El pasado 10 de junio la policía española anunciaba la desarticulación de «la cúpula de la organización «hacktivista» Anonymous en España» con foto del material incautado (ordenadores, routers, un ejemplar de la revista @rroba y una máscara de Guy Fawkes). El asunto ha sido objeto de mil chistes y comentarios en Internet, ya que roza el esperpento anunciar la detención de la supuesta cúpula de un grupo que ha tratado de caracterizarse por funcionar como una red distribuida y es un buen ejemplo del modelo de «resistencia sin líderes» en Internet. Forma parte de esa proverbial ignorancia de las instituciones y los medios sobre Internet.
Sobra decir que la actividad de Anonymous no se vio alterada y a los pocos días había caído el servidor de la página web del Cuerpo Nacional de Policía. La propia policía reconocía que el grupo seguiría actuando a pesar de las tres detenciones. Según David Maeztu el lenguaje empleado formaría parte de las argucias legales para elevar la gravedad del delito a imputar a los detenidos.
Leyendo y reflexionando sobre la aparición de las redes distribuidas en los conflictos resulta que terrorismo y ciberguerra son los dos fenómenos donde estas topologías aparecen en mayor grado de pureza. Sin embargo el desempeño ha sido bastante desigual. Mientras que personas detrás de las redes distribuidas que colpasaron Internet en Estonia en 2007 y Georgia en 2008 nunca fueron realmente identificadas podemos decir que Al Qaeda ha vivido un declive tras su transformación hacia un modelo de terrorismo franquiciado y atomizado. Son las conclusiones preliminares que presento en el artículo «La muerte de Bin Laden y el declive de la yihad global» que aparece en el número de junio de la revista Fuerzas de Defensa y Seguridad. El terrorismo no parece que sea una actividad donde funcione bien el modelo de transmisión de conocimiento técnico «open source» y donde los recursos disponibles por un grupo pequeño puedan causar un gran impacto.
Por fin ayer leí tu artículo. Me gustó mucho. Un día ya hablamos sobre si será el fin del yijadismo o este podrá renacer de sus cenizas, como pasó con los grupos socialistas/comunistas de fines del S.XIX que acabaron tomando el poder en Rusia. Pero en fin eso se verá más adelante.
En tu artículo eché en falta la referencia a los terroristas totalmente individuales como el sicólogo aquel que en una base militar mató a varios soldados en USA o el albanés que disparó en Alemania.
Como se suele decir cuando los aficionados hablan de estrategia los profesionales habla de logística. Y en terrorismo pasa lo mismo. La estrategia descentralizada sobre el papel queda muy bonita. Pero montar una bomba u otro tipo de ataque no se puede improvisar por muchos manuales que pululen por internet. Eso no es suficiente.
Ha fallecido Jorge Aspizua: http://laharkadeaspizua.blogspot.com/2011/06/la-harka-de-aspizua.html
El artículo presenta, por así decirlo, mis conclusiones preliminares. Eso sí, al final me publicaron la primera versión que hice de él. Mandé una segunda donde mencionaba el «lone wolf terrorism».