Consideraciones finales sobre la crisis coreana

Corea del Norte queda lejos del área de temas que sigo de cerca. Pero siempre he leído con interés las crónicas de los periodistas y viajeros que visitan el «Reino Hermético». Leí incluso el cómic Pyongyang de Guy Delisle, que vivió en la capital de Corea del Norte una temporada. Y creo que todos los occidentales que han pasado por el país coinciden en que no hay manera de saber si los ciudadanos del país, que muestran una inquiebrantable adhesión al régimen, lo hacen por sincera convicción o disimulado miedo. No habría así forma de poder calibrar la moral y la voluntad del pueblo norcoreano en caso de un conflicto armado.

En lo que coinciden los visitantes de Corea del Norte es el profundo grado de aislamiento del país. El ciudadano norcoreano medio no tiene ni idea de cómo es el mundo exterior y lo que en él ocurre. Corea del Norte sería el experimento de lavado de cerebro más inhumano, colosal e inquietante del mundo. La versión oficial de Pyongyang sobre la Guerra de Corea es que el país se tuvo que defender de una «agresión imperialista» de Estados Unidos (fue justo al contrario) y desde entonces el país permanece permanentemente en guardia ante la posibilidad de una nueva invasión. No hay nada parecido a una «opinión pública» en Corea del Norte, así que cuestiones como «la moral de la población» podrían no ser relevantes en un conflicto de corta duración que no afectase profundamente a la vida diaria (la escasez de productos de primera necesidad se sentiría a partir de varios días). Además, los norcoreanos podrían prestarse de buena gana a participar en una guerra que creyeran defensiva frente a una agresión exterior.

Milicias norcoreanas. Nótese los AK-47 de primera generación, RPD, DP y RPG-2:

No cuesta mucho comprender que ni a Estados Unidos ni a Corea del Sur les interesa ahora mismo una guerra abierta con Corea del Norte, por mucho que alguno insista. Pero la cuestión es qué hipótesis de conflicto podemos manejar y atendiendo las amenazas norcoreanas el asunto se reduce a un inicio de hostilidades norcoreano. Hablaba aquí el otro día de que la principal amenaza serían los ataques de la artillería, los cohetes y misiles balísticos norcoreanos sobre el área metropolitana de Seúl, relativamente cercana a la frontera. Me olvidé añadir la inserción de fuerzas especiales, saboteadores y espías, considerando los antecedentes en tiempos de paz. La misión evidente sería crear el caos detrás de las líneas surcoreanas.

Debemos recordar el caso de un submarino norcoreano de la clase Sang-O apareció encallado en 1996 la costa de Corea del Sur en lo que se supone era una misión de infiltración de una patrulla de reconocimiento cerca de una base naval. En Japón se dieron varios casos de barcos espía identificados. En 2001 un barco norcoreano presuntamente implicado en misiones de espionaje fue identificado y perseguido por la guardia costera de Japón, finalizando la persecución con la explosión y hundimiento del barco. Corea del Norte cuenta con submarinos enanos, embarcaciones semisumergibles y hasta helicópteros MD500 como los de su vecino del sur comprados de forma indirecta al fabricante estadounidense.

Gracias a los vídeos de propaganda norcoreana podemos ver que medios, como la artillería, se mantienen en refugios con posiciones de tiro preparadas. No cuesta imaginar una orden desde Pyongyang para desatar un infierno de cohetes y proyectiles de artillería sobre Corea del Sur. Pero, a partir de ahí, ¿qué? En los vídeos de propaganda norcoreana vemos que los ejercicios militares consisten en disparar a un islote cerca de la costa. El mismo islote año tras años, si prestamos atención a vídeos de diferentes fechas. Y en todos ellos se ven muy ufanos a los líderes y generales norcoreanos. Pero todos sabemos que disparar a un blanco fijo año tras años no es entrenamiento, es pura exhibición.

North Korea's artillery sub-units, whose mission is to strike Daeyeonpyeong island and Baengnyeong island of South Korea, conduct a live shell firing drill in the western sector of the front line¿Cómo se desempeñaría el ejército norcoreano a la ofensiva? Posiblemente todas esas unidades situadas cerca de la frontera con Corea del Sur tengan líneas de comunicación protegidas con la capital, como cables telefónicos enterrados. Las instrucciones de atacar podrían transmitirse sin ninguna emisión electromagnética a la atmósfera. Pero más allá de atacar con artillería y cohetes Corea del Sur, si el ejército de Corea del Norte se pusiera en marcha sería interesante ver qué capacidades de mando y control reales podría ejercer Pyongyang. Sospecho que esas capacidades se degradarían rápidamente ante los medios de guerra electrónica de EE.UU. y Corea del Sur. No sólo por la capacidad de interferir su funcionamiento, sino por la capacidad de localizar puestos de mando superior, sobre los que caería una lluvia de bombas. Por no hablar cómo las antenas de comunicación en Pyongyang saltarían por los aires la primera noche por acción de los B-2 y misiles de crucero. Añadamos las limitaciones en el combate nocturno de las fuerzas acorazadas norcoreanas y la geografía de la Península de Corea, que con su relieve crea vías predecibles de aproximación. Por ejemplo, el corredor de Uijeongbu, equivalente coreano de la Brecha de Fulda. En Corea, las fuerzas a la defensiva tienen ventajas por el terreno.

