El sábado fui a ver 300 en una gloriosa versión original con subtítulos. Disfruté de la película porque fui a ver una adaptación cinematográfica de un cómic, no una película histórica.
He leído críticas para todos los gustos. Desde fans de Frank Miller que se pasaron la película clavando las uñas al reposabrazos de la butaca del cine a críticos gafapastas hablando del implícito y repulsivo fascista mensaje proBush de la película. Y lo siento. No pienso pedir disculpas por que me gustara. Me aburre soberanamente el ir al cine como ritual político masoquista.
–«¿Has visto la película brasileña sobre los niños de la calle? Es súper-deprimente».
–«No, fui a ver la vietnamita sobre una chica que despiden de una fábrica por quedar embarazada y aborta para no perder su trabajo. No veas cómo lloré».
Y ahí está la clave. Estremecerse y llorar. La catarsis. Nada nuevo.
Aquellos lectores preocupados por la redención de mi alma pecadora, disfruto de la violencia en videojuegos y películas como un placer lúdico y estético, han de saber que no he delegado en la industria del cine la labor de informarme y concienciarme sobre los problemas del mundo. Para eso cuento con Internet y los libros. Confieso que todavía no he visto Blood Diamond («Diamante Sangriento»), una película que es la quintaesencia de los temas de este blog. Pero sí he leído Diamantes Sangrientos. ¿Me redimen sus 256 páginas de tener que ver al inefable Di Caprio?
Hablando de lecturas me queda poco para terminar In the Company of Soldiers. Su autor vivió la invasión de Iraq empotrado en el cuartel general de la 101ª División Aerotransportada estadounidense, y siguió de cerca al entonces general de división David Petraeus. En su momento tuve el libro en mi mano y no le presté mayor atención. Otro libro más sobre la guerra de Iraq. Años después, tras encargarse de la creación del nuevo ejército iraquí, ser comandante en jefe del Combined Arms Center y dejar su huella en un nuevo manual de contrainsurgencia, encontramos a Petraeus como el máximo responsable militar de las fuerzas estadounidenses en Iraq. Gordon Cucullu cuenta en el New York Post (propiedad de Rupert Murdoch y famoso por un peculiar estilo de periodismo) que las cosas han empezado a mejorar en Iraq tras Petraeus hacerse cargo y aplicar su manera de hacer las cosas. De ser cierto sería, creo, la primera noticia positiva sobre Iraq que reseño en este blog. Y yo me alegro. Petraeus es de los que sabe que los los frikis salvarán el mundo.
El País del pasado domingo dedica un artículo firmado por Antonio Jiménez Barca a los bloggers que se han dedicado a combatir las teorías conspiracionistas. Menciona a Peón Gris y Desierto Lejanos. Javi U., coautor de este último, se declara friki del 11-M (aunque en el artículo lo escriban «freaky»).
Los «Freak shows» eran espectáculos donde se mostraban personas y animales con malfomaciones y taras congénitas. Por extensión «freak» es una persona rara oextravagante. Como todo término peyorativo terminó siendo reivindicado por el colectivo de personas que recibían tal etiqueta social. En España a falta de un término para definir los nerds se terminó usando el concepto más amplio de «friki»: Alguien con un interés entusiasta por un tema (no muy habitual) del que puede llegar a tener un conocimiento enciclopédico. Que hay una amplia gama de temas de los que ser friki nos lo demuestra Jorge Aspizua en De seguridad en España y del Metro de Madrid.
Queda pendiente las segundas partes de mi repaso a la situación en Afganistán y la cuestión de España amenazada por el terrorismo yihadista. Llevará su tiempo leer toda la documentación acumulada. Mientras, les dejo con deberes. Lean el Plan África , relean «El futuro se llama AFRICOM»» escrito por un servidor, sigan los enlaces y saquen sus propias conclusiones. ¿No falta algo en el Plan África?
¿Crees que la situación está mejorando realmente? Porque ya antes hubo momentos en los que lo dijeron y posteriormente se demostró que estaban mintiendo como bellacos, falseando el número de ataques de la insurgencia y otros datos.
Lo bueno de los yankees es que son muy tozudos pero al mismo tiempo capaces de cambiar el enfoque a los problemas.
No hay que perder de vista dos cosas que señalé:
-El New York Post es lo más parecido en EE.UU. a los tabloides británicos.
-El New York Post forma parte del grupo mediático de Rupert Murdoch, dueño de Fox News.
Por no dejar al lado el pefil del autor del artículo.
Podría ser un espejismo de aquellos que quieren creer que las cosas están cambiando.
Hola Lobo,
hacía tiempo que no te visitaba. 🙂
Pero es que casualmente había visto la de 300 hace poco. A mí no me gustó nada; ni la disfruté visualmente -lo de la cámara lenta me cansa mucho y los «legionarios» me empacharon-, ni me hizo gracia su propaganda «occidental».
También es verdad que cometí el error de leer lo que el director y el miller decían sobre la historia de los 300, y no sólo no era fiel a lo que actualmente se sabe sobre aquéllo sino que era pura propaganda totalmente superficial: ni Esparta era tal como ellos se la imaginan, ni las relaciones humanas -de grupos o individuales- funcionan como ellos piensan (=imaginan).
Por lo demás, esto no es nada nuevo. Pero como en tantas cosas, es una lástima que mucha gente que probablemente oiga hablar en su vida sólo una vez de Esparta acabe con una representación tan estúpida, y tan tendenciosa en lo que afecta a los persas.
Que sea una peli o un comic no tiene que ver con eso. Tienen que ver sus creadores, puesto que cualquier forma artística al final es el producto de la imaginación de alguien, que la puedo diseñar a su gusto. Pero es eso, su gusto. Y a mí el de éstos no me simpatiza ni un poquito. 🙂
abrazos