver que sus autores están obsesionados con la familia Rotschild y tienen interés en temas como el esoterismo y las civilizaciones antiguas.

Por no extenderme más, señalaré que en las otras referencias encontramos dos textos de Global Research, otro documento del movimiento Larouche, la web del partido político francés Solidarité et progrès (asociado al movimiento Larouche), el libro Arabesque Américaine de A. Bensaada y un artículo de Sign Of The Times (sott.net), vinculado a una especie de movimiento esotérico New Age llamado Quantum Future Group. Es decir, que todas esas afirmaciones extraordinarias sobre George Soros están sustentadas no de libros, tesis doctorales, estudios y trabajos largos y sesudos, sino de artículos sueltos de páginas webs bastante cuestionables. Queda en manos del lector dar el salto de fe de tomarlas como referencias fiables.

Evidentemente podría suceder que todo lo que los autores cuentan en las primeras sesenta páginas del libro sobre George Soros sea incoherente y tendencioso pero a la misma vez resulta que todo lo que tienen que aportar sobre Cataluña sea verosímil. Queda la incógnita abierta para cuando lea el resto del libro. Los autores afirman que han reunido «[h]echos y evidencias contrastadas y concordantes que, hiladas las unas con las otras, le convierten [a George Soros] en instigador de la rebelión en Cataluña» (pág. 19).

En conclusión, lo que tenemos en las primeras 60 páginas del libro es una pieza típica del género conspiracionista por estilo, fuentes y fondo. La intención de la obra resulta evidente si uno presta atención a las narrativas y los clichés que repite, porque se puede identificar su origen fácilmente si uno está familiarizado con cierta literatura.

11 respuestas a “«Soros, rompiendo España» de Juan Antonio de Castro y Aurora Ferrer (1ª parte)

  1. Por lo que veo, este libro cae en sus primeras sesenta páginas en los típicos topicazos conspiracionistas. Solo la mención a los Rothschild ya es casi para reírse.

    Es curioso que en bastantes de los textos conspiracionistas que siguen apareciendo hoy en día se sigan mencionando a los Rothschild como pertenecientes a la elite de grandes magnates «angloamericanos», cuando los mejores momentos de esa familia ya han pasado. Sí, vale, siguen siendo una familia de grandes millonarios, pero esa familia está dividida en varias ramas y ya no son lo que eran, y más si las comparamos con los nuevos megamillonarios como Carlos Slim, Gates, Bezos, Musk, etc.

    Si ahora mismo hay millonarios metidos en financiar asuntos turbios se tendría que hablar de Peter Thiel.

  2. Muy buenas

    A mí el libro me pareció muy interesante, y bastante serio. Lo leí hace ya unos meses. Tiene como valor añadido que la justicia en España ha llamado a declarar a los autores en una investigación sobre Soros y su papel en las revueltas de los provincianos que habitan el Nor-Este del Reino de España.

    Quiero comentar una experiencia que tuvé a propósito de la información que adquirí con la lectura de libro.

    en el libro se cita a un un abogado de USA de los llamados «Derechos humanos» que encabeza una de las ONG’s subvencionadas por el tal Soros.

    En el libro se cita como durante los últimos años provincianos independentistas, nativos de las provincias del Nor-Este del Reino de España, se ha formado, sufragados con dinero público, en el ámbito social y físico de la ONG de Paul Engler.

    Pues yo me quedé con la información del libro, y una vez leído, más o menos por noviembre de 2019, me encuentro con la siguiente información, leída en los periódicos:

    Parece ser que el señor Torra residente del gobierno regional de algunas provincias, ubicadas en el Nor-Este del Reino de España, citó en una alocución pública el nombre del Onegista de Soros Paul Engler , diciendo que este señor defensor de los derechos de algunos humanos, había declarado públicamente que los que quieren la libertad, así lo demuestra la historia, necesitan Mártires, necesitan Muertos.

    El presidente del gobierno regional de las provincias del Nor-Este del Reino de España, afirmaba que había que tomar notas de lo que decía el «humanista» Oenegero en cuestión.

    https://www.lavanguardia.com/politica/20191128/471929115639/quim-torra-pide-independentismo-paul-engler-polarizar-aceptar-sacrificios-cataluna.html

    Si yo no hubiese leído el libro que reseñas, no habría sabido quien es Paul Engler, ni su conexión con Soros, y no habría podido entender la conexión: Soros-Paul Engler- Torra- Independentistas provincianos, que pueblan algunos territorios del Nor-Este del Reino de España.