¿Y si el ejército de Corea del Norte no avanzara más allá de la frontera? Nos encontraríamos en una situación parecida a la de Israel en el verano de 2006. La opinión pública surcoreana exigiría, como aquel entonces la israelí, a su gobierno que eliminara la amenaza norcoreana. Es un buen precedente de lo difícil que es ganar una guerra sólo desde el aire por muy avanzados medios tecnológicos y completa superioridad aérea con la que se cuente. Hay un sólo precedente de guerra ganada exclusivamente desde el aire, sin «boots on the ground». Fue la campaña de la OTAN en Kosovo en 1999. En aquel entonces las fuerzas serbias jugaban en las colinas kosovares al gato y al ratón con la aviación aliada. La OTAN ganó la guerra cuando tras semanas y semanas empezó a atacar no sólo objetivos militares, sino infraestructura civil para hacer la vida imposible a los serbios y que el gobierno de Belgrado se sintiera presionado por su población.

Ahora que Corea del Norte ha anunciado que ha autorizado a sus fuerzas armadas a usar «armas nucleares pequeñas, ligeras y diversificadas» y que la guera podría empezar, sólo queda esperar. Para mí la gran incógnita es qué papel juega China en esta crisis. Lejos están los tiempos de solidaridad anti-imperialista entre Pekín y Pyongyang. Seguro que estos días se está produciendo un intenso cruce de llamadas entre Pekín, Seúl y Washington.

Stephan Haggard contesta al dilema que yo planteaba el otro día: «Kim Jong Un no está loco«.

6 comentarios sobre “Consideraciones finales sobre la crisis coreana

  1. Bueno, aquí el problema es si esto se les va de las manos, porque perfectamente se puede liar bien gorda en una de esas.

    Y en el caso de que se liara, habría que ver qué pasa con china que tanto está disputando las preciadas materias primas de oriente. Pues con la excusa de la guerra se podría dejar fuera de juego a China, una de las tres potencias económicas mundiales. Y tal vez todo esto esté orquestado para vete a saber qué cometido, de vete a saber qué punto del planeta. Es como cuando se te duerme la pierna pero es por un pinzamiento de la columna. Tal vez sólo estemos viendo la pierna dormida y no el pinzamiento que está en otra parte.

  2. Esa es la gran incógnita caso de guerra. ¿Hasta que punto la población norcoreana seguiría a su líder?
    Seguramente que habrán pensado mucho en como sortear la ventaja en guerra electrónica. Ya en la Guerra las unidades norcoreanas combatían con gran independencia y flexibilidad; hasta un punto impropio de sistemas políticos tan jerárquicos y burocráticos como los comunistas.

  3. Buenas
    Tal vez una pista.
    Guerra mundial Z: Una historia oral de la guerra zombi.
    Consultar como pasó la crisis Z por Corea del Norte, según los supervivientes de Corea del Sur.
    Saludos

  4. En «Guerra Mundial Z» los norcoreanos desaparecían. Se escondían en sus refugios subterráneos. Y no se volvía a saber de ellos. A ver quién era el guapo que iba a averiguar lo que pasó.

  5. No envidio la postura china.
    Aspira a ser un actor creíble y con liderazgo global gracias al uso del soft power, el comercio y una intensa diplomacia.Un lobo con piel de cordero.
    Apoyar sin fisuras a un pais cuyo Politburó parece un frenopático echa por tierra todo ese trabajo y mina su imagen internacional: más allá de Venezuela, Irán, Nicaragua y algún otro despistado, ningún país del mundo puede avitar el sonrojo al hablar de esta panda de chiflados con pelo cardado y hardware de los 60.

    Por contra, si dejan tirados a los norcoreanos su nivel de compromiso y fiabilidad como aliados se resentiría, mostrando de paso una posición de debilidad frente a EEUU, precisamente en un momento en que la fortaleza de la economía china se empieza a poner en duda, a la vez que surgen (aún muy tímidos) síntomas de malestar interno.

    Cualquiera de las dos opciones marcaría el mandato futuro de una Administración china recién llegada.

    En mi opinión, la actual situación es la bala de plata china en la Península; Pekín tratará de evitar la escalada bélica arrancando concesiones (grano y crudo principalmente) a Seúl y Washington que Corea del Norte podrá vender a sus masas como un gran triunfo del estratega sin parangón que tienen por timonel.

    Pero si en el futuro se vuelve a las andadas, me temo que ya no podrá hacer nada por el Orondo Camarada, ya que los aliados dirán aquello de más vale una rojo que cien amarillo, siendo los supuestos beneficios de defender a Pyongyang inferiores a sus costes en términos de imagen y credibilidad internacionales .

    En cuanto a la World War Z, jejeje, estos días también me ha venido a la cabeza, al caminante que le toque en suerte el Brillante Camarada que lleve sales de frutas, que como dicen los asturianos ¡¡ menuda fartura !!
    Frikis que somos, oye.

    Saludos

  6. Lavado de cerebro. En efecto, fue la Guerra de Corea la primera que registró casos de soldados norteamericanos rescatados o liberados con evidentes síntomas de lavado de cerebro. Corea del Norte lleva decadas de ventajas en este campo y podría haber aplicado esta experiencia a sus propios habitantes.
    Este era el tema principal de la famosa novela El candidato manchuriano, de Richard Condom. Se rodó una célebre version cinmetagrafica, de John Frakenheimer, ttraducida en España como el Mensajero del miedo. Después han venido remakes varios, como la protagonizada por Denzel Washington, o la mas reciente serie Homeland, remake a su vez de una version israelí.

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