Ampliar la conversación

Esta semana se ha cumplido mi tercer año en la blogosfera. Es díficil celebrar el aniversario de algo que empecé un 29 de febrero.

Leí sobre los blogs por primera vez a finales de los noventa en la revista Wired. Me pareció un poco absurdo un sistema de publicación con plantillas «prefabricadas» y estandarizadas. ¿Qué sentido tenía que todo el mundo tuviera páginas webs parecidas? Yo andaba por aquel entonces aprendiendo HTML, lo que me llevó un día a realizar una efímera página web personal con el Bloc de Notas de Windows. Puro código escrito a pelo.

Aquella página se titulaba, cómo no, «El Lobo Estepario», y me trajo ciertos problemas en mi universidad que… Mejor lo dejamos para otro día. El «Lobo Estepario» fue el nombre que también escogí para mi primer blog. Más de una vez me escribieron personas pidiéndome que les explicara algún pasaje de la novela o que les ayudara con un trabajo escolar. Pobrecillos. Buscaban en Google. Y mi blog salía entre los primeros cinco resultados.

Tres años más tarde tengo un blog donde no hablo casi nunca de nada personal pero es igualmente friki. La diferencia es que esta vez no estoy solo en la blogosfera. No sólo porque pertenezco a la eminemente blogosférica asociación Las Ideas sino porque afortunadamente hay mucha más gente escribiendo y opinando sobre los temas que me interesan y aquí trato. Por fin puedo intercambiar pareceres sobre los vehículos blindados sudafricanos preparados para resistir minas anticarro y su conveniencia para el ejército español. La creación de un mando militar estadounidense específico para África. Y la emergencia aquí y allá de actores no estatales y transnacionales con protagonismo global.

¿Qué tiene esto que ver con las preocupaciones del común de los bloggers? Ando estos días tratando de volcar en papel las reflexiones provocadas por la elaboración de este blog y estoy atascado con una tarea básica y sencilla. Hablar de guerras en un mundo posmoderno requiere explicar qué significa mundo posmoderno. Y entonces uno choca con el meollo del mundo en cambio en el que vivimos. Si la guerra es un fenómeno social. Entender por qué cambia es entender la transformación de la naturaleza de nuestra sociedad. Y quien habla de ejércitos y guerrillas puede terminar hablando de empresas o movimientos sociales.

3 comentarios sobre “Ampliar la conversación

  1. ¿Realmente está cambiando la guerra? Los «actores no estatales» y las guerrillas siempre han estado ahí. La guerra siempre ha sido un fenómeno social, y sus motivos últimos raramente son ideológicos. Sí es cierto que nos encontramos en una época en que las guerras convencionales, que enfrentan ejércitos regulares de naciones rivales, parecen estar en declive… Por una parte diría que se debe a que, hoy por hoy, la capacidad militar de las naciones occidentales es incontestable; ningún país en su sano juicio, salvo quizás grandes potencias como Rusia o China, se enfrentaría en una guerra convencional contra EEUU o la OTAN. Creo que incluso Saddam Hussein se dio cuenta de esto; durante la invasión de 2003, ¿el ejército iraquí fue vencido o simplemente no se presentó en el campo de batalla más que de un modo testimonial?

    Este abrumador dominio militar no ha hecho que los conflictos desaparezcan; tan sólo que se manifiesten por otros cauces. De ahí la actual efervescencia de guerrillas y fuerzas irregulares, capaces de anular la ventaja de la potencia de fuego al no ofrecer un blanco fijo sobre el que disparar -en un sentido literal o metafórico, lo mismo da-. Creo que la guerra de EEUU en Vietnam y sobre todo la yihad afgana contra la URSS dicen más de las guerras del futuro que el festival de alta tecnología que fue la Guerra del Golfo de 1990. Lo visto hasta ahora en Iraq, el Líbano y Afganistán parece confirmarlo…

  2. Ante todo, Jesús, felicitarte por el aniversario, tres años escribiendo según de que temas es mucho tiempo en un pais que parece le da la espalda a ciertas cosas.

    Como tú, los que me conocen no entienden por que escribo sobre temas de defensa, y la verdad es que no me he parado a explicárselo, así que me verán como algo friki.

    De nuevo, mis felicitaciones,

    Pedro

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