    Saludos

  3. Este libro parte de un trabajo de fin de máster de los peores que he evaluado en mi vida. La autora no no se desplazó a Cataluña a hacer ningún tipo de investigación. La hipótesis del trabajo no tenía ni pies ni cabeza. Su refutamiento estaba basado en apreciaciones personales con poca (por no decir ninguna) base científica. Los testimonios (y supuestas entrevistas) sin contrastar partes. Los gráficos sin ningún valor real.

    El libro es una estafa. Las guerras de colores igual que se justifican aquí, se pueden justificar en la cola de la pollería. El libro no es serio, no tiene suficiente fundamento. Esta hecho con un propósito. Por y para conspiranoicos. Y finalmente, sé que la policía no se no se tomó en serio el trabajo, ellos están más allá de las conspiraciones infundadas. Y que los dos autores ya ni se pueden ver.

  4. Muy buenas

    Una entrevista a uno de los autores del libro. Me permito poner el enlace de una entrevista a uno de los autores del libro en cuestión:

    Saludos

    1. JJ si ves el canal del Toro y te crees el libro, ambos llenos de informaciones in contrastar, sesgadas, manipuladas y obviando verdades, poco hay que añadir.

  5. El libro después de leerlo entero, es posible que no tenga una base científica, en cuanto a lo social y político. Pero en cuanto a investigación de fuentes abiertas ha dado para mucho. Resaltar de Soros, su filia por la izquierda norteamericana y globalista, con relaciones con la CIA y las primaveras árabes, y para esto no hay que ser un lince para reconocer ciertos vínculos, políticos pero más bien ideológicos.
    Ha George Soros, para entenderlo hay que leer a Karl Popper y esto es más difícil de encontrar a alguien que conozca toda su filosofía científica o por lo menos que como en mí caso, se haya leído; La Sociedad abierta y sus enemigos, cuestión que no tiene ningún merito, más allá de buscar respuestas.
    Karl Popper rechaza el historicismo, lo mismo que Soros y cuestiones como Cataluña lo ve como un conflicto político. Cuestiones que se pueden compartir o no pero Soros, es un hombre de acción. Pues tiene recursos suficientes para poder intervenir en procesos de ingeniería social, que tanto la derecha critica. Es una cuestión que mezcla el poder y el poderío económico, y que deja aparte a la ciudadanía, en procesos de decisión no electos.

    1. Intereconomia quien te ha visto y quien te ve. Tras décadas de fomentar el globalismo y denigrar los movimientos antiglobalización cómo niñatos anticapitalistas con rastras que son hipocritas porque llevan iPhone y otros artículos fabricados gracias a la globalización ahora sois antiglobalistas?. Me parto la caja menuda hipocresía.

      Ahora lo mejor es lo de la derecha pro Trump, ha pasado de ser profundamente anti belicista (dar caña a los árabes asiáticos y sudamericanos) a ser más pacifistas que Ghandi.

  6. Vaya progre estas hecho claro el NWO no existe el plan kalergi no existe claro, claro en fin otro tonto util de la izquierda, no te olvides de salir al balcon a las 8 mientras españa se convierte en otra venezuela

  7. Aunque aún nadie ha demostrado que el mero hecho de calificar a una teoría como «conspiranoica» la invalide de raíz (pues tal idea se fundamenta en la falacia ad hominem que supone descalificar un argumento únicamente en base a quién lo sostiene), estoy totalmente de acuerdo con jp en que el libro es, simple y llanamente, una estafa. Al respecto, y por si a alguien le interesa, he escrito una breve reseña (nada profesional) con mis opiniones sobre él, que puede leerse aquí: http://es.freelander.es/?p=10123

  8. NUEVA SUBNORMALIDAD

    No es raro que el gobierno, como asesinos que son, ya lo demostraron con el exterminio de ancianos, imponga ¡¡¡ el uso de las mascarillas sabiendo que son altamente dañinas para la salud !!!

    Entérate, no te quieren sano, te quieren enfermo y esclavo…

